Protestas buscan desestabilizar al gobierno

Escribe don Juan Carlos Toledo de la Maza

Desde hace tiempo, desde el MUNA, vengo cacareando que
viene el lobo", con poco éxito por cierto. Las actuales
generaciones de ministros y parlamentarios, por su edad y el
silencio de los buenos, nunca supieron de la reunión de la
izquierda en Chantilly en los 80´s, no precisamente para hacer
crema.
Si leen a C. Warnken y su apología de la Vallejos en el Mercurio
de hace unos días, verán que se tragó a Gramsci con parka y
botas. Lo grave de la situación actual, es que no existen
corrientes ideológicas que se opongan al discurso neo
marxista, como las hubo antaño, incluso con la DC.
Por tanto, la aparente sinrazón de la actitud no dialogante de
los estudiantes no pareciera tener lógica. Sin embargo, si se
toman el tiempo para leer este documento, dejarán toda
ingenuidad, pues comprobarán de dónde sale la plata para
mantener movimientos, lienzos, viajes a Montevideo, etc y que
el claro propósito, no de los jóvenes por cierto, es
desestabilizar al gobierno ¨derechamente¨.



Así también, verán el papel que cumplen las organizaciones de
DDHH en nuestro vecindario americano, el de los abogados del
Ministerio del Interior, de los de la Universidad Diego Portales,
etc. como agentes de neutralización de las FF.AA,
fundamentales para el logro de la Gran Revolución Bolivariana,
que es el norte del Foro de Sao Paulo.

Cuando presidí a los Almirantes en Retiro, oficié nuestra
inquietud por la posible supresión del Consejo de Seguridad
Nacional, que era la válvula de escape que ideó el gobierno
militar para impedir otra crisis institucional como la del 70 o
denunciar planes como éste. De nada sirvió.

El Consejo se suprimió igual y además se nos llamó la
atención. Ahora han visto ustedes la débil convocatoria del
Presidente, que no pone de acuerdo ni siquiera a sus partidos.
En fin, lean y después me dicen si estoy equivocado y si las 13
toneladas de armas de Carrizal que tiene a su disposición el Sr.
Teillier son o no " por si las moscas" de Corvalán.