martes, 4 de mayo de 2010

ARGENTINA: Ignorancia y tormentos


Cuando la ignorancia hace que hasta la persecución sea una payasada

Dias antes de Semana Santa el Comisario General Miguel Etchecolatz elevó al Juzgado Federal N° 3 de La Plata un pedido para que el Viernes Santo se le permitiera, a las 15:00 hrs., concurrir a la Capilla del Módulo N° 4. Sabido es que en Viernes Santo este horario es trascendente para un católico por su significado. Es la hora en que Nuestro Señor Jesucristo fue ejecutado, crucifixión mediante, luego de haber sido condenado por el pretérito simulacro de un tribunal oral federal argentino.

Aunque el pedido del Comisario Etchecolatz fue autorizado por el juez, las autoridades del Penal hicieron caso omiso de la orden judicial modificando, mediante un “volante de notificación” dirigido al personal de servicio, el horario de asistencia a la capilla para los presos políticos, haciendo que estos concurrieran a la capilla por la mañana con la sola presencia del Capellán del Penal. Este “volante de notificación” indicaba también que si el Comisario Etchecolatz no asistía se debería labrar un acta por triplicado asentando la negativa de él a concurrir. Esta ordenanza no era extensible a los demás internos.

Hasta aquí, más o menos sucintamente, los hechos acaecidos el Viernes Santo en el penal de Marcos Paz. Ahora bien, ¿Quién, más poderoso que un juez, permitió a las autoridades del Penal desobedecer una orden judicial?, ¿Quién autorizó, y por que, la orden de modificar el horario de concurrencia a la capilla, ya que estas cosas nunca son iniciativas de los oficiales del SPF?, ¿Por qué razón hicieron venir al Capellán a la mañana pese a que éste le había informado a las autoridades del penal que en la Iglesia Católica los actos litúrgicos del Viernes Santo comienzan a las 15:00 hrs.?, y, finalmente, ¿Por qué se pensó en un momento prohibirle al Padre von Wernich la concurrencia a la capilla?.

Quizás, alguien que necesitaba “laureles” imaginó que detrás del pedido del Comisario Etchecolatz estaba la mano del Padre von Wernich pretendiendo celebrar la Santa Misa a esa hora para aprovechar lo magno del día y del horario. Quizás algún sicario de los DD.HH. siempre presto a hacer lo más miserable posible la vida a los presos políticos inventó el cuento conspirativo de la misa de von Wernich, o, por que no, esta extraña modificación de horario se le ocurrió como idea luminosa a algún iudex prevaricatoris que no solo quedó en la historia minúscula como juez si no también como verdugo perpetuo del Padre von Wernich.

Lo que si es real es lo que dice el Comisario Etchecolatz en su segunda presentación al tribunal N°3: “…considero estar ante una evidente violación al derecho de ejercer la libertad de culto según lo dice la Constitución Nacional”, violación tan grave que, si se tratara de otra persona y de otra religión, veríamos, sin duda, la apresurada intervención del INADI. Presta intervención que en este caso particular ni podemos imaginar ya que para los payasos de cerebro incierto que revistan allí, nada de lo que se haga injustamente para con los presos políticos católicos es discriminación.

De cualquier manera la ignorancia hizo que lo que pretendía generar inquietud entre los presos políticos fuera, más allá de la molestia para ellos, una payasada. Nadie se tomó el trabajo de averiguar que en Viernes Santo ni el Papa, ni ningún obispo y menos aún un simple sacerdote pueden celebrar misa.

JOSE LUIS MILIA

Josemilia_686@hotmail.com



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