sábado, 15 de enero de 2011

COSAS SIN IMPORTANCIA



DEL BLOGS DE HERMÓGENES

viernes 14 de enero de 2011
Cosas Sin Importancia

Ayer supe la noticia a través de una persona que recién la había visto en TV: Jaime Ravinet le presentó su renuncia al Ministro del Interior. Hoy, dependiendo del diario que uno leyera, el Presidente le pidió la renuncia a Ravinet o éste se adelantó a presentarla. Pero no tiene importancia.
A un Presidente que siempre tiene que salir primero en todo es inútil renunciarle, porque al final siempre aparecerá él pidiéndola primero.
Son cosas sin importancia, pero estructuran una forma de gobernar y de informar. Porque si hay una diferencia entre lo que pasó y lo que se informó, esa diferencia la determina el gobernante. Pero, en fin, como dije, tampoco tiene mucha importancia.
El Ejército resolvió comprar un puente meccano para el Bío Bío, para colaborar en la reconstrucción. La Contraloría objetó. Además, Obras Públicas tenía un puente más barato. No fue Ravinet, pero hizo un comentario desafortunado, porque nadie lo entendió ("el puente vale callampa"). Catalina, ya van dos.
La Armada invitó a parlamentarios de Defensa a un viaje en el "Aquiles", con señoras. Señal de poca austeridad. Se la cargaron también a Ravinet. ¿Dijo él que convidaran a las señoras? No está probado, pero se lo cargaron a él. Catalina, ya van tres.
Cuando la Iglesia propuso un indulto general que alcanzara a los militares, Ravinet estuvo de acuerdo, pero el Presidente, que, todos sabemos, está a la izquierda de Ravinet en cuanto a perdonar militares, desechó la idea. Van cuatro, Catalina. Entonces la Iglesia se asustó y aclaró que no había pensado en pedir perdón para los militares. Políticamente correcto, pero no tuvo importancia y el que quedó mal fue Ravinet.
El Ejército resolvió comprar una casa de un millón de dólares para el Jefe del Estado Mayor Conjunto, una institución que se le ocurrió crear a la Concertación, en lo cual tuvo el apoyo de la Alianza, como otros disparates de la Concertación. Porque Chile había funcionado bien y había podido ganar todas sus guerras sin Jefe del Estado Mayor Conjunto que tuviera que vivir en una casa de un millón de dólares. Pero de nuevo la imagen de austeridad salía mal parada. ¿A quién echarle la culpa? Obvio, a Ravinet, incluso aunque no lo hubiera decidido él ni, excepcionalmente, dijera nada inadecuado al respecto. ¡Van cinco, Catalina!
Pero ¿a quién diablos se le ocurrrió nombrar ministro a Ravinet? ¿Al Presidente? No, por supuesto, porque él no comete errores. Hay que buscar a quién echarle la culpa, Eso es de la esencia de cualquier oficio.
Ravinet está en estos momentos en Pucón y probablemente no tiene tiempo para leer los diarios e informarse sobre si él renunció antes o después de que el Presidente le pidiera la renuncia. Lo único claro es que si lee diferentes diarios se va a quedar con la duda. Lo cual, por lo demás, a estas alturas no tiene ninguna importancia.
El puente meccano ya se va a terminar. Es el más caro de los dos, dicen, pero a estas altura empezar otro saldría todavía más caro. Al viaje del "Aquiles" fueron todos sin señoras, contradiciendo una vieja máxima campesina que aprendí en mi juventud: "hay que viajar siempre con mujer, aunque sea con la propia". El Jefe del Estado Mayor Conjunto deberá, aparte de averiguar qué puede hacer en su cargo, conformarse con una casa de menos de un millón de dólares. Sus cocteles serán menos lucidos, pero una persona con rigurosa formación militar puede sobrevivir a eso.
En todo caso, ya ninguno de los anteriores es problema de Ravinet. Incluso, dicen, nadie pretende culparlo por lo que está sucediendo en Magallanes. Pero eso tiene importancia, tanto que un diputado ha anunciado de la manera más solemne en que se puede expresar algo hoy día (por twitter): "No nos ganarán, y si no, cheee, nos vamos al otro lado del alambre". Eso es lo más grave de todo lo que ha sucedido últimamente. ¿Se puede ser diputado chileno y escribir eso? Pero como es algo importante, lo excluyo de ete comentario. ¡Ah!, y en esto último tampoco tuvo nada que ver Ravinet.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce

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