jueves, 9 de septiembre de 2010
EL PROBLEMA DE LOS INCENTIVOS
DEL BLOG DE HERMÓGENES
La gente "le toma el pulso" a los gobiernos. Cuando advierte que son "blandos" y ceden ante las presiones, la gente presiona, porque eso da dividendos. En este momento hay "huelgas de hambre" en Temuco y en Iquique, la primera de terroristas y la segunda de funcionarios de salud despedidos porque en los últimos dos años tomaron seis meses de licencias médicas. Los terroristas no quieren que se les aplique la Ley Antiterrorista, porque, pese a lo que dice el nombre de ésta, a los únicos que se les aplica es a uniformados que luchaban contra el terrorismo.
Sí, así ha sido. Los carabineros que dieron muerte a tres dirigentes de la asociación ilícita terrorista FPMR, fueron condenados a cadena perpetua según la Ley Antiterrorista y por constituir, esos carabineros, una asociación ilícita terrorista. Esto es tanto más peculiar cuanto que los verdaderos terroristas, los del Frente, dedicados a colocar bombas, incendiar vehículos y asesinar personas, han sido todos perdonados y la mayoría de ellos indemnizados. Están entre los que se llaman "víctimas de violaciones a los derechos humanos".
Hoy me sorprendí al leer en "La Segunda" que la dirigenta del Partido Socialista y abogada de derechos humanos, Pamela Pereira, fue recibida por el Presidente en La Moneda. Allí reveló que hace años, en el gobierno de Ricardo Lagos, Sebastián Piñera "me llamó por iniciativa propia para discutir sobre los temas de reparación en materia de derechos humanos. No es habitual en este país que te llamen por teléfono para discutir ese tipo de problemas, y a él le interesaba mejorar la reparación, pues la encontraba bastante miserable. Esa vez conversamos largamente por teléfono sobre los criterios para definir la reparación a las víctimas de violaciones a los derechos humanos". ¡Qué conmovedora generosidad con los recursos públicos para indemnizar a la extrema izquierda! Pregúntele usted al Presidente si alguna vez llamó a familiares de víctimas de atentados terroristas de izquierda, familiares que no han recibido siquiera una fracción mínima de los más de dos mil millones de dólares que hasta ahora se han destinado a reparar los daños inferidos al terrorismo extremista por impedirle su intento de establecer en Chile un gobierno totalitario. ¡Qué fantástico el personaje que fue colocando sus fichas donde le podían ser rentables políticamente!
Pero el problema es otro. Es el de los incentivos. Los gobiernos de la Concertación crearon el incentivo en el sentido de que tomarse por la violencia predios agrícolas en el sur conducía a que el Estado les regalara el respectivo fundo u otro cercano a los violentistas. Adivine usted el resultado: aumentaron la violencia y las tomas en el sur. La multimillonaria CONADI compró tierras caras y las repartió entre quienes amenazaban con la violencia, dejando defraudados a los que también querían tierras, pero no practicaban la violencia. Entonces ¿qué sucedió? Que creció la violencia. Ante el desborde de la misma, el poder judicial entró a actuar. Ya no quedaba más remedio, Y como se aplicaron las leyes a los terroristas, éstos comenzaron a caer a la cárcel. Entonces se han declarado en huelga de hambre.
Como el Gobierno es débil, la huelga de hambre prueba ser exitosa, y aquél cede y manda proyectos de ley para suavizar las leyes contra el terrorismo. Un incentivo para que persista el terrorismo.
Entonces la gente se da cuenta de que la huelga de hambre sirve para eludir la aplicación de las leyes, de modo que los funcionarios de hospitales despedidos por haber pasado la cuarta parte del tiempo sin trabajar, se declaran también en huelga de hambre para no ser despedidos.
Y como la violencia ha dado frutos, hasta en Pascua se dan cuenta y los habitantes de la isla se toman terrenos valiosos para que les sean adjudicados. El incentivo es doble, porque esos terrenos son ahora doblemente valiosos, pues la familia Schiess construyó en ellos un espléndido hotel. El gobierno "blando" conversa con los usurpadores, pues, tras haber expulsado a los primeros, las "tomas" del hotel de los Schiess se han repetido y a los nuevos tomadores la autoridad no se atreve a sacarlos.
Pero hay otros incentivos. La izquierda se ha dado cuenta de que hay un sector de chilenos que no practica la violencia (ni siquiera sale a la calle a protestar), ni se declara en huelga de hambre: los ex uniformados. Son centenares de presos y procesados políticos, víctimas de la justicia de izquierda. Se abusa tanto de ellos que Clara Szczaranski, una abogada de izquierda, ha dado a conocer públicamente la discriminación de que son víctimas los reos ex uniformados. Choca a su conciencia lo que un gobierno, supuestamente de centroderecha (por supuesto, no es verdad que lo sea) permite que se siga haciendo a esos presos políticos. Y como todo el mundo se ha dado cuenta de que se puede abusar de ellos sin que reaccionen, ahora se preparan más de mil juicios adicionales sobre hechos sucedidos hace más de 35 años, porque se ha creado otro incentivo: cuando la justicia de izquierda condena a un militar, después viene una demanda civil de indemnización de perjuicios y se obtienen centenares de millones de pesos. Se creó el incentivo y a eso ya no lo para nadie. Va a haber que ampliar las cárceles para los presos polìticos uniformados (son presos polìticos porque están condenados por razones polìticas y contrariando las leyes).
Hay todavía en la UDI una minoría de parlamentarios que se resiste a seguir cediendo frente a las extorsiones de la violencia explìcita o la implìcita, constíituida por las huelgas de hambre. Pero es una minoría y no tiene capacidad de oponerse a nada.
Los incentivos están dados. A ese respecto, nada ha cambiado respecto de los demás gobiernos de la Concertación. La gente ya le ha "tomado el pulso" a éste y lo único claro es que la violencia y las huelgas de hambre van a proliferar. Acuérdense.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
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