martes, 26 de abril de 2011

Reflexiones y Esperanzas en Semana Santa



MENSAJE RECIBIDO DE UN GRAN COMPAÑERO Y AMIGO, ACTUALMENTE PRESO
INJUSTAMENTE CON OTROS CAMARADAS, QUE LO UNICO QUE HICIERON FUE
SALVAR A CHILE DEL YUGO MARXISTA, MIENTRAS QUE LOS TERRORISTAS
GOZAN DE BUENA SITUACION Y DEL OLVIDO DE TODAS LAS TROPELIAS POR
ELLOS COMETIDAS, POR ESO ,AYUDEMOS A NUESTROS CAMARADAS, RELATANDO LA VERDAD DE LOS HECHO QUE LLEVARON A ACTUAR A LAS
FFAA EN DEFENSA DE LA PATRIA

BORIS ORTIZ INFANTE

Estimados amigos:
A continuación les envío un escrito que como preso he estimado necesario hacer en esta especial oportunidad. Ruego difundir y aportar con vuestras gestiones y contactos, para que nuestras esperanzas se hagan realidad.
EDUARDO


DESDE PUNTA PEUCO


REFLEXIÓN Y ESPERANZA DE UN PRESO EN SEMANA SANTA

REFLEXIÓN:

Semana Santa… tiempo de oración… tiempo de reflexión…, y también tiempo de recordación. Recordamos que Jesús murió por nosotros, luego de ser apresado, condenado por los fariseos, horriblemente flagelado y crucificado, habiéndose lavadas las manos las autoridades romanas de esos tiempos; para luego resucitar en gloria y majestad y sentarse a la diestra de Dios Padre.
Con el paso inexorable del tiempo, los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Orden que estamos presos recordamos que nos empleamos profesionalmente, en tiempo de caos político y moral de nuestra Patria, para cumplir con nuestro Juramento a la Bandera… “Servir fielmente a la Patria… “ y “Obedecer con prontitud y puntualidad las órdenes de mis superiores…”.
Reflexiono también en la soledad de mi celda, al mirar un pergamino que hice con la frase… “Cuando el peligro acecha Dios es recordado, y el soldado solicitado… cuando el peligro ha pasado, Dios es olvidado y el soldado es odiado”. Bueno… y aquí estoy…, odiado, procesado y condenado. Los que estamos en esta situación, no hay duda que llevamos una cruz; una cruz que nos ayuda a llevar nuestra familia, y no muy numerosos amigos.
Cruz que nos han ayudado a llevar Pastores y Diáconos de la Iglesia Anglicana Cantagallo, y Monseñor Cristian Precht Bañado, ex Vicario de la Solidaridad en tiempo del Gobierno Militar, quien nos ha celebrado misa en el Penal de Punta Peuco, las últimas 4 navidades, bautizado y celebrado el sacramento del matrimonio a familiares.
El paso inexorable del tiempo ha hecho que varios de los presos lleven hasta más de veinte años en esta situación, sin recibir los beneficios, o indultos que la ley consigna en nuestra Nación, a pesar de no ser peligro para la sociedad, como lo recalcó Monseñor Bernardino Piñera que hace poco estuvo visitándonos; y haber observado siempre una irreprochable conducta. Ha primado el dicho de algunos pocos… “Ni perdón ni olvido”, a pesar de lo que quiere la mayoría… “Verdad, Justicia y Reconciliación”.
Y me refiero a la Verdad no parcial, sesgada y políticamente dirigida contra el soldado; y me refiero a la Justicia no manipulada, que no aplica leyes vigentes en el país, y si aplica leyes y tratados internacionales no vigentes en nuestra Nación en el momento de ocurridos los hechos que se nos imputan; y me refiero a la Reconciliación definitiva no lograda, con el verdadero reencuentro de la civilidad con sus Fuerzas Armadas y de Orden.
Ya hay más de 70 uniformados cumpliendo condenas y a muchos les interesa desentenderse de ellos, pues quieren demostrar al mundo que los distintos gobiernos post Gobierno Militar se han encargado de encarcelar a los pseudos violadores de los derechos humanos. Pero los verdaderos responsables de lo ocurrido en el país , ya sea por apoyar e instigar el Pronunciamiento Militar de 1973, o por haber producido el mayor quiebre político, económico y social de nuestra historia, están libres y se han lavado las manos, Hay quienes miran las encuestas antes de dar solución a la situación de los militares procesados y condenados…; hay que tener cuidado… ¡Puede que la mayoría signifique que los tontos, y a los que le falta coraje moral estén en el mismo lado, y sin visión de verdaderos estadistas!

ESPERANZA:
La Fe en Cristo Nuestro Señor no se pierde. Hay una justicia divina, más allá de la justicia de los hombres. Por eso oramos frente a nuestra pequeña gruta todos los días a las 19,00 hrs.
Pero los presos militares, nuestros familiares y verdaderos amigos también esperamos la justicia terrena.
Nuestras familias y nuestros amigos no quieren seguir viajando los 90 kilómetros de ida y vuelta, para llegar a una cárcel en la que tienen que someterse a rigurosos registros al entrar y al salir; tampoco quieren vernos esposados y humillados cuando concurrimos a nuestra instalaciones militares de salud; tampoco quieren seguir escuchando el maltrato moral y verbal de aquellos que nos tratan de criminales y torturadores. Ellos y nosotros tenemos la esperanza de que la cordura llegue a las autoridades, políticos y miembros del Poder Judicial; tenemos la esperanza que la persecución político judicial de que somos objeto termine; tenemos la esperanza de que más luego que tarde podamos regresar al seno de nuestros hogares; tenemos la esperanza que ninguno de nosotros siga muriendo en la cárcel, ya que el promedio de edad es de 66 años, varios ya han sobrepasado con creces los setenta, y las condenas de que somos objeto, significan verdadera condenas de muerte, en especial para los que tienen la salud muy deteriorada.
No perdemos la esperanza de que se concedan los beneficios a los que tenemos derecho, y que en forma incomprensible se han continuado negando por las actuales autoridades; no perdemos la esperanza de que se indulte a los que están gravemente enfermos, no perdemos la esperanza de que el gobierno ponga urgencia al Proyecto de Ley del diputado Bustos (QEPD) y del diputado Burgos entre otros. Proyecto que se considera importante para la población penal del país, ya que va en la dirección que quiere el gobierno para disminuir el hacinamiento en las cárceles, considerando a los mayores de edad y a los gravemente enfermos. Obviamente sin que se discrimine una vez más entre civiles y militares y que se considere el beneficio desde los 65 años en adelante, que corresponde a la tercera edad.
¿Por qué autoridades y políticos se niegan a reconocer que verdaderamente hemos sufrido una persecución político judicial, y que hay jueces y ministros prevaricadores que lo único que quieren es ascender en su carrera judicial? ¿Por qué no se quiere reconocer que mucho de los militares condenados están presos sin que realmente hayan cometido el delito que se les imputa? ¿Por qué se insiste en llamar criminales y torturadores a los que no tienen a nadie secuestrado y ni siquiera conocieron a la supuesta víctima?
¿Por qué se siguen desconociendo hechos probados por muchos votos de minoría de jueces y ministros que han reconocido la verdad de los hechos? Y finalmente… ¿Porque aquellos que reconocen que en muchos de nuestros procesos y condenas se vulneró la ley, siguen coludidos con el quebrantamiento de la justicia en Chile?

TENGO ESPERANZA EN LA JUSTICIA DIVINA…
Y QUE, MÁS LUEGO QUE TARDE, SE HAGA JUSTICIA TERRENA.

EDUARDO ITURRIAGA NEUMANN
GENERAL DE DIVISIÓN
PRESO POLÍTICO MILITAR EN PUNTA PEUCO





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