lunes, 18 de junio de 2012

CARTA DE UN DISTINGUIDO OFICIAL QUE DEJA LAS FILAS DEL EJÉRCITO





DESPEDIDA Y AGRADECIMIENTO

ESTIMADOS OFICIALES:

El motivo de escribirles este correo, es para informarles que próximamente con fecha 23 agosto de 2012 pasaré a integrar las filas de los Oficiales que se acogen anualmente a retiro de nuestro querido Ejército, debido que me voy a trabajar a la empresa privada.

El argumento principal de haberme acogido a retiro, es porque tengo la convicción de que hay etapas que se inician, en mi caso el año 1978 y luego de más de 34 años de servicio, se deben culminar para desarrollar otras actividades y enfrentar nuevos desafíos, más aún cuando ya los ciclos están cumplidos.


Con sólo unas simples palabras, quiero poder expresarles mis mas sinceros agradecimientos y mi sentido reconocimiento, por toda la enorme colaboración que recibí particularmente de Uds. en todo momento, mientras me desempeñé como Oficial de Ejército lo largo de toda mi carrera militar.

A algunos de uds. los conocí cuando era un joven Cadete u Oficial recién egresado y que me iniciaba en esta noble carrera, trabajando juntos en alguna Unidad, al resto, por diferentes razones de servicio, a lo largo de todo el territorio nacional y en múltiples Unidades o por diversos requerimientos laborales. Créanme que ha sido un gran privilegio haber tenido la oportunidad de conocerlos y de haber tenido alguna interacción con todos uds. Indudablemente, hoy cuando escribo este mail, hay muchas de esas personas que ya no están en el Ejército, pero también siento un profundo agradecimiento, ya que me enseñaron, formaron o ayudaron en todos los años de mi vida de soldado. A ellos los llevo en mi recuerdo.




Es muy probable que haya mucha gente que se me ha quedado o a la que he omitido casualmente y sin intención alguna, pero a todos y cada uno de ellos, también los llevaré en el pensamiento y en mi corazón, por haberme marcado a lo largo de toda mi carrera. Otros estimados camaradas, que al no disponer de una cuenta de correo intranet, no les he podido enviar mis palabras, pero son extensivas también para ellos.


Desprenderse de nuestro querido Ejército, cualquiera que ella sea la causa, es un proceso que requiere mucha preparación y convencimiento, para luego tener la adaptación a un mundo civil al cual por lo general no estamos en la mayoría de los casos, preparados para enfrentar. La decisión dejar atrás toda una carrera de fuerte vocación, es un tema netamente personal y cada uno de nosotros la adopta en el momento que cada uno considere indicado. Aunque uno se sienta preparado, sí le puedo indicar que, hay algo en el corazón de todo militar que hace sentir un gran vacío y siento en los últimos días de vestir mi uniforme, una gran nostalgia; esto no se debe a que esté arrepentido de mi decisión, sino sólo porque cuando quedan pocos momentos de toda una vida dedicada a esta noble tarea, parece que uno la siente más intensamente. Creo, que la única forma de aceptar esto, y si me permiten hacer una reflexión muy personal, es tener la más profunda convicción de que gran parte de lo que somos, hemos logrado y tenemos, se lo debemos a nuestro Ejército.


Me voy con la frente en alto, con la sensación del deber cumplido y egresando de este Ejército, por misma puerta de la Escuela Militar que me vio cruzar, un día 07 de febrero de 1978 cuando llegaba al alcázar, nervioso, lleno de emociones y con esperanzas de hacerlo lo mejor posible. Y lo más importante para mi al momento de la partida, con el orgullo de poder mirar a los ojos a mi querida hijos sin tener temor a que se me pueda apuntar con el dedo.


Daré siempre gracias al Ejército, por darme la oportunidad de haber conocido personas, camaradas de armas, formar familia y tener hijos, estar en ciudades y lugares que jamás pensamos poder llegar a estar, mucho de ello gracias a nuestras destinaciones por todo Chile .


Siento un gran afecto por todos aquellos que fueron mis subalternos y subordinados durante todos los grados que tuve en mi carrera como oficial. Vaya para ellos mi reconocimiento por haberme sido leales y fieles colaboradores.


Cuando sólo quedan algunos días para mi partida de mi querido Ejército, sólo puedo decirles que me llevaré los más gratos recuerdos y los sinsabores quedan sólo como experiencias y lecciones de vida. Todos hemos vivido experiencias diversas y que para cada uno han sido únicas y han dado paso a oportunidades y que ahora para mi, se transforman en recuerdos inolvidables.


Estimados camaradas, convencido de que existe la “amistad profesional”, quiero expresarles mi convicción de que encontrarán en mí, siempre un fiel colaborador y estaré disponible para cada uno.


Espero que la vida me de la oportunidad de encontrarme nuevamente con alguno de uds. y si así es, ojalá podamos sentarnos a conversar unos minutos y a vivir de las viejas remembranzas y los recuerdos de los cuarteles que ya quedaron atrás. Pero además, proyectar un futuro promisorio y pleno de expectativas.


Por último y antes de despedirme, todo lo que he escrito anteriormente, ha sido desde el más sincero sentimiento de mi corazón de soldado y nada tiene de rutinario, al contrario, ha sido un momento de profunda reflexión y sentimiento. Muchas gracias por haberse dado el trabajo de leerlo.


Les deseo a uds y sus queridas familias, el mejor de los éxitos, la mayor felicidad y el agradecimiento por todo lo que hicieron por este Oficial casi (R), y que Dios los bendiga por siempre. Un fuerte abrazo y mi sincera amistad.

Hasta siempre estimados camaradas. Muchas gracias.

ROBERTO SCHMIED GOMEZ
CORONEL



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