jueves, 15 de septiembre de 2011

JUGUEMOS A QUE HUBIERA ESTADO DE DERECHO





DEL BLOGS DE HERMÓGENES

martes 13 de septiembre de 2011

Juguemos a Que Hubiera Estado de Derecho

Se llama "estado de derecho" la condición de una sociedad bajo la cual se respetan las leyes.
Si en Chile hubiera "estado de derecho", gran parte del debate público actual sobre educación sería inexistente. Pues lo que dicen las leyes al respecto es muy claro.
Primero, la Constitución consagra y garantiza la más completa libertad de enseñanza, para fundar, organizar y mantener establecimientos educacionales de todo nivel.
Segundo, la Constitución garantiza también la libertad de trabajo y establece que éste tendrá "una justa retribución". De manera que toda persona que haga un trabajo de enseñanza tiene derecho a una ganancia o lucro.
Tercero, al amparo de esas libertades constitucionales han sido fundados numerosos establecimientos de enseñanza privados que, si están bien manejados, generan ganancias a sus dueños.
Cuarto, PERO, con mayúsculas, porque Chile tiene una infección muy grave, inoculada a través de décadas a, yo diría, toda la población: el temor a la libertad por lo que pueda decir la izquierda, que por doctrina es contraria a ella. Esa infección se da en todos los niveles, en la gente que no es de izquierda. La que lo es no tiene el problema, sino al contrario, disfruta de que los demás sufran ese temor.
Quinto, el mismo es tan grande y permanente que, después de ocho años de gobierno militar contrario a las ideas de izquierda (pero no por eso menos inficionado del mismo temor), ese régimen dio un paso liberalizador memorable: materializó en una ley orgánica constitucional el derecho a crear universidades, que la mentalidad socialista predominante había vedado. PERO, de nuevo con mayúsculas, por el temor a que la izquierda dijera algo, en esa ley estableció que las universidades que se crearan no podrían tener fines de lucro. Así es que el propio gobierno militar, atemorizado ante la izquierda, le dijo: "Disculpe, perdón, no lo tome a mal, estoy dando libertad para fundar universidades; pero no se enoje tanto, por favor, porque les he prohibido tener fines de lucro".
Sexto, esa ley es, por supuesto, inconstitucional, porque contraría la libertad de trabajo con una justa retribución y la plena libertad para fundar establecimientos de enseñanza de todo nivel, sin restricciones, establecidas en la Carta.
Séptimo, ahora se ha presentado un proyecto contra las "sociedades espejo", fórmula legal que ha permitido a los dueños de algunas universidades retirar las ganancias generadas por éstas, según lo permite la Constituciòn, pero no la ley sobre las universidades.
Octavo, si se aprobara ese proyecto, se coartaría de hecho las libertades de enseñanza y de trabajo garantizadas en la Constitución. Luego, ese proyecto es inconstitucional y podría pedirse al Tribunal Constitucional que lo declarara así, durante su tramitación. Pero dudo que se junte el número de firmas de parlamentarios para interponer ese recurso, por "temor a lo que va a decir la izquierda".
Noveno, por tanto, la ley que estableció la prohibición del lucro en las universidades también es y ha sido siempre inconstitucional en cuanto prohibió el lucro. Pero el Tribunal no puede ahora declararlo generalizadamente así. No obstante, si hubiera un juicio sobre esta materia, sí podría recurrirse al Tribunal Constitucional para que declarara inaplicable por inconstitucionalidad ese artículo de esa ley en ese juicio. Y si la situación se repitiera en otros juicios, la norma que prohíbe el lucro en las universidades se entendería derogada por inconstitucionalidad.
Pero todo eso ocurriría si en Chile efectivamente viviéramos bajo un "estado de derecho" y rigieran efectivamente la leyes en la materia, que tienen un sentido claro, por lo cual no es admisible "desatender su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu".
Pero el "temor a lo que dirá la izquierda" es tan grave en Chile que ni siquiera me atrevo a predecir que alguien se atreverá a interponer los recursos de inconstitucionalidad del proyecto e inaplicabilidad de la ley a que me he referido.
De modo que "lo dejo planteado" nada más que para constancia histórica o, si se prefiere, para jugar un poco a "hagamos como si en Chile hubiera estado de derecho".
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce

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