jueves, 14 de julio de 2011

FISCAL ALFONSO PODLECH






La Resolución de la Corte de Justicia romana que absuelve y deja en libertad al ex Fiscal chileno Alfonso Podlech, luego de haber permanecido casi tres años en una cárcel italiana, deja al descubierto entre otros tantos, cuatro importantes detalles del lamentable y turbio caso:



PRIMERO. El ex Fiscal fue apresado en un país extranjero sin motivo alguno, la mejor prueba es la resolución final del larguísimo proceso que lo deja en libertad, y que dice textual: “POR NO HABER COMETIDO EL HECHO”



SEGUNDO. El Estado de Chile durante los tres largos años que duró el cautiverio de un ciudadano chileno inocente (gobiernos de Bachelet y Piñera), no realizó gestión alguna a través de la Cancillería por protegerlo, como sí se ha hecho muchas veces para defender a delincuentes que en el extranjero ensucian el nombre de Chile.



TERCERO. La izquierda chilena (en el poder cuando se inició el caso), gastó una enormidad de recursos en abogados y enviando a Roma innumerables falsos testigos, tratando de instituir como verdadera una flagrante farsa, lo que a diferencia de lo que ocurre en Chile, finalmente fue rechazado por la Justicia italiana.



CUARTO. El sucio negociado de los derechos humanos queda en franca evidencia, cuando la esposa de la supuesta víctima (un ex sacerdote italiano), a la salida del tribunal romano expresa grotescamente: “¿Y AHORA QUE NOS SUCEDERA A NOSOTRAS?”, lo anterior ante la realidad de no poder ejecutar la segunda parte del “plan”, interponer junto a su hija, una demanda millonaria en contra del Estado de Chile por la responsabilidad de un “agente del estado”, en la muerte de su marido.



El caso del Fiscal Podlech fue doloroso, humillante y largo, pero tuvo un desenlace correcto, se supo respetar la verdad y hacerla prevalecer sobre la injuria; un mérito para la Justicia italiana.



A diferencia de los millares de casos de derechos humanos ventilados en tribunales chilenos, donde el imperio de mentira y el odio se imponen ante cualquier cordura o atisbo de verdad, donde se persigue insaciablemente, se encarcela despiadadamente, y se pulverizan las arcas fiscales con morbosas indemnizaciones. Y lo peor, donde la Justicia se mofa de todo lo estipulado en la Constitución Política de la República y las Leyes chilenas.



Un sincero reconocimiento a don Alfonso Podlech y a su familia, por la fe y perseverancia que supieron mantener ante tanta adversidad.





ALEJANDRO RUSSELL O’KUINGHTTONSS





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