domingo, 27 de diciembre de 2009

DENUNCIA DE MILITAR VENEZOLANO CONTRA EL SISTEMA JUDICIAL Y PERSECUCION POLITICA.


¡Qué Dios bendiga a este general!, ojalá yo fuera venezolano, ojala no viviera muerto de vergüenza ajena.
Para los chilenos: la Guardia Nacional, que en Venezuela es PARTE de sus FF.AA. es una gendarmería equivalente a Carabineros y esa es la fuerza más afectada por la corrupción. Claro, es la que pega palos en la calle, como esos que ya le dije. Ojo, mire que la invención del "General del Pueblo" iba MUY MAL encaminada.
Atte.,
Roberto Finat

Lector: Mientras existan ciudadanos que actúen como lo hace el General Francisco Usón, los pueblos no resistirán mucho tiempo más las tiranías. Es bien cierto que esa resistencia que no abandona el cumplimiento de su deber y que se expresa libremente denunciando las injusticias del régimen, termina por ganar la batalla contra la intolerancia y el miedo. La tenacidad que ha demostrado este soldado venezolano ha sido un ejemplo que todos debemos seguir sin desanimarnos, ni desanimar a quienes están en este buen combate. Dios sabe cuando será el momento y también cuales serán las circunstancias en que esta resistencia dará su frutos.
Eduardo Palacios Molina

21 / Dic / 2009

“El sistema judicial venezolano es utilizado como forma de persecución política”


Venezuela

En una entrevista realizada por El Nacional al general Francisco Usón, señaló que “el sistema judicial venezolano y, sobre todo, el sistema legal militar es utilizado como una forma de persecución política” en el país.

Esta es la entrevista que publica El Nacional:

Durante su reclusión en la cárcel de Ramo Verde, tres años, siete meses y dos días, el general Francisco Usón presenció varios dramas.

Militares de alta graduación dándose cabezazos contra la pared, o una pelea entre dos compañeros por una lata de atún. Lo de él, confiesa, no pasó de una iracundia pasajera. “En la cárcel no hay términos medios; o te envilece o te dignifica, y hasta puede resultar una escuela”, arguye.

Aprendió a no callar, como cuando la Guardia Nacional lo arrestó el 22 de mayo de 2004, luego de “una sentencia llena de todos los vicios posibles”. Y eso, muy a pesar de las recomendaciones de su esposa y abogados. “No sigas hablando, te van a volver a meter preso”, dice que le imploran, mitad en guasa, mitad en serio.

Ahora, usted recibe una nueva sentencia, la de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que obliga al Estado venezolano a indemnizarlo con 100.000 dólares, además de anular el juicio en su contra.

¿Es suficiente la compensación por los daños ocasionados?

No me interesan los 100.000 dólares, ninguna suma de dinero puede compensar haber estado todo ese tiempo en la cárcel.
“En la cárcel no hay términos medios; o te envilece o te dignifica, y hasta puede resultar una escuela.

La sentencia en sí misma es una reparación y es contundente. El juicio fue anulado porque tiene fallas y vicios de origen, al punto de que una autoridad como el ex ministro de Defensa y funcionario del Poder Ejecutivo García Carneiro usurpó funciones del Ministerio Público y se amparó en una ley que no reconoce la independencia de los poderes.

¿Demandará al Estado o al Gobierno?

Ahora no tengo apuro, ya que los delitos en que incurrieron desde García Carneiro hasta el magistrado Eladio Aponte Aponte, que intervino en el juicio como juez y fiscal, son violaciones de los derechos humanos, los cuales no tienen caducidad y pueden ser esgrimidos en cualquier momento.

El tiempo corre a mi favor, y cuando exista un sistema judicial como debe ser, entonces, los demandaré individualmente por violación del debido proceso, encarcelación injustificada, privación ilegítima de libertad y condicionamiento a mi libertad de expresión.

¿Por qué rechazó el indulto que le concedió Hugo Chávez a finales de 2006? ¿Era una trampa más?

Más bien lo vi como una indigna forma de proceder. Este es un sistema acostumbrado a coaccionar a las personas cuando están en posiciones de debilidad. De haber aceptado el indulto, habría un reconocimiento tácito de que yo era culpable y hubiese bloqueado todo el proceso que finalizó con la sentencia de la CIDH. Y el Gobierno hubiese quedado absuelto de violar los derechos humanos.

Usted fue juzgado por un tribunal militar, no por sus jueces naturales, ¿refleja eso en cierta forma la situación en la FAN?

Refleja que el sistema judicial venezolano y, sobre todo, el sistema legal militar es utilizado como una forma de persecución política.
El sistema legal militar es utilizado como una forma de persecución política.

Existió una subordinación jerárquica de jueces y fiscales a una determinada autoridad militar, lo cual fue reflejado en la audiencia de juicio.

Si el entonces comandante de la Armada, almirante Orlando Maniglia, intervino en el juicio como un testigo de la Fiscalía y los jueces y fiscales se pararon en actitud marcial, no extraña que hoy sigamos viendo comentarios tan tristes como el que hizo públicamente la presidenta del TSJ sobre la inconveniencia de la independencia de poderes.

¿Cuáles otras formas de indisciplina percibe en la FAN?

En la FAN existen comisarios políticos, cuyo estatus no se debe al grado militar que ostentan, sino al grado de lealtad o consideración que otorgan a funcionarios del Gobierno y a altos mandos militares.

Estos oficiales o suboficiales se dan el lujo de imponerles a oficiales de jerarquía superior algún tipo de condición. Existe esa indisciplina y un absoluto deterioro de lo que significan las reglas de subordinación, que son clave en cualquier organización militar del mundo, incluida la de los países comunistas.

Precisamente, a través de la historia estos comisarios se han visto en regímenes comunistas como la extinta Unión Soviética, China, Cuba, Vietnam del Norte, Corea del Norte.
En la FAN existen comisarios políticos, cuyo estatus no se debe al grado militar que ostentan, sino al grado de lealtad o consideración que otorgan a funcionarios del Gobierno y a altos mandos militares.

¿Soportará esto la estructura militar?

No la aguanta. Esa forma absolutamente politizada y contranatura de manejar los asuntos militares caerá en el momento en que el régimen caiga.

La estructura militar se mueve por elementos meritocráticos que dan una condición de grado y de cargo, que generan subordinación. No hay forma de que una fuerza armada evolucione si no está enmarcada dentro de estos principios de naturaleza universal.

¿Recibió apoyo de militares activos durante su prisión?

Muy pocos; el apoyo lo recibí de militares de muy baja jerarquía, incluso de personas muy humildes, que conocía muy poco. Varias veces fue un sargento y compañeros retirados, incluso con quienes alguna vez tuve conflictos profesionales.

Comprendo a muchos que se abstuvieron de visitarme; me imagino lo que es exponerse a alguien tan temperamental como Hugo Chávez.

¿Comparte la idea de que la corrupción en la FAN se ha extendido a todos los rangos?

La corrupción administrativa, ética y moral se circunscribe a un determinado segmento que está muy involucrado en el proceso político, o aprovecha una supuesta condición de lealtad hacia ese sistema con el fin de ganar prebendas. Esos individuos están muy bien identificados y señalados por sus subalternos.
Este régimen ha dado muestra de querer destruir la FAN. El estamento más afectado ha sido la Guardia Nacional.

Quiere decir que, indefectiblemente, tiene que caer el régimen para recuperar la FAN…

Es fundamental. Este régimen ha dado muestra de querer destruir la FAN. El estamento más afectado ha sido la Guardia Nacional.

¿Cree que antes de ser destruidas en su totalidad, la Fuerza Armada Nacional coparticipe en una transición democrática?

La FAN no tiene ni la actitud ni la estructura golpista; es muy distinta a la fuerza armada que Chávez quiso formar cuando dio sus golpes de Estado, y que ahora da contra el sistema legal constituido.

Zelaya es un golpista porque atentó contra la Constitución de su país. Y Hugo Chávez fue y es un golpista.

Él llegó a la Presidencia con los votos de los venezolanos, y esos mismos venezolanos, más aquella supuesta presión militar, le dijeron en 2007: tú no puedes reformar la Constitución porque yo no te lo permito.

Ahora, amparado por poderes absolutamente genuflexos, quiere crear un grado militar, transformar una atribución presidencial y autoimponérsela, como es la de comandante en jefe de las fuerzas armadas.
Zelaya es un golpista porque atentó contra la Constitución de su país. Y Hugo Chávez fue y es un golpista.

Y se autoascendió con una estrella roja en las presillas, que no existe en la heráldica militar venezolana.

Dada la experiencia, ¿será posible que los militares vuelvan a los cuarteles?

Deben hacerlo, porque esa es su función. Adicionalmente, los ciudadanos deben hacerle ver a la FAN que no puede estar realenga; deben ser vigilantes de la manera cómo evoluciona, es vigilada, equipada y estructurada, como lo ha venido haciendo la organización que dirige Rocío San Miguel.

Además, los movimientos de los altos mandos deben ser aprobados por el Poder Legislativo, que representa al soberano, y no por el interés de quien en ese momento sea comandante en jefe o presidente de la República.

¿Hay perspectivas de que el soberano presione a la FAN para que sea institucional?

La ciudadanía, de una manera muy categórica, va a colocar a la FAN en la disyuntiva de decidir si van a seguir a un régimen absolutamente antidemocrático y con visos de totalitarismo, que quiere mantenerse en el poder a cualquier costo, o seguir los pasos que le indique una sociedad democrática, no violenta, que no quiere la guerra ni a un individuo que quiere mantener un estado permanente de conflicto y de crisis.
La ciudadanía, de una manera muy categórica, va a colocar a la FAN en la disyuntiva de decidir si van a seguir a un régimen absolutamente antidemocrático y con visos de totalitarismo.

Usted fue sentenciado por expresarse libremente, ¿se autocensurará?

¡Le seguiré echando pichón! Jamás dije que los soldados habían sido quemados con el lanzallamas.

Dar opiniones en un régimen como éste es muy complicado. Una coma mal puesta, o bien puesta pero mal interpretada, puede constituirse en un vilipendio o cualquier elemento de juicio.

No hay que autocensurarse, pero sí expresarse de manera inteligente para cuestionar directamente las situaciones.

¿Teme por su vida?

No. Me desenvuelvo tranquilamente por la calle, por supuesto que tengo mis cuidados, como cualquier ciudadano normal. Eso sí, seré más precavido.

Jolguer Rodríguez Costa
El Nacional


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