viernes, 30 de septiembre de 2011

Novoa: “Un Gobierno que lleva 5 meses bailando al son de los estudiantes ya perdió”



“Ya perdió autoridad”, plantea con preocupación el senador UDI frente al conflicto en la educación, luego de que ayer el Ejecutivo y los dirigentes se sentaran por segunda vez a la mesa. “Y eso no es sinónimo de represión... Yo veo que las reglas del juego no las pone el Gobierno, sino los estudiantes”.

por: M. Eugenia Fernández G., La Segunda

Viene llegando de El Salvador y de Madrid, y aterrizó para irse directo a Valparaíso, a votar el posnatal.

Como siempre —y eso que viaja bien a menudo—, el senador de la UDI Jovino Novoa no se despegó de lo que pasa en Chile. Con el conflicto estudiantil, la próxima discusión del Presupuesto —donde juega un papel clave en la comisión de Hacienda— y el enfrentamiento entre los ministros Pablo Longueira y Felipe Larraín de por medio, Novoa repite su diagnóstico de que al Gobierno le faltan “convicciones” y que muchas veces su manejo es “errático”.

El más claro ejemplo, para él, es la crisis de la educación, cuyo saldo —a cuatro meses de iniciado— es la “pérdida de autoridad” del Gobierno.
Para muchos, Novoa aglutina la voz de la «UDI dura». A pesar de la llegada de Longueira y de Andrés Chadwick al gabinete del Presidente Piñera, con lo que el partido está más amarrado que nunca al Gobierno, prefiere conservar su libertad para disentir y decir que en términos de convicciones —sobre todo políticas y económicas— “prefiero morir con las botas puestas”. Lo dice al defender el sistema binominal y la educación.

—Uno de nuestros problemas es que la Concertación nos está poniendo la agenda. Cuando nos dicen que los problemas de los estudiantes y sociales se solucionan cambiando el binominal, es el análisis más ridículo que hay. El binominal puede ser muy cuestionado, pero ha dado grandes beneficios al país en estabilidad y generación de partidos fuertes. Y por lo demás me encantaría saber qué porcentaje de los alumnos de la Chile votó por la Camila Vallejo. ¿Un 8, 9%? Y ella es legítima, y exige que le muestren la Ley de Presupuesto antes de que la manden al Congreso, y tiene a los ministros del cuello.... Yo al menos saqué el 20% de los votos en mi circunscripción.

—Esta semana comenzó con una crítica dura hacia un UDI: el alcalde de Providencia, Cristián Labbé. ¿Respalda su actuación?
—Lo que hizo Cristián Labbé es lo que tiene que hacer un alcalde. Si un Gobierno no hace respetar el Estado de Derecho, no defiende a las personas que no se manifiestan... Si un Gobierno piensa que el ruido de la calle vale más que el silencio de millones que no salen a manifestarse, estamos mal.

A nosotros no nos eligieron para eso, para no garantizar tranquilidad, para crear un Estado de bienestar, aumentar impuestos, o para que estudiantes universitarios —que por definición no han terminado su formación— vean una Ley de Presupuesto antes de que entre al Parlamento.

La violencia que hubo hoy día (ayer) fue un signo claro de que ya le tomaron el pulso a un Gobierno que ha sido errático. Estoy muy de acuerdo en que el diálogo es un valor, pero no es el único. También lo es el proteger a las personas, los bienes públicos y privados, garantizar que quienes quieran estudiar puedan hacerlo. Pareciera que el único valor que hay es el diálogo y que los colegios y universidad no funcionen, da lo mismo. Eso es absurx do, no son nuestras ideas.

“Al menos habría perdido esta pelea defendiendo mis ideas”

—Uds. tienen dos ministros del “ADN” de la UDI. ¿No han hecho sentir esas ideas en el Gobierno?
—Yo he visto que el Gobierno sigue con las bilaterales, en un sistema que no es el más adecuado para tomar decisiones ni formar equipo. El ingreso de Andrés y Pablo por sí solo no iba a hacer cambiar el esquema de Gobierno y su filosofía, sí se ha notado su impronta en muchas cosas, pero no se logra transmitir una cohesión en sus planteamientos. A los partidarios no se transmite la certeza de que cuando se toma una decisión se va a cumplir. Yo creo que el conflicto estudiantil se ha prolongado por mucho tiempo y eso ha sido porque ha habido un manejo un poco errático.
Estamos frente a un movimiento anárquico, que no controlan sus voceros, e instrumentalizados por la izquierda. Si el Gobierno no se da cuenta de que está frente a un problema complejo y el Presidente va a la ONU a ensalzar a los dirigentes estudiantiles, no llegará a una buena solución.

—Pero cuando se tiene un conflicto de esa magnitud, ¿hasta qué punto se pueden mantener las convicciones en un estado granítico?
—Ha habido muchos momentos en que la ciudadanía se ha dado cuenta de que el movimiento estudiantil está desvirtuado pero que el Gobierno lo ha resucitado.

—¿Como cuándo?
—Como cuando Piñera los invitó a sentarse con él después de manifestaciones violentísimas y cuando ya se había instalado en la ciudadanía de que no se podía con más violencia.

—¿Piñera debió esperar que el movimiento se desgastara?
—Lógico. Es fácil decirlo desde afuera, pero un Gobierno no puede perder autoridad. Esto no es sinónimo de represión. Si hay una mesa de diálogo, y los estudiantes dicen que no se van a sentar porque no se va a discutir el lucro, yo diría entonces no nos sentamos. Y le pongo discusión inmediata a los proyectos. Al final no puedes obligar a los estudiantes a que vayan a clase. Yo veo que las reglas del juego no las pone el Gobierno, sino los estudiantes. Ahí ya se perdió la discusión.

—¿Incluso al lograr sentarse a una mesa?
—Los que más perdieron, claramente, fueron los estudiantes. Pero en términos políticos, un Gobierno que lleva 5 meses bailando al son de los estudiantes ya perdió.

—¿Y qué perdió?
—Autoridad. Desgraciadamente la visión de Chile en los últimos 5 meses es de protestas en las calles. Ahora, alguien me puede decir «no hay nada que hacer». Si vamos a dar esta pelea, al menos la habría perdido defendiendo mis ideas. Y cuando hay parlamentarios de nuestro sector subiéndose al tema del lucro, ya perdiste.

Si uno pierde de vista que uno espera de un Gobierno que garantice una convivencia pacífica, seguridad, si no se entiende que es ahí donde está el principal punto, está muy perdido. Y esto no se trata de salir con Carabineros a la calle, sino de generar un apoyo ciudadano a estos conceptos, y en Chile creo que la gran mayoría entiende que eso es lo que se espera de un Gobierno.

—¿Qué consecuencias puede tener esto para los dos años que quedan de Gobierno? ¿Cree que se abre una puerta para que se replique en otros temas?
—No, yo creo que el tema estudiantil tocó una tecla. No veo en la salud u otros temas un movimiento que genere una masividad y conflictividad como éste.

“No veo razonable que se abra un debate de los impuestos desde el Gobierno”

—Esta semana se vio un enfrentamiento claro entre el ministro Longueira y Felipe Larraín por el impuesto de los combustibles y el presupuesto. ¿Cómo vio al ex senador en esa discusión?
—Yo voy a dar mi opinión y no voy a entrar en lo de esta semana. Chile está viviendo una bonanza extraordinaria para lo que es el escenario internacional y hemos llegado a un nivel de gasto público bastante alto. No soy partidario de seguir aumentando el gasto, porque se tiene que ir sacando del sector privado. Conceptualmente no es bueno subirlo por sobre los niveles actuales. Y como el país está creciendo, eso asegura una continuidad de las políticas sociales.

—Longueira ha manifestado varias veces que es partidario de aumentar impuestos.
—Fui contrario al aumento de impuestos para la reconstrucción porque estaba seguro de que no era necesario. De hecho, no sólo se enfrentó la reconstrucción sino que se han hecho todos los proyectos y el ministro de Hacienda dice que tiene todo financiado, que no necesita más recursos.
Si uno bajara los impuestos, lo más probable es que estimularíamos el crecimiento del sector privado. No veo razonable que se abra este debate de los impuestos desde el Gobierno, y desgraciadamente es una mala señal que cada 15 días haya que reafirmar que no se está discutiendo el tema.
Ahora, ¿qué va a pasar al final? Que nunca he visto un impuesto transitorio que sea transitorio. Entonces, tendré el gusto de votar en contra de la disposición que lo establezca como permanente.

—Si hay señales de que no habrá una reforma, ¿por qué el ministro de Economía lo plantea?
—No sé, no me voy a meter en la discusión entre los ministros. Pero noto que el Gobierno cuando dice algo, la gente como que no le cree y eso no es bueno. Uno puede tener en su agenda cosas que no son de la línea que siempre has defendido, pero no puedes tener puros temas así.

—¿No genera un ruido innecesario en términos económicos que se enfrenten los ministros de Hacienda y de Economía?
—Yo creo que ya todos los ruidos están internalizados en el mundo económico.

—¿No le preocupa ver a un ministro de Hacienda contradicho por la prensa, que no salga en la cadena del Presupuesto, presionado por partidos, que a ratos se ve un poco sobrepasado?
—Sí, me preocupa. No estoy seguro de si lo de la cadena se lea como una señal negativa para Felipe Larraín... Los ministros de Hacienda siempre han tenido la presión de los partidos, por un mayor gasto público.

—¿Y él ha resistido bien?
—Todos los temas se han hecho con su acuerdo.

"Si la popularidad sigue baja, nadie se sacará foto con el Presidente"

—Estamos a un año de las municipales, ¿le preocupa que exista una campaña en que no haya foto con un presidenciable UDI?
—Sería como la elección de 2008, que ya fue sin candidato, ¿por qué ahora va a ser con?

—Esa vez tampoco tuvieron un candidato después.
—Pero vamos viendo los temas de a poco. Ahí ni la Concertación ni la Alianza se sacaron foto con su candidato.

—Pero la Concertación se sacó foto con Michelle Bachelet. ¿Usted cree que en la UDI se van a sacar una foto con Piñera?
—No. Si efectivamente el nivel de popularidad del Gobierno sigue bajo, nadie se va a sacar foto con el Presidente. Es obvio, como que nadie se hubiera sacado foto con Bachelet si la municipal hubiera sido un año antes. En la municipal me preocupa si hay un ambiente de derrotismo, y que eso pueda afectar a nuestros candidatos. Pero la realidad es que en eso también hay que pensar que el rival va a ser alguien de la Concertación, no va a ser alguien que interprete al 50% de las personas del país.

Yo en lo principal veo que en la elección de alcaldes de antes nos fue muy bien -tuvimos logros en las capitales regionales y casi todas las cabezas de provincia- y eso es difícil de mantener.

—¿Puede ser un plebiscito del Gobierno?
—No creo, porque no veo quién lideraría el bando contrario.

—Podría ser Bachelet.
—Pero si ella sigue en Nueva York sería una campaña bastante especial...

—¿Usted está por la idea de que la UDI tenga candidato sí o sí en la próxima presidencial?
-Me gustaría que tuviéramos un candidato que estuviera convencido de que nuestras ideas son las mejores y las defienda.

—¿Y que no necesariamente sea UDI?
—Claro, pero pienso que debiéramos buscarlo dentro de la UDI. Creo realmente que tener un Gobierno con un 25% de apoyo es bien desastroso. Y esto se explica por lo siguiente: la gente que no quiere a este Gobierno, no nos va a querer nunca. Y la gente partidaria no se siente identificada. Pienso que es por la falta de una visión clara, por temor a defender las ideas, y si eso no se corrige, la UDI debiera hacer un esfuerzo por tener un candidato con posturas muy claras.


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