Es muy lamentable que nuestras autoridades actúen con tanta ligereza cuando se firman los decretos que disponen monumentos a distintos personajes que han actuado con mediocridad en la historia, como también cuando se ponen sus mal recordados nombres a plazas, calles, avenidas o distintos lugares públicos.
Próximamente se realizará un acto en la Plaza de la Constitución para conmemorar los 100 años del nacimiento de Frei Montalva, acto al que ya comprometió malamente su asistencia el actual Presidente de la República, Sebastián Piñera.
¿Quién fue Frei Montalva para merecer tanto homenaje y una estatua en el corazón mismo de la Patria?...
Nadie, solo un presidente más de la falsa historieta política de Chile. Porque en nuestra historia, la verdadera, la que narra los hechos que nos dieron independencia y grandeza en el tiempo, no se dice nada constructivo de él, ni aparece hecho de trascendencia alguno que lo enaltezca. Si hay que recordar algo del “personaje” podría ser la destrucción de la agricultura chilena con la tristemente recordada y desastrosa reforma agraria; y por su puesto su “obra magna”, entregarle el país al marxismo internacional en plena guerra fría, cuando el planeta entero se estremecía en el holocausto comunista. Esta última “aventura” hizo que el señor Frei Montalva figurará en la historia verdadera sólo, como el “Kerenski chileno”, por la similitud en el actuar que tuvo con Alexander Kerenski (el responsable histórico de entregar Rusia a los comunistas).
Esos burdos y mediáticos homenajes son parte del marketing preparado y organizado permanentemente por sus oscuros adherentes, quienes tratan en forma desesperada de inventar un lapso de historia que nunca existió, como cuando trataron de transformar en asesinato la peritonitis que terminó con su vida, involucrándose inconstitucionalmente en el caso el propio juez (prevaricador), que llevaba la ridícula causa.
Pero lamentablemente Frei Montalva no es el único personaje falsamente enaltecido…
Es preocupante observar como por años se ha envenenado la mente de la juventud chilena con mentiras que han tratado de endiosar al mismísimo Salvador Allende, la peor bazofia que ha pasado por el Palacio de La Moneda, cuya única “obra” fue el aniquilamiento total de la nación en lo económico, político e institucional; y su sometimiento a la más cruel y criminal de las doctrinas.
Pero las falsas historietas lograron que este irracional personaje también tenga su estatua frente al Palacio de Gobierno, y mejor ni hablar de la cantidad de calles que en Chile llevan su nombre.
Entonces no nos extrañemos si en el futuro las falsas historietas hagan que el señor Aylwin también tenga su espacio en la ya chabacana plaza de la constitución. Dejando muy oculto que el “prócer” siendo presidente entregó un importante pedazo de nuestro territorio a Argentina, sin disparar una bala ni esgrimir palabra alguna en defensa de la soberanía, su más importante obligación constitucional como primer mandatario. Y con el agravante de decir públicamente, que se trataba de un “territorio insignificante”.
¿Sabrá el señor Aylwin cuantos Soldados chilenos en la historia dieron su vida por milímetros de territorio soberano?
Pero lo más lamentable es que estos reconocimientos se basan sólo en falsas historietas construidas con tergiversaciones y dobleces. Duele que nadie haga ni diga nada cuando la verdadera historia, se oculta odiosamente en los arrinconados estantes del olvido.
Titánica es la tarea que estamos dejando a las futuras generaciones: escarbar en el olvido del tiempo en busca de la verdad. Para luego retirar tanto inmerecido monumento y limpiar las calles y avenidas de esos bufosos nombres.
Ojala que esas futuras generaciones se den el tiempo también, para recuperar la verdad oculta, y que se dignifique la imagen de los grandes personajes, los verdaderos constructores de Chile.
Alejandro Russell O’Kuinghttonss
domingo, 9 de enero de 2011
LA HISTORIA Y LAS HISTORIETAS
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