lunes, 18 de junio de 2012

SILENCIO CULPABLE



DE CHILE INFORMA EDICIÓN Nº 1038

SILENCIO CULPABLE

Escribe don Fernando Navajas I. Vicealmirante




Para nadie es un misterio lo sucedido el Domingo pasado en
los lugares aledaños al teatro Caupolicán, en que las hordas
marxistas dirigidas por el partido comunista, arrasaron con
todo lo que encontraban a su paso insultando y maltratando a
personas mayores que no podían defenderse, en una actitud
cobarde típica de estos delincuentes tal como lo hicieron el
año 1973, pero que cuando empezaron a silbar las balas o ser
detenidos les faltaban pies para correr.



Esta es la intolerancia y el odio del marxista, ellos respetan la
ley siempre y cuando no vaya contra sus intereses, se
muestran tolerantes con las ideas mientras nadie se oponga a
las suyas y así podríamos continuar.
Esta gente no puede aceptar que haya otros que los rechacen
por tener ideas u opiniones diferentes y a falta de argumentos
proceden con violencia contra las personas y bienes que los
representan.
Fue una señal de incultura que dará la vuelta al mundo
mostrando la imagen de un Chile caótico y violento.
Lo ocurrido me reafirma el convencimiento que al menos un
50% de nuestro país está enfermo del alma y de la mente pues
estos son indicios de alguna enfermedad psíquica colectiva,
porque un país que es incapaz de sentarse a discutir con
seriedad y calma sus diferencias y en lugar de ello trata de
convencer por medio de la fuerza bruta, significa que aún está
en un grado de primitivismo mental que los aleja de la
denominación de personas y nada obtendrá con tratar de
estudiar, o conducir un automóvil y todas estas muestras de
civilización si su cultura está en grados incipientes.




Toda persona medianamente culta sabe muy bien que el
partido comunista es por definición anti-democrático. Por eso
en mi opinión constituye un error darle cabida en este sistema
de gobierno pues cada vez que sea necesario no cumplirán las
reglas del juego democrático y por el contrario se
aprovecharan de esta para imponer sus ideas disolventes.
A ellos no les afecta la imagen del país pues son ateos,
amorales no tienen el concepto de Patria y son
internacionalistas.
Nuestra hipócrita sociedad chilena, hasta les concede un grado
de tolerancia que ellos no están dispuestos a conceder como
lo hemos comprobado en decenas de ocasiones desde la
fundación de ese partido.
Su método es persistente y no cambian lo que dicen, repitiendo
y repitiendo como la gota de agua que penetra la roca hasta
que las mentes son conquistadas incluidas aquellas que por
formación no debieran ceder a esta embestida.




Su método de acción es la violencia, el asesinato de imagen, el
empleo de la fuerza para lograr sus propósitos llegando a la
eliminación física de sus oponentes.
Todo esto es conocido y pareciera innecesario seguir
insistiendo en ello. pero es justamente lo que ellos desean que
las personas se cansen y les dejen el campo libre.
Valga todo esto a modo preámbulo.
Después de toda esta destrucción que dejaron los delincuentes
ni el Presidente de la República, ni el Ministro del Interior se
han referido al caos, han guardado un silencio que los hace tan
culpables como los hechores del vandalismo; más aún cuando
ellos son los responsables de mantener el orden y la seguridad
pública en el país.




Lo que ocurre es que el Sr. Presidente le tiene un terror
inexplicable al partido comunista y también por el estilo, el
Ministro del Interior, por eso es que no ha habido ni una
palabra condenatoria de estas autoridades, las que con sus
pusilánimes actuaciones están perdiendo la categoría de tales.
Justamente son autoridades para que ejerzan el mando y
hagan cumplir las leyes con la severidad que el caso amerite y
este caso lo merece.
Además se le ha quitado toda atribución a la fuerza pública
para que actúe con la energía y fuerza necesaria; debe ser
sorprendente para una persona foránea observar como
nuestros Carabineros deben dejarse golpear, insultar y estar
impedidos de usar sus armas para defenderse, porque la
autoridad así lo ha dispuesto.




Esta absurda situación un día va a tener consecuencias graves
porque alguien no soportará más tanto desprecio y se puede
producir un movimiento de rebeldía. Es lo que ocurre en
fuerzas militarizadas cuando las cosas se llevan a los
extremos.
Por otra parte, si las autoridades administrativas nada han
hecho, el Congreso Nacional debiera haber tenido alguna
reacción, por lo menos citar al Ministro para que explique su
mal desempeño. Ninguna acción se ha tomado.
Estoy seguro de que si se tratara de alguna actitud que
afectara a un partido o a una de las coaliciones, lo habrían
citado al Congreso, pero también igual que el resto de los
chilenos SON UNOS HIPOCRITAS, excepto la Sra. Diputada
María Angélica Cristi, mujer consecuente que ayer expuso en la
cámara baja sus argumentos contra la acción demoledora del
Domingo.
Tal vez el Sr. Piñera se convierta en el segundo Kerensky
chileno porque vamos por un camino que conduce al
despeñadero y con anteojeras que no permite ver lo que ocurre
en nuestro contorno.
Hemos tomado el camino equivocado: la protesta, el desorden,
la destrucción nunca han sido métodos para progresar y
desarrollarse por lo tanto si la autoridad Ejecutiva permite que
ello ocurra debemos concluir que no le interesa o que, es
cobarde por no atreverse a poner coto al desorden reinante, en
que cada grupo de presión se siente con plena libertad para
hacer lo que le parece al margen de la ley.




Eso es anarquismo puro y el Sr, Presidente parece no captar
todo lo grave que su actitud indolente significa para el país.


No hay comentarios: