jueves, 7 de julio de 2011

MISION : NO DEJAR GOBERNAR A LA DERECHA





Directriz Comunista


“CUT Y PASTE” CON DIRECTRIZ COMUNISTA

Escribe Lillian Calm:

“en 2011, es como si ambos prohombres —Volodia Teitelboim y Luis Corvalán— hubieran resucitado en el discurso de esta universitaria buenamoza que comanda a los estudiantes”.


Soy de los tiempos en que PC significaba Partido Comunista y no Personal Computer. Todo parece haber evolucionado en pocas décadas… todo, salvo los comunistas. Y lo acabamos de comprobar. En las última semanas ha irrumpido en el escenario político una universitaria que ha llamado la atención general por lo buenamoza, tanto que en su primera aparición pensé que iba a exponer ante los medios periodísticos su próxima participación en uno de esos concursos de misses en que compiten unas con otras, y en que las dejan tiqui taca para insertarse en el jet set de la farándula. ¡Y especialmente ahora en que leí por ahí que Chile volverá a participar en el Miss Universo! Pero no. Ésta no hablaba de centímetros de más ni de menos y me pareció que ella tampoco se había hecho ningún arreglín estético.
Mayor fue mi sorpresa cuando la oí hablar igualito a como lo hacían en esos lejanos años en que yo me iniciaba en el periodismo tanto don Volodia Teitelboim como don Luis Corvalán. ¡Qué increíble lo conservadores que son los comunistas!, no pude dejar de reflexionar cuando me di cuenta de que su discurso era “cut y paste” del de esos próceres. Como si ni siquiera una coma hubiera cambiado.
Los entrevisté a los dos. Recuerdo a don Volodia como un hombre muy culto, que tras recitarme las consabidas monsergas ideológicas (de las que nuestro nuevo personaje femenino ahora parece hacer cut y paste, recurriendo a los avances que ha traído la computación), se fue desrigidizando y comenzó a hablar conmigo de literatura. Incluso me dedicó un libro suyo que conservo hasta ahora.
Y para qué hablar de don Luis Corvalán, también honorable senador de la República cuando vivía sus mejores años de parlamentario. Me recibió en su oficina del Congreso Nacional (situada entonces en el imponente edificio en el centro de Santiago), ornamentada con decimonónicas alfombras rojas. Espetó el mismo discurso que Volodia, pero recuerdo que a cada rato, mientras repetía esas consignas, escupía en algo pequeño con forma de brasero que había en el suelo y que hasta entonces yo no había imaginado para qué servía: se llamaba escupitín y parece que en otras épocas era de buen tono (o, más bien, de muy mal tono) escupir ahí.
Ahora, en 2011, es como si ambos prohombres hubieran resucitado en el discurso de esta universitaria buenamoza que comanda a los estudiantes. Frases sin mayor contenido, con idéntico léxico, pronunciadas casi en el mismo tono cadencioso, vuelven a repetirse y reiterarse, claro que esta vez sin aludir a la “Rusia soviética”, leitmotiv de las declaraciones comunistas del siglo XX. Pero siempre persisten lugares comunes como “apuntar hacia el mismo norte”, el “Estado garante”, “aunar demandas”, “reforma estructural…”. Y, por supuesto, las consabidas menciones a la “opinión de las mayorías” y las “diferencias ideológicas”.
No es difícil deducir que, en gran parte, desde esa colectividad proceden las directrices que hoy tienen a los estudiantes en la calle. Basta leer la declaración pública aprobada en la reunión del Comité Central del Partido Comunista Chileno, del reciente 19 de junio de 2011. Un solo párrafo como ejemplo (la redacción no es culpa mía):
“Las grandes manifestaciones estudiantiles, de profesores y trabajadores de los últimos días, las que a su vez han sido antecedidas por importantes movilizaciones contra el proyecto empresarial imperialista de HidroAysén, las de apoyo a los prisioneros políticos Mapuches, que alcanzaron a estar 87 días en huelga de hambre, junto a diversas huelgas obreras en variadas empresas, donde la más destacada ha sido la de los trabajadores subcontratistas de CODELCO. Estas movilizaciones no pueden verse por separado o que tengan por objetivo obtener alguna satisfacción dentro del marco económico e institucional existente, por el contrario, nos hablan de un momento especial, donde ya no se puede seguir con el actual orden político, económico y social”.
Está más que claro: las movilizaciones no están inspiradas en el mentado afán de lucro o en la reinvindicación del pase escolar, sino en que “no se puede seguir con el actual orden político, económico y social”, como sentencian ellos. En suma, lo que se busca es el desgobierno.
“Cut y paste”, “cut y paste”, cortar y pegar del discurso de un Volodia que militó en las Juventudes Comunistas desde los 16 años (y esta universitaria destaca en esas mismas Juventudes) y de un Corvalán, que llegó a ser secretario general del Partido Comunista como seguramente terminará siéndolo, llámesele ahora al cargo como se le llame, esta novel Pasionaria criolla. Quizás lo haría mejor como miss de belleza, donde no se requiere tanto “cut y paste” ideologizado y extraído del legado de los antiguos próceres.▄▀







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