Amigos
uno puede recordar a la gente por diversas razones, buenas o malas. Incluso a veces, como en la Argentina post Peron, no se podia ni siquiera nombrar a Peron. Era el "innombrable".
Borges, ese gran escritor, lo odiaba al punto que se refocilaba aludiendo al "innombrable". Y antes, cuando murio Evita de cancer, en las calles de Bs Aires se leian leyendas en los muros de ¡Viva el Cancer!
Claro que los argentinos son truculentos, mezcla de españoles, italianos, y uno que otro indigena..la madre de Peron incluida.
Yo, todos los dias, me acuerdo de mi propio innombrable. Pasan las micros viejas enchuladas, remeciendo la oficina, con su estrepito prepotente, recordando cada 5 minutos al Transantiago.Ya los santiaguinos lo asumimos, un fracaso mas que pagamos los terricolas ....y no sus aereos autores, que vuelan de pais en pais, dando catedras arrogantes, mientras los vasallos saltan de trasbordo en trasbordo, y al resto le taladran los oidos.
Del Chile "real" al Chile oficial. Del Transantiago al jet lag.
Unos la sufren y otros la gozan.
Otro bus rechinante me hace saltar el notebook.
Pero no importa. Solo vale el dedo acusador, la arrogancia imperial, y el gesto imperativo de "la clase pullman". Paga Moya solo debe aplaudir ,mantenerlos , y validarlos con el voto.Por si acaso, el voto obligatorio, uno nunca sabe con estos rotos alzados.
H P
viernes, 26 de noviembre de 2010
Recordando al "innombrable"
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