jueves, 1 de julio de 2010

Ministro de Salud Sr. Mañalich



Patricio Grez de H.

Sus anuncios iniciales de variados impuestos para moldear nuestro comportamiento culinario me parecieron muy poco "neoliberales" para decirlo de alguna manera, usted sabe, soy un obsesivo amante de la libertad humana. Por principio no me agrada la idea de poderosos burócratas estatales que con las mejores intenciones se entrometan en nuestras vidas "para hacernos más felices".

Pero ahora el ministro parece haber cambiado el foco, y se está preocupando de administrar el personal y los objetivos de su gigantesco ministerio Soviet Style que tiene, lejos pero lejos, la mas enorme burocracia de todas. Don Jaime Mañalich está tratando con un dinosaurio inmenso. Es sabido que tanto la educación estatal como la salud estatal están desde hace mucho tiempo capturadas por sus respectivos ejércitos de burócratas todopoderosos y ciertamente politizados tras 20 años de concerta, no podía ser de otra manera. Son un Frankestein que por un quítame estas pajas arman huelgas y despelote. Es una tarea titánica la de los ministros Mañalich y Lavín.

Entre esos dos ministerios se consume cerca de la mitad del trillonario presupuesto estatal, recursos que aportamos los contribuyentes, y no es necesario repetir el fracaso de la educación estatal y la increíble tragicomedia de la salud estatal. Se acuerda usted cuando mi Gordis, sabiendo que todo era tongo, inauguró juleramente el hospital de Curepto, donde la única cama era la que ocupaba el actor que trabajó para ese tongo mediático? Recuerda usted a las pobres mujeres en parto que murieron, a las que les inyectaron anticoagulantes?.

Todo el mundo sabe que hay que hacer cirugía mayor en la Salud y la Educación estatal. Como dice el chascón Villegas, hay que cortar nudos gordianos de un guadañazo. Todos estamos de acuerdo en que se usen recursos aportados por los contribuyentes para ayudar a los más pobres y clase media necesitada a solventar total o parcialmente sus gastos de educación y salud. Pero no hay que confundir lo anterior con el establecimiento de monstruosos servicios estatales de salud y educación, los cuales terminan fatalmente capturado por sus burocracias apernadas, son objeto de defensas corporativos y ciertamente de una maligna politización, aparte de prestar un servicio podrido de malo.

Ambos mega ministerios Soviet Style, el de Salud y Educación, Gordos, Fofos y Guatones, tienen que transformarse en ministerios ágiles, sin grasa, pura musculatura y nervio, como una caballería ligera. Y el grueso de los recursos estatales para Salud y Educación, digamos el 98.99%, debe llegar directamente a los beneficiados, en la forma de subsidio directo para que los beneficiados puedan usarlos para comprar sus servicios de salud y educación donde les plazca.




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