Fidel Oyarzo Nación.cl
El presidente de RN reitera sus intenciones de incorporar a la Falange a la Coalición por el Cambio y persiste incluso en la idea de que el próximo candidato de la Alianza podría ser un DC.
Domingo 9 de enero de 2011 | País
Foto: Jaime Barrera
Para el timonel de RN, la Alianza debe enfrentar de alguna manera el tema de no tener mayoría en el Senado y una dependencia de los votos del PRI y los independientes en la Cámara. En este contexto, insiste en una ampliación de la actual coalición de gobierno. No le fue bien cuando lo propuso en La Nación en agosto. Sin embargo, él ahora lo reitera.
En el cuadro político actual, ya nadie pone en duda que Larraín le ha puesto un sello a la centroderecha con un estilo que ha provocado más de alguna polémica. Asume plenamente su responsabilidad de ser el presidente del partido del Presidente de la República pero no ha dudado en ningún minuto en decir y cuestionar públicamente al gobierno cuando ocurren hechos que en su opinión están mal. Fue lo que ocurrió al terminar el año con el conflicto que sostuvo con la intendenta de la Región del Biobío, Jacqueline Van Rysselberghe, impasse que concluyó con “un borrón y cuenta nueva” tras una reunión entre ambos en la oficina de Larraín.
-¿Cuál es su balance del primer año de este gobierno?
-Fue un año duro como dicen los deportistas, pero con toda sinceridad estimo que el gobierno ha salido muy bien parado. Ha respondido a un cuadro de emergencia brutal, muy profunda y muy amplia, así es que a la hora de poner una nota yo le pongo entre un 6 y un 7.
-Pero usted ha sido muy crítico con este gobierno por ejemplo en temas como la instalación…
-Usted me pregunta respecto a cómo la ha hecho el gobierno. Otra cosa es cómo trata el gobierno a Renovación Nacional. Ese es un tema distinto y de tercera importancia en función de que Chile tiene hoy día un buen gobierno. Cómo el gobierno se relaciona con Renovación Nacional es menos importante y ahí yo efectivamente tengo algunas discrepancias, pero repito, por si acaso, son de tercera importancia al lado de todas las cosas grandes y buenas que se han hecho.
-Y en lo que ha sido esta etapa ¿cómo evalúa al gabinete?
-Pienso que en esta etapa de emergencia el gabinete funcionó muy bien y particularmente el de la Vivienda. Y digo esto porque cuando se caen o se dañan 200 mil casas, la vivienda pasa a ser el tema de primera importancia. Además está el cambio de todo y el cambio de aire y el cambio de actores que para mí es algo muy satisfactorio.
-¿Y qué le ha parecido la baja en la popularidad y el alza en el rechazo que ha tenido el Presidente Piñera en las últimas encuestas?
-Mire el gobierno tiene una base de apoyo sustancial más que suficiente para gobernar tranquilos y creo que esa idea hay que fomentarla porque hay personas en el gobierno que se inquietan más de la cuenta. Sarkozy tiene hoy día un 26 por ciento de apoyo en Francia. ¡Eso ya es más problemático! Para nosotros tener entre un 46 y un 47 por ciento de apoyo es bueno. Lo que sí destaco es que es muy parecido al apoyo que tienen los partidos de la Alianza que son al fin y al cabo el núcleo del gobierno.
-¿Pero este aumento en el rechazo puede ser inquietante?
-Cuando se decide, se corta, se ordena, siempre se recoge estática. Eso va con el mando. Pero también hay que decir que si bien la Concertación ha fracasado en muchos aspecto y de manera estrepitosa, han sido exitosos en este esfuerzo por minar la confianza en el gobierno y que es lo peor que puede hacer una oposición. Se pueden criticar los actos del gobierno pero minar la confianza en quien manda es una cosa peligrosa y dañina y lo han hecho sistemáticamente con el Presidente Piñera. Eso a mí parece feo y malo y creo que el famoso episodio de la ANFP fue letal y muy bien trabajado por la Concertación.
-¿En qué forma?
-Porque en ese episodio lo que se quiso fue mostrar a Sebastián Piñera como una persona mezquina y vengativa y que le estaba devolviendo la mano a estos dos seres que llegaron a La Moneda y que le faltaron el respeto, a mi juicio, de una manera muy fea. Y eso se consiguió.
-Y esta alza en el rechazo ¿usted sólo lo atribuye a lo que ha hecho la oposición o también habría algún tipo de responsabilidad del propio Presidente Piñera?
-Como le decía, lo que pasa es que cuando se deciden y se resuelven cosas difíciles siempre se deja a alguien descontento. Por ejemplo, el reajuste que fue de 4,2 por ciento, mucho mejor que el de otros años, pudo haber sido de 5,2 por ciento. Bueno ahí dejamos una cuota de gente ´picada´ que ve cómo sube el precio del cobre y que dice ´¿y por qué a mí no me pagan más?´. Pero la verdad es que hay que preguntarse si hemos medido la productividad del sector público alguna vez. Yo creo que nunca.
-O sea a usted no le preocupan los resultados de la última encuesta y en particular los de ADIMARK.
-No, no me preocupan. Ahora bien, en general yo tengo distancia con las encuestas porque algo sé sobre cómo se hacen, algo sé respecto a cómo se plantean las preguntas y, por ejemplo, me merece admiración que algunos de los ministros mejor evaluados es precisamente porque nadie los conoce, porque no cortan ni resuelven cosas muy duras, o al menos nadie se entera de lo que hacen. Es decir muchas veces la ciudadanía aprueba la labor de algunas autoridades cuando no saben bien lo que están haciendo. Por ejemplo, el ministro de Relaciones Exteriores tiene a mi juicio de manera muy merecida una muy buena aprobación, porque las cosas que decide este ministro no inciden en la vida cotidiana del consultado.
-Pero ¿y el caso del Ministro Golborne? Él está extremadamente muy bien evaluado...
-Eso es cierto. El ministro Golborne está muy firme. Yo veo su caso como una cosa interesante y atractiva que tiene futuro.
-¿Y podría ser el candidato o no?
-En una de esas nos encontramos con un caso como el de Michelle Bachelet sin haberse subido al tanque.
-¿Usted cree que es un fenómeno similar?
-No, yo creo que son fenómenos distintos porque lo de doña Michelle Bachelet fue muy preparado y muy estudiado. En cambio lo del ministro Golborne fue un accidente minero cuyo desenlace nos dejó a todos contentos. Pero sí es parecido en cuanto a que irrumpe sin tener un pasado político muy evidente aún cuando Bachelet sí lo tenía pero no era evidente porque ella era de un mundo un poco secreto.
-¿A Renovación Nacional y a la Alianza le complica esta tremenda popularidad de Laurence Golborne?
-Yo sólo puedo hablar por Renovación Nacional, y eso con alguna timidez (se ríe). No nos complica para nada. Somos muy abiertos. Tenemos definiciones mínimas y si el ministro Golborne en su desempeño demuestra que suscribe nuestras ideas centrales, vamos a estar muy contentos de votar por él.
Candidato DC
-Usted en agosto en La Nación me señaló que la “Alianza podría incluso votar por un candidato de la DC”. ¿Insiste en esa idea ahora?
-Efectivamente, y ahora lo reitero. Es cosa que nos pongamos de acuerdo en un marco mínimo que nos permita trabajar ahora porque esto no puede ser un caso de que nos arrancamos antes para llegar al Registro Civil. Esto hay que hablarlo con tiempo incluyendo a los suegros y todo, definir un modus vivendi para este gobierno y prolongarlo en el próximo. Ahora bien, yo preferiría con mucho votar por alguien que pertenezca a Renovación Nacional o a la Alianza. Pero en realidad si podemos hacer una especie de acuerdo de trabajo político de largo plazo, lo podemos celebrar con gente que viene del mundo de la socialdemocracia o del socialcristianismo o de los independientes…
-Cuando usted planteó esta idea el año pasado hubo un amplio rechazo en la DC y en la UDI. ¿Por qué insiste en esto ahora?
-Lo que pasa es que yo estoy siempre buscando que la política interprete a la mayor cantidad de gente posible, que no dejemos a nadie fuera. En este país el Estado es un factor muy importante y esta desconfianza hacia la política hay que derrotarla de algún modo. Y una manera de hacerlo es bajando el tono de las rivalidades políticas.
-¿Usted ha hablado el tema con Ignacio Walker?
-No, pero él me mandó en su momento un recado por los diarios señalándome que él no participaba en mercadeos. Y esto no es ningún mercadeo. Este es un plan que puede ser de largo alcance y muy generoso.
-Pero de verdad señor Larraín ¿Tiene piso esta idea?
-Yo creo que en ninguna parte tiene mucho piso, pero el piso se va construyendo. Es como los afectos. El cariño es una cosa que se hace todos los días, con buen trato.
-¿Y por qué le gustaría tener de aliado a la DC?
-Mire, a mí me está pasando una cosa que es muy embromada de reconocer y es que la crítica de la DC al sistema de mercado, a mí me parece que tiene su cuota de verdad y de lógica. Y veo más disposición para corregir lo que tiene de malo la economía de mercado en la Democracia Cristiana que en los sectores nuestros.
-¿Hay conversaciones en curso?
-No. No hay ninguna conversación en curso. Hay reuniones amistosas de gente de buena voluntad y punto.
-Pero ¿con quién lo ha abordado usted?
-Yo no puedo decirlo, pero sí se ha hecho. Además, esto se ha hablado por la prensa. Si esto no es como estos concubinatos que se quieren convertir en contratos pasando por el notario. No. Esto es una cosa de puros buenos sentimientos.
-¿Usted ha conversado el tema con el Presidente Piñera?
-Yo se lo he planteado más de alguna vez. El Presidente Piñera preside un gobierno minoritario y no podría estar en contra de ampliar la mayoría política. Además él siempre se ha definido como un humanista cristiano.
-¿O sea él apoya la idea?
-Él ve como se desarrolla no más esto, desde lejos, con prudencia. Los Presidentes de la República tienen el privilegio del silencio.
-Si todos los dirigentes de la DC ya han señalado en todos los tonos que no les interesa hacer una alianza con ustedes ¿qué le hace pensar a usted que esto podría ocurrir?
-Lo que pasa es que en la DC hay mucha gente que razona de manera parecida a nosotros y que efectivamente querrán influir en el curso de la política y la economía en la dirección del humanismo cristiano que se cacarea mucho y se aplica poco. Yo creo que hay algo que hacer entonces. En la DC hay mucha gente que no se va a conformar con seguir poniendo obstáculos y de repente va a decir ´por qué no echamos una mano´ como lo ha hecho el Senador Ignacio Walker en el proyecto de educación. Esa es una contribución muy importante para mi gusto.
-Pero eso es muy distinto a plantear un pacto político con la Alianza.
-Sí, es distinto pero ¿cuánta gente en la Democracia Cristiana está contenta con la hegemonía del señor Girardi? O dirán ¿qué será mejor: estar a la par con Juan Antonio Coloma por ejemplo o estar sujeto al Senador Girardi? Dejo la pregunta en el aire.
-¿Cuán difícil ha sido para este gobierno no tener mayoría en el Senado y estar pendiente de algunos votos en la Cámara?
-Ha sido trabajoso y puede tener un efecto letal en el sentido que se distorsione el programa de gobierno. Estimo que en el primer año, en el de la emergencia, la oposición ejerció algún pudor. Pero creo que pasada la emergencia esto viene a ser para ellos casi un tema único y que es ´cómo mantenernos aglutinados´. Y la receta es sencilla: hacer una oposición vociferante y a veces destructiva. Y yo le temo a esa tendencia porque se puede terminar erosionando la autoridad, lo cual es malo para todos a la larga.
“No al alza de tarifas en Magallanes”
Conocido es ya el interés de Larraín de explorar la posibilidad de presentarse como candidato a senador por Punta Arenas. Dice que tiene “algunas tierras” y que el tema magallánico le interesa. Por ello en estos días estuvo en La Moneda y en varias otras reuniones para reclamar por el aumento en las tarifas de gas.
-¿Se justifica o no esta alza?
-En términos económicos, sin la menor duda, pero en términos geopolíticos esta alza, que es relativamente moderada, debió ser insertada en un programa más amplio y generoso. Magallanes está esperando un impulso que mal que nos pese tiene que venir de la zona central. Ese impulso es tratar a Magallanes, y a Arica también, como casos especiales. Magallanes es una isla, sólo que por el norte la rodean hielos azules que uno demora cuarenta minutos en cruzarlos por avión. Y por ejemplo hay que impulsar de veras la inversión porque eso es lo que trae empleo. Por ejemplo, habría que prescindir del IVA en Magallanes. Algún técnico me podría responder que eso va en contra del modelo. Yo le respondo que ¿qué es entonces lo que significa la zona libre de Magallanes? Además ¿por qué no suspendemos la aplicación del impuesto de primera categoría sobre las utilidades no distribuidas o sea sobre la reinversión? Además hay que dar señales como concretar que se pueda llegar por tierra al canal del Beagle. O sea hay que definir si se le da vuelo de una vez por todas a Magallanes.
-¿Usted diría que los magallánicos han sido maltratados?
-No sé si maltratados, pero al menos no se les ha protegido como se debe porque la vida en esta zona es más dura. Además hay que tomar en cuenta que Magallanes tuvo un pasado esplendoroso y esas nostalgias inhiben mucho y entristecen un poco. Además hay que tomar en cuenta que el vecindario es complicado. No es una región cualquiera.
-¿Qué le pediría usted al Presidente Piñera?
-Yo le pido mucha generosidad y mucha sensibilidad para factores que no son rigurosamente económicos. También hay que fomentar el aumento de la población.
“Algunos en el gobierno miran en menos a los políticos”
-Usted el año pasado cuestionó en duros términos la acción del gobierno denunciando que incluso algunos parlamentarios de RN ser sentían “ninguneados”. ¿Cambió eso?
-Yo creo que ha mejorado el ambiente y se toman más en cuenta que antes los factores políticos. Efectivamente hay que cultivar una buena relación con los parlamentarios que son al fin y al cabo los que dan la base en el trabajo legislativo. Por eso me quejé en su momento, pero ese ambiente ha cambiado para bien. Todavía puede mejorar otro poco.
-¿Y qué es lo que falta para este 2011?
-Falta profundizar en la toma de posesión de la administración del Estado. Eso tiene que conducir a un cambio mayor en los cuadros que administran un presupuesto que es gigantesco y que es de 55 mil millones de dólares. Y yo me pregunto si acaso hemos hecho lo que hay que hacer para que esos 55 mil millones de dólares se inviertan o se gasten con los criterios propios de una coalición de centroderecha como lo somos nosotros.
-¿Usted diría que falta más presencia de representantes de RN en el gobierno?
-Lo que yo echo de menos es la presencia de más personas con criterios políticos como los que tienen las personas que militan en los partidos políticos. El episodio del alza de tarifas de gas en Magallanes es una ilustración. Tiene una lógica económica imbatible pero esto también tiene un lado social y un lado geopolítico. Y eso no se tomó en cuenta.
-¿Y dónde debiera incorporarse esa gente con más criterio político?
-A mí me parece que se puede tener un criterio técnico que incluya la faceta política. No son cosas que estén reñidas. No es como el agua y el aceite. La eficacia técnica es también muy política. Pero de pronto hay gente que está en el gobierno y que tiene suspicacia con la política, y eso sí que está muy mal. Y creen que llegaron al gobierno simplemente por un acto de intervención divina. Los que han trabajado en política durante estos años simplemente son mirados en menos. Digámoslo con todas sus letras. Piensan que es gente casi dudosa para algunas de estas personas de perfil empresarial o académico. Y ahí se equivocan medio a medio. Nosotros también tenemos nuestros doctorados. Puede que no sean en inglés, pero tenemos doctorados.
lunes, 10 de enero de 2011
Carlos Larraín insiste en alianza con la DC
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