sábado, 30 de julio de 2011

DEL BLOGS DE HERMÓGENES




Los Archivos de la Traición


Esta mañana veía en las páginas de vida social de "El Mercurio" las fotografías de la celebración con que TVN presentó su serie "Los Archivos del Cardenal", archivos que, como es bien sabido, no fueron del Cardenal sino del Archivero de la Vicaría, alto jefe comunista y del FPMR, José Manuel Parada. Sentí vergüenza ajena de ver cómo ahí estaban, posando sonrientes, algunos oficiales del Ejército en colaboración con autoridades de TVN, parlamentarios, entre ellos el diputado comunista Hugo Gutiérrez, destacado defensor de terroristas, todos haciéndose por igual cómplices de la denigración de las instituciones uniformadas.
Y había en la escena no pocos civiles de derecha que, en su tiempo, expresaban loas (a veces exageradas) a las fuerzas armadas y carabineros por haber salvado al país de la esclavitud totalitaria. Hoy aplauden a los que, con dineros públicos, se dedican al ludibrio de los salvadores de Chile.
Pero yo también tengo mis archivos. Y así, tras ver lo anterior, desenterré dos páginas de "El Mercurio" de 26 de mayo de 1986, donde la Corporación por la Paz publicó las fotografías de 47 uniformados asesinados por el MIR y el FPMR entre abril de 1978 y esa fecha: 28 carabineros, nueve integrantes del Ejército, cuatro de Investigaciones, tres de la Armada y tres de Gendarmería. "Caídos por Dios y por la Patria en cumplimiento de su deber". Todos muertos a traición o en atentados terroristas.
Muchos de los autores de los crímenes seguían prófugos, pero otros habían sido apresados y tenían abogados defensores. En la lista de estos últimos se puede reconocer a varios "abogados de derechos humanos", pero en ese caso defensores de quienes atropellaron los derechos humanos de los caídos: Alejandro González, Laura Soto, Hernán Quezada, Fernando Zegers Ramírez, Alejandro Hales.
Entre las víctimas estaba Arnoldo Antonio Parra Gutiérrez, un vigilante de 31 años tomado como rehén y asesinado de un balazo por los terroristas de extrema izquierda. Los autores fueron detenidos, pero intercedieron por ellos "todos los abogados de la Vicaría de la Solidaridad", dice la publicación.
Otra víctima que aparece es el carabinero Miguel Ángel Vásquez, asesinado a mansalva por seis frentistas el 29 de abril de 1986. Al ser perseguidos, algunos resultaron heridos y fueron atendidos por un médico de la Vicaría de la Solidaridad y en una clínica contratada por ésta, y encubiertos por un abogado de la misma. Los tribunales procesaron a ambos profesionales como cómplices. En los procesos, los asesinos fueron defendidos por los abogados de la Vicaría. Con el tiempo, el abogado cómplice fue indultado y posteriormente se convirtió ¡en Director de la Agencia Nacional de Inteligencia!, bajo los gobiernos de la Concertación.
Cuando la justicia descubrió que la Vicaría operaba como brazo logístico del terrorismo marxista, proporcionándole a éste clínicas para la atención de subversivos heridos y prófugos, y defensa judicial en caso de ser aprehendidos, el ministro sumariante solicitó al Vicario, monseñor Valech, las fichas de atención médica, que eran muchas, dado que desde hacía largo tiempo la citada repartición del Arzobispado prestaba este servicio al terrorismo, financiado, por supuesto, con los aportes de los fieles católicos.
Pero el Vicario se negó a entregar las fichas al ministro, lo cual lo constituyó en responsable del delito de obstrucción a la justicia. Pero como ésta no es pareja (en realidad, en Chile ni siquiera es justicia), el Vicario no entregó nada, encubrió al MIR y al FPMR, y nadie lo volvió a molestar.
Debido a sus méritos al servicio de la causa marxista, Valech fue puesto después a cargo de distribuir beneficios para unos treinta mil izquierdistas que, bajo Ricardo Lagos (y en medio de un vendaval mediático que, mirado a la luz de la verdad histórica, habría resultado patético si no hubiera sido simplemente ridículo) repartió pensiones mensuales que hoy deben ser de unos 150 mil pesos a cada uno de quienes refirieron haber recibido malos tratos y por ese solo hecho.
Los chilenos contamos entre nosotros con un número respetable de traidores. Pero en todas partes los traidores son, por lo menos, discretos. Acá no. Acá traicionan con publicidad.
Hay uno de los que posaron en la ceremonia con que TVN ha presentado su teleserie propagandística "Los Archivos del Cardenal" que no tiene ninguna razón para avergonzarse: el diputado comunista Hugo Gutiérrez, cuyo partido, mediante dicha serie, le ha convertido un gol de media cancha al actual V Gobierno de la Concertación, que ha resultado tanto o más generoso que sus antecesores para entregar recursos destinados al lavado de cerebros de los chilenos a fin de que jamás lleguen a conocer toda la verdad histórica.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce



La Falta de Autoridad

Gobernar es difícil, porque el principal requisito para hacerlo bien es ejercer la autoridad. El candidato puede sonreírle a todo el mundo y decirles a todos que sí, pero cuando se convierte en gobernante no puede seguir en campaña electoral y debe hacer valer su autoridad y velar por el respeto a las leyes. Si continúa comportándose como candidato, el país se le va a ir de las manos.
Y en estos días el país se le está yendo de las manos al Gobierno. Hay ilegalidad y violencia en demasiadas partes, porque no hay autoridad. Y se prueba una y otra vez que atropellando la ley se consigue cualquier cosa.
Ahora hay una costosa huelga ilegal en la mina de cobre más importante del país, Escondida. El Gobierno dice que se trata de una empresa privada y por eso no va a intervenir, pero el problema no es privado sino público, pues se ha atropellado la ley y se ha hecho uso de la fuerza ilícita, y eso nunca ha sido un problema privado. Con el agravante de que en la empresa minera estatal, Codelco, comienza a gestarse otro movimiento huelguístico, también ilegal, en apoyo del primero.
Días atrás los pobladores de Dichato ejercieron violencia extrema y consiguieron una solución. ¿Es esto un buen ejemplo para los demás chilenos que aspiran a conseguir algo del Gobierno?
El movimiento terrorista que opera en el sur ha perpetrado su atentado número 110 contra la familia Urban. Hay carabineros heridos a bala por los terroristas. Se puede asegurar que habrá más, porque los policías sólo pueden responder el fuego terrorista con balines de goma y bombas lacrimógenas. Al ver esto, el agricultor Seitz, de la misma zona, que ha sido ya víctima de atentados y robos, advierte que él va a repeler los ataques con sus propias armas de fuego. ¿No era evidente que esto iba a suceder? Si el Gobierno no es capaz de imponer la legalidad, la gente honrada se ve obligada a tomar la defensa de la ley en sus propias manos.
Los estudiantes han ocupado por la fuerza colegios y universidades. En los primeros se va a perder, al parecer, el año escolar. ¿Y la autoridad? No hace nada. Ofreció cuatro mil millones de dólares y ello no sirvió de nada, pues las clases no se han reanudado. ¿Cómo puede ser que los alumnos que quieren asistir a clases no puedan hacerlo y tengan que perder el año porque el Gobierno no es capaz de ejercer sus atribuciones legales?
Ya en Magallanes la autoridad echó pie atrás en una iniciativa completamente justificada, como lo es la de que los habitantes de la zona paguen algo aproximadamente parecido a un precio razonable por el gas que consumen. El Ministro de Energía debió renunciar por impulsar esa justa medida. El precio del gas en esa zona es la novena parte del de Santiago. Eso se traduce en un consumo abusivo. En invierno las casas de Punta Arenas se vuelan de calor. Claro, porque el gas está demasiado barato. Todo eso conduce a una encrucijada, pues un precio tan bajo conducirá fatalmente a la escasez. Y todo porque el Gobierno no fue capaz de imponer su autoridad para que el gas allá tuviera un precio justo, se consumiera menos y se crearan incentivos para un mayor abastecimeiento.
El déficit del Transantiago será eterno si no se consigue que quienes hoy eluden el pago del pasaje comiencen a pagarlo. Pero eso exige imponer la disciplina, aunque sea a la fuerza. Impopular, por supuesto, pero de otra manera nunca se va a solucionar el problema y el mal ejemplo cundirá.
Ya vimos que en Isla de Pascua un inversionista privado fue víctima de una "toma" ilegal. Ante la falta de energía del Gobierno para defender el derecho de propiedad, tuvo que entrar en una transacción que le implicará perder su inversión dentro de un plazo de 30 años. Si ese inversionista hubiera sabido eso, seguramente no habría hecho el millonario desembolso. Pero creyó que en Chile regían las leyes.
Entonces no le busquemos "la quinta pata al gato" para saber por qué hay tantos desmanes, paralizaciones, "tomas" y protestas violentas. No es que la gente esté "indignada"; es porque se ha dado cuenta de que se puede conseguir cosas atropellando las leyes y eso queda en la impunidad.
El desorden generalizado no es, pues, un signo de los tiempos, sino la consecuencia lógica y necesaria de la falta de autoridad.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce

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