sábado, 7 de agosto de 2010

LOS BOLIVIANOS TIENEN MAR


DEL BLOG DE HERMÓGENES


Los Bolivianos Tienen Mar


Una de las posturas del candidato Piñera con que estuve de acuerdo, durante su campaña, fue la de desechar cualquier posibilidad de cesión de territorios chilenos a Bolivia. Espero que, a diferencia de otras promesas suyas, ésta no haya venido "con letra chica". El temor de que así fuera me lo suscitó la satisfacción de Evo Morales tras intercambiar palabras con nuestro mandatario anteayer, si bien dio a entender que éste había sido franco con él, lo que se debería interpretar como la advertencia de que Chile no contempla cesiones territoriales a dicho país vecino.
Desde luego, no tenemos ningún asunto territorial pendiente con él. Todo quedó resuelto al respecto en el Tratado de 1904, acordado más de veinte años después del cese de las hostilidades entre ambos países.
En seguida, la soberanía sobre un puerto no le representaría a los bolivianos ningún cambio con respecto a su situación actual, salvo el de poder decir que son dueños de un puerto. Pues en este mnomento un boliviano que quiera bañarse en el mar lo único que debe hacer es viajar a la costa y ponerse traje de baño. Ninguna restricción le afecta y en ese sentido tiene los mismos derechos de cualquier chileno.
En tercer lugar, el comercio marítimo boliviano tiene un tratamiento privilegiado en puertos chilenos, justamente por el Tratado de 1904. Y, de hecho, se desarrolla sin ningún inconveniente. Todavía más, me atrevo a decir que esos puertos lo atienden mucho mejor que si estuvieran administrados por su propio país, Bolivia, porque en esa materia Chile ha alcanzado cierto grado de eficiencia que probablemente ellos no habrían podido lograr en puertos propios que pudieran haber tenido.
Para todos los efectos prácticos, entonces, los bolivianos tienen mar. Carecen de él sólo para el efecto retórico de decir que ese mar es boliviano. Ni siquiera la falta de un mar territorial propio es manifiesta, porque si hubiera empresas pesqueras bolivianas hoy, ellas podrían operar tal como lo hacen las chilenas.
Recuerdo a ese efecto una anécdota de mi adolescencia, cuando nuestro Presidente, el general Carlos Ibáñez, que solía hacer observaciones de un sentido común aplastante, fue invitado a visitar Bolivia. Durante el paseo de estilo por La Paz en un auto descubierto, junto al Presidente boliviano, que era, según recuerdo, Paz Estenssoro, grupos organizados de espectadores gritaban rítmicamente "¡Puerto, puerto!", al paso del Presidente chileno. Otra persona que iba en el descapotable me contó que entonces el general Ibáñez musitó, intrigado:
--¿Para qué quieren puerto, si no tienen barcos?
El hecho es que los chilenos de esta generación nos hemos acostumbrado a vivir acosados por peticiones o aspiraciones de países vecinos en perjuicio de nuestros derechos. Y, si alguna conclusión hemos sacado de todo ello, es la de que siempre debemos estar muy bien armados, "por si las moscas", para emplear las palabras de un infausto personaje al cual se le han rendido y rendirán inmerecidos homenajes en estos días, a raíz de su lamentable fallecimiento.
Ahora, si Bolivia tiene una oferta de tal interés para Chile que, eventualmente, no pudiéramos rechazarla, eso ya sería otra cosa. Yo estoy muy contento con el auto que tengo y no quiero deshacerme de él, pero si alguien se presenta ofreciéndome el doble del precio que vale, por supuesto que estaría dispuesto a venderlo. Pero, mientras semejante oferta no se presente, sigo tranquilo manejándolo y sin pensar en cambiarlo.
Y espero que así siga siendo en relación con las reiteradas aspiraciones bolivianas de hacerse, sin ningún argumento valedero, de alguna parte de la costa chilena.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce

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