La nueva estrategia tras el fin del estado de excepción:
Se acaba el toque de queda y militares se orientan a tareas de reconstrucción
Fuerzas Armadas continuarán en las zonas de catástrofe de O'Higgins, Maule y Biobío, a cargo de tareas humanitarias. Según evaluación de jefes de plaza, la normalización de las ciudades va bien encaminada.
F. ÁLVAREZ, F. ALIAGA Y A. RAMOS
El Mercurio.
"Cambiamos el fusil por el serrucho y el martillo", dijo el jefe de plaza del Maule, general Bosco Pesse, resumiendo las tareas a las que se abocarán las Fuerzas Armadas una vez que se levante el estado de excepción constitucional en O'Higgins, Maule y Biobío, el 31 de este mes (30 días después de que se publicara el decreto en el Diario Oficial).
Y es que el contingente militar, por decisión del Ministerio de Defensa, asumirá una serie de tareas humanitarias, como la construcción de viviendas de emergencia, el despeje de la red vial y la reconstrucción de la misma, y la distribución de alimentos. La tarea de resguardar el orden y seguridad de la población volverá a las manos de las policías.
Un primer paso se dio ayer, con la eliminación del toque de queda en Talca y Constitución, en la Región del Maule, y en las 12 comunas de la provincia de Concepción, en la Región del Biobío, donde regía hasta hoy.
El jefe de plaza del Biobío, general Guillermo Ramírez, dijo que la restricción de circulación para los habitantes en esta zona "ha estado cumpliendo más bien un rol, por decirlo de alguna manera, de sanidad mental". Esto, agrega, pues hoy no hay amenaza de que se repitan los saqueos que afectaron con mayor fuerza al Gran Concepción. La medida permitió bajar los delitos comunes en el 83% en el Biobío.
A casi un mes de vigencia del estado de excepción en Maule y Biobío, y a 15 días de regir en O'Higgins, el balance es positivo, evalúan los jefes de plaza.
Según el general Guillermo Ramírez, "sólo nos resta restituir algunos servicios básicos en comunas muy populosas, como en Talcahuano". Allí el borde costero y el centro aún no cuentan con agua y no hay electricidad.
Descontando el nulo comercio del centro de este puerto, este rubro está normalizado en el 75% en esta región. Pero la destrucción de industrias hace prever que en el Biobío 199 mil personas verán afectada su fuente laboral y el desempleo llegará al 18,2%, muy superior al 10,4% que tenía previo al terremoto.
En el Maule, casi la totalidad de los servicios básicos de agua y electricidad opera, a excepción de las casas que tienen destruidas sus conexiones internas, en especial en zonas costeras. Y en O'Higgins, los servicios básicos están repuestos y el comercio funciona en el 90%.
Hoy la mayor preocupación de los jefes de plaza es la construcción de viviendas de emergencia. En el Biobío, con 600 mil damnificados y 15 mil personas en albergues y campamentos, se requieren 15 mil soluciones, y sólo se han levantado 260.
En el Maule hay 256 mil damnificados y se requieren 40 mil mediaguas, pero sólo se han construido 746. En O'Higgins siguen albergados 1.258 de los 175.101 damnificados, y se han construido 350 casas de emergencia.
"Hoy podemos tener la tranquilidad de que estamos en un camino franco y manifiesto de recuperacion de la Region del Biobio".
GENERAL GUILLERMO RAMÍREZ
JEFE DE PLAZA DEL BIOBÍO
"Dada la normalizacion de los servicios, nos abocamos a la reconstrucion. El Ejercito cambio el fusil por el martillo y serrucho".
GENERAL BOSCO PESSE
JEFE DE PLAZA DEL MAULE
viernes, 26 de marzo de 2010
FIN DEL ESTADO DE EXCEPCIÓN
Etiquetas:
fin del estado de excepción
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario