Estados Unidos monitoreó presentación de demanda peruana ante La Haya
Uno de los documentos, fechado el 15 de enero de 2008 y enviado desde la embajada en Lima, reconoce vigencia del tratado de 1954 a la hora de fijar los límites marítimos.
S. RIVAS y B. COVARRUBIAS
El Mercurio
EE.UU. siguió de cerca en enero de 2008 la decisión del gobierno peruano de presentar ante la corte de La Haya la demanda que busca modificar el límite marítimo con Chile y las primeras reacciones por el hecho en ambos países, según nuevas revelaciones de cables diplomáticos obtenidos por WikiLeaks.
Cuatro documentos durante ese mes, dos enviados desde la embajada de Lima y dos desde la legacion de Santiago, dan cuenta del interés de Washington por el tema.
El primero de ellos, fechado el 15 de enero y firmado por James Nealon, entonces ministro consejero de la embajada de EE.UU. en Perú, advierte que el gobierno de ese país planea "en un plazo breve" presentar su demanda ante La Haya. La presentación se concretaría al día siguiente.
En el cable, Nealon hace un relato de los antecedentes históricos del tema, con una mención en que se reconoce la vigencia del tratado de 1954, que junto al de 1952 fijó los límites marítimos entre Chile, Perú y Ecuador, lo que Lima desconoce.
El cable señala que en el tratado de 1952, se fijó una banda a cada lado de la frontera marítima donde los barcos pudieran moverse libremente, para evitar castigos a pescadores que cruzaran accidentalmente a las zonas soberanas del país vecino.
"El acuerdo de 1954 estableció esa banda a lo largo del 'paralelo que constituye el límite marítimo entre los dos países'. Esto es: para propósitos de barcos pesqueros de uno de los países que se extravíen en las aguas territoriales del otro, el acuerdo tácitamente reconoce la frontera marítima entre Perú y Chile como una línea proyectada hacia el oeste al interior del océano a lo largo de una lateral geográfica (paralelo de latitud). En protocolos conjuntos en 1968 y 1969, Perú y Chile confirmaron dicha interpretación", relata el cable.
En otro apartado, se afirma que "los políticos peruanos regularmente explotan la disputa fronteriza para apelar a los sentimientos nacionalistas de la población". Incluso, se menciona al ex presidente y actual líder en las encuestas para suceder a Alan García, Alejandro Toledo, señalando que en 2004, "cuando sus números de apoyo en las encuestas bajaron a un solo dígito, agitó la disputa limítrofe llamando públicamente a Chile a abrir negociaciones. En noviembre de 2005, Toledo firmó una ley, aprobada en forma unánime por el Congreso, reestableciendo de forma unilateral la frontera marítima de acuerdo a la pretención de Perú", se dice.
Otros dos cables, del 25 y el 28 de enero, dan cuenta de la reacción en Chile. En el primero, se destaca el apoyo público unánime a la reacción del gobierno de Michelle Bachelet, y el malestar del Ejecutivo porque Perú decidiera "escalar el problema políticamente". El segundo relata una visita a Arica de funcionarios estadounidenses para recabar opiniones por el tema, en que se menciona que, de acuerdo a dirigentes locales, la ciudad no estaría bien preparada para una defensa ante un eventual ataque, lo que es relativizado por los propios diplomáticos.
Reacciones de Santiago
El último cable de la serie es del 31 de enero, enviado desde Lima. En él, se cita a un consejero de la embajada chilena -cuyo nombre está borrado-, que afirma que el Gobierno se sintió "traicionado" por el aparente cambio de postura de Alan García, dado que le había asegurado a Bachelet en una visita a Chile como presidente electo que el tema no sería una prioridad.
En el mismo texto, se le atribuye un comentario en relación a que el Gobierno chileno estaría "más preocupado de que la corte de La Haya pudiera entregar concesiones a Perú" tras un fallo en relación a una disputa entre Colombia y Nicaragua, aunque afirmando que a su vez, otro fallo, por un litigio entre Honduras y Nicaragua, despertaba menor preocupación.
Dicho comentario fue la base para que el diario peruano El Comercio titulara ayer que el "Gobierno de Chile teme fallo favorable a Perú en La Haya", y agregara que ello era una "confirmación de la solidez de los argumentos peruanos".
Sin embargo, en la Cancillería chilena negaron la veracidad de esa información, dado que, según se afirmó, aquello respondía a una visión parcial de los cables y no a lo expresado en la totalidad de ellos, destacando que el artículo incluía opiniones de la Cancillería peruana buscando reafirmar la tesis.
Quien fijó la postura oficial fue el agente chileno ante La Haya, Alberto van Klaveren. "Uno no sabe con qué quedarse: si con lo que dice el cable mismo o con una interpretación bastante parcial, que es del propio periódico y que han consultado obviamente a algunas fuentes oficiales peruanas", dijo a "El Mercurio", agregando que "si hay algo que está claro es que la Corte siempre respeta la primacía de los tratados, y los tratados obviamente están dándole la razón a Chile".
La misma postura predominó en todo el espectro político. "Lo que veo es una clara manipulación de parte de la Cancillería peruana", dijo el diputado PPD Jorge Tarud. Su par UDI Iván Moreira coincidió en dicho punto, y recalcó que "Chile tiene una defensa sólida en La Haya basada en el derecho internacional y en el ejercicio de la soberanía".
"El acuerdo (de 1954) tácitamente reconoce la frontera marítima entre Perú y Chile como una línea proyectada hacia el oeste al interior del océano a lo largo de una lateral geográfica (paralelo de latitud). En protocolos conjuntos en 1968 y 1969, Perú y Chile confirmaron dicha interpretación".
CABLE DEL 15 DE ENERO DE 2008 DE LA EMBAJADA DE ESTADOS UNIDOS EN PERÚ
domingo, 20 de febrero de 2011
Nuevas revelaciones en documentos de WikiLeaks
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