martes, 30 de agosto de 2011

¿SE SUMA EL GOBIERNO A LA REVOLUCIÓN?



DEL BLOGS DE HERMÓGENES

domingo 28 de agosto de 2011

¿Se Suma el Gobierno a la Revolución?

A Sebastián Piñera lo eligió una mayoría para que gobernara por cuatro años y de acuerdo con un programa en que no se contemplaba la estatización completa de la educación, ni el cambio del sistema económico-social, ni una nueva Constitución ni un plebiscito para resolver acerca de lo que debe hacerse frente a una huelga estudiantil.
De repente aparecieron dos dirigentes comunistas, una, Camila Vallejo, presidenta de un organismo estudiantil, elegida con 773 votos de un universo de 21 mil; y el otro, Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores, con una representatividad no mucho mayor que ésa, y plantean que la elección de un nuevo gobernante no vale nada, que el programa de gobierno tampoco vale nada y que debe cambiarse la estructura política, económica, social y educacional del país. No tienen otro apoyo que el de la fuerza. Pues se han tomado numerosos colegios y son capaces de convocar a muchos miles de personas a las calles, ocasionar enormes destrozos, herir a centenares de carabineros y paralizar varias ciudades una y otra vez.
Y el país mira atónito todo lo anterior. ¿Para qué elegimos un gobierno, debe estarse diciendo más de la mitad del electorado, si aquí un par de dirigentes comunistas hacen lo que se les ocurre, pasan por sobre la Constitución y la ley y exigen que se materialice una revolución que no tiene nada que ver con lo que nosotros votamos?
Bueno, ya nos habíamos dado cuenta de que, en realidad, casi no hay autoridad, porque en estos tres meses toda la legalidad ha sido desafiada impunemente y se ha paralizado el sistema educacional por la fuerza, lo que es ilegal y jamás un gobierno con autoridad podría haberlo permitido. Pero lo ha permitido.
Y después gran parte del sector público, de los funcionarios del Gobierno, han paralizado ilegalmente por dos días, si bien sin poder detener al país y ni siquiera por completo a la administraicón estatal. Pero todo eso fue ilegal y, sin embargo, parece que aquí tampoco ha pasado nada. Además, todos los hechos que han rodeado esa paralización son constitutivos de delitos contra la seguridad del Estado, pero el Gobierno ha dicho que no va a aplicar esa ley. En el fondo, no se atreve. El gobernante dice implícitamente que pueden hacerlo de nuevo, si quieren, y no les va a pasar nada.
El Ministro de Educación, consciente de que el Gobierno no tiene autoridad para imponer el orden y la legalidad, ha ido haciendo sucesivas concesiones a los estudiantes huelguistas, e iniciado un tibio proceso de apertura de la posiblidad de que vuelvan a clases los estudiantes que quieren estudiar (si bien parece que son una minoría). Y ha dicho que la sede del diálogo con los dirigentes de la huelga revolucionaria es el Congreso.
Se supone que el Ministro es el agente directo del Presidente, pero éste "le ha quitado el piso" y ha anunciado que él personalmente recibirá a los dirigentes de los estudiantes en huelga en La Moneda. ¿Para qué sirve, entonces, todo lo que hizo el Ministro? ¿Para qué sirve el Ministro?
Ahora ¿qué va a contestar el Presidente a los estudiantes en La Moneda? ¿Que acepta que se haga la revolución que ellos proponen, que se cambie el modelo económico-social, se estatice completamente la enseñanza, se derogue la libertad educacional, se derogue el sistema electoral binominal, se aumenten los impuestos para financiar todo lo que piden los estudiantes, que es la completa gratuidad de la enseñanza y que ésta sea exclusivamente estatal?
Si el Presidente los citó a La Moneda para decirles que sí, quiere decir que se ha sumado a la revolución y que su gobierno va a hacer algo muy distinto de aquello para lo cual fue elegido por más de la mitad de los chilenos y que está en su programa.
Pero si el Presidente los citó a La Moneda para decirles que no, no se entiende el objeto de la reunión, porque, para eso, era preferible dejar como sede del diálogo el Congreso, a donde iban a llegar sus Ministros con una serie de proposiciones para solucionar el conflicto, en lugar de aparecer él protagonizando una ruptura.
En fin, si el Presidente los citó porque cree que tiene una hábil "muñeca" y con sus argumentos va a convencer a los dirigentes estudiantiles de deponer sus posiciones extremas y aceptar las soluciones que ofrece el Gobierno, está equivocado, porque este movimiento está encabezado por el Partido Comunista, sus fines son revolucionarios y no le van a dar "una salida" al gobernante, porque lo que quieren es todo lo contrario: ponerlo en una situación sin salida.
Con la cita en La Moneda el Presidente, entonces, no tiene nada qué ganar, salvo unos minutos de cámara, lo cual él siempre ha valorizado extraordinariamente. Pero eso no le sirve al país.
El Gobierno, aún siendo débil, careciendo de firmeza y autoridad y estando encabezado por una persona que toma decisiones erráticas, tiene algo a su favor: que el movimiento estudiantil está destinado a morir solo. No afecta la estabilidad del régimen. Éste podrá perder el poco prestigio que le queda, pero nadie lo va a sacar de La Moneda. Si se pierde el año escolar, los más perjudicados van a ser los estudiantes. Es lo mismo que en el caso de las huelgas de hambre. Nunca un gobierno ha caído por una huelga de hambre.
¿Qué va a pasar? Que la revolución estudiantil va a languidecer después que se perpetren suficientes desórdenes y trastornos en la primera mitad de septiembre, época que el comunismo ha consagrado como la de su máxima realización anual; que la debilidad del Gobierno quedará reafirmada; que será corroborada la conducción errática del Presidente; que los huelguistas habrán conseguido ventajas económicas, pero no cambiar la institucionalidad estudiantil ni menos la del país; y que antes de fin de año todo esto quedará olvidado, pero habrá dos cosas que no se van a poder recuperar: las clases perdidas y la deteriorada imagen de autoridad del gobernante.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce

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