Cartas
Miércoles 09 de Diciembre de 2009
Museo de la Memoria I
Señor Director:
El señor Carlos Peña insiste en separar la causa del efecto. Eso es imposible. Física y sobre todo moralmente, pues el juicio ético definitivo requiere ponderar las circunstancias de la conducta, al igual que la sentencia de un tribunal cuando dictamina la culpa o la inocencia. Por ejemplo, para comprender cabalmente el horror de los genocidios que asolaron Europa en el siglo pasado hay que entrar al contexto en que ocurrieron; esto es, la existencia de ideologías perversas, una basada en el racismo y la otra en el terror. Al contrario, también es verdad que los aliados cometieron crímenes de guerra, pero al menos se debe reconocer que ellos no la iniciaron.
De manera que no estoy en contra del Museo de la Memoria. Sólo propongo enriquecerlo, haciéndolo en verdad un museo con contenido explicativo que permita a sus visitantes entender lo que ocurrió y por qué ocurrió.
Esto último, por supuesto, presenta el problema que algunos de los simpatizantes del museo podrían verse en la necesidad de dar explicaciones más que recibirlas. Pero ese riesgo hay que asumirlo cuando uno se mete en estas iniciativas. Los que en su momento incendiaron la pradera, o se involucraron con el terrorismo, también merecen estar en el museo.
CARLOS GOÑI GARRIDO
Museo de la Memoria II
Señor Director:
Los crímenes perpetrados por agentes del Estado bajo el régimen militar sin duda no tienen justificación alguna, y es necesario que sean recordados. Sin embargo, es difícil entender que no se discutan las causas que produjeron esos atropellos, sobre todo cuando muchas de las víctimas quizá hubieran cometido los mismos crímenes -como sucedió en los países de la órbita socialista- si hubiesen tenido éxito en su ideario de obtener el poder total.
GABRIEL GUILOFF
miércoles, 9 de diciembre de 2009
CARTAS : MUSEO DE LA MEMORIA Nº I Y Nº II
Etiquetas:
MUSEO DE LA MEMORIA DE LA IZQUIERDA
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