domingo, 17 de junio de 2012
DEL BLOG DE HERMÓGENES
Domingo, 17 de junio de 2012
Un Gobierno Increíble
Ayer vi en TV que una delegación de Carabineros, encabezada por el Ministro del Interior, visitó al NYPD (Departamento de Policía de Nueva York), para interiorizarse de las medidas que han permitido una gran disminución de los delitos en ese estado. Esa política fue denominada "Tolerancia Cero" por su creador, el gobernador republicano Rudi Giuliani.
Los carabineros chilenos se veían bien, ordenados, discretos, disciplinados en sus desplazamientos. El Ministro del Interior se mostraba muy interesado por esas políticas tan eficaces. Saludos, abrazos, apretones de manos. El pobre telespectador desprevenido debe haber pensado: "¡Qué bueno que se incorporen técnicas y conocimientos nuevos a la lucha contra el delito!".
"Tolerancia Cero", en Nueva York, significa que al que pillan cometiendo la menor infracción le caen duro y los tribunales inmediatamente le imponen una sanción. ¿Alguien cree que un sistema semejante puede implantarse en Chile? ¿A qué fueron a Nueva York? Si el problema es de falta de decisión de hacer respetar el orden público.
El domingo pasado, a pocas cuadras de La Moneda, centenares de individuos reclutados por las Juventudes Comunistas (mediante pago de $35.000), perpetraron los siguientes delitos: 1) Agresiones de pies y puños contra transeúntes que intentaran acercarse al teatro Caupolicán, en calle San Diego, resultando numerosos lesionados; 2) Apedreamiento de vehículos en las calles; 3) Destrucción de mobiliario urbano (letreros, bancos, depósitos de basura, rejas y jardines públicos); 4) Destrucción y saqueo de locales comerciales, en particular de una automotora en la cual decenas de autos flamantes fueron vandalizados y parcialmente destruidos, con enormes pérdidas económicas; 5) Provocación de lesiones a cinco carabineros que procuraron contener a los delincuentes.
Finalmente, ¡ninguno de éstos quedó detenido ni ha sido procesado por los numerosos delitos cometidos! ¿Tolerancia cero? Ni por asomo. Sí, en cambio, abogados comunistas han interpuesto querellas para que se sancione a carabineros que enfrentaron a los vándalos.
¿Qué sentido tiene que el Ministro Hinzpeter viaje a Nueva York con una numerosa delegación a aprender las técnicas policiales que acá, por expresas instrucciones suyas, no se admite practicar? Pues existe la política opuesta, es decir, "Complacencia Máxima", frente a los delitos, desmanes, atropellos y abusos cometidos en el ámbito público.
¿A qué dedica entonces el Ministro del Interior el amplio equipo de "abogados de derechos humanos" que mantiene? A perseguir ex uniformados por delitos prescritos, amnistiados y muchas veces ya juzgados, que se cometieron hace casi cuarenta años. La última gestión de los abogados de Interior consistió en obtener de la Sala Penal de la Corte Suprema, el agravamiento de la condena a tres oficiales de la Armada, uno de Carabineros y un detective, por hechos ocurridos hace 38 años, en los cuales los tribunales de primera y segunda instancia les habian aplicado la pena remitida (se cumple en libertad) de 541 días de presidio. La apelación de Interior fue exitosa, y cada uno de los oficiales deberá entrar ahora a cumpuir cinco años y un día de presidio efectivo.
Es decir, dedica a sus profesionales a hacer todo lo contrario de la promesa del candidato Sebastián Piñera a los uniformados (r). Bajo el anterior gobierno de la Concertación las causas contra uniformados (r) sumaban unas 300 en total; bajo el actual ya pasan de mil.
Pues he aquí, textual, lo que el candidato Piñera prometió a los uniformados (r) cuando les solicitó sus votos en 2009:
"En mi administración se terminará con la discriminación que afecta, en los tribunales, al personal uniformado... A los tribunales se les va a pedir, de acuerdo a nuestra legislación, la correcta aplicación de los tratados internacionales y el principio de prescripción de los delitos. Si se aplican tratados internacionales que no son leyes en Chile, ¡no hay juicio justo." Señaló a continuación: “Se demandará a los tribunales aplicar lo que es esencia, lo que garantiza un verdadero Estado de Derecho. La justicia tiene que ser aplicada en forma equitativa, y los principios de la justicia como el debido proceso, como las normas de prescripción, como la imparcialidad de los tribunales, como la presunción de inocencia, como la oportunidad en que la justicia debe ser aplicada; debe aplicarse a todos los chilenos sin ninguna distinción.”
Su gobierno hace todo lo contrario de lo prometido.
¿Es o no el actual, entonces, un "Gobierno Increíble"?
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
Sábado, 16 de junio de 2012
No Nos Perdamos en la Polvareda
¿Le ha oído alguien decir alguna palabra al Presidente o a su (estremecido-por-el-arrepentimiento) ministro-vocero, sobre las miles de "brutales violaciones a los derechos humanos" que se estaban produciendo, a vista y paciencia de la autoridad interior, a cuatro cuadras de La Moneda el domingo 10, y que quedaron completamente impunes?
¿Quiénes las perpetraban? Los que lo han hecho siempre en todo el mundo: los comunistas. Es decir, en el Chile actual (un país tan particular) ¡las propias "víctimas"! Pues ellas habían convocado a una funa violenta, ese domingo, contra la exhibición del documental "Pinochet". (Acá se puede convocar públicamente y sin problemas a una actividad ilícita).
La señora Eugenia Aguilar Soto, presidenta de la Fundación Pinochet de Ñuble, había llegado a la Estación Central a las 9.30 y creyó que tenía derecho a bajarse del metro frente a San Diego y a caminar hacia el teatro Caupolicán, llevando un distintivo. Pero hordas de sujetos violentos la atacaron, golpearon y lanzaron al suelo. Carabineros lograron rescatarla apenas y detuvieron a uno de los violadores de sus derechos humanos, quien resultó ser ¡un profesor del Hogar de Cristo!. Éste les manifestó que había recibido $35.000 por participar en la funa.
Maltrecha y golpeada, la señora Eugenia logró finalmente reanudar su camino y llegar al teatro. Calculó que había cuatro mil personas. (Se preguntó, después, por qué la prensa hablaba de mil. "Señora Eugenia ¿en qué país vive usted?")
Cuando, finalizado el acto, quiso salir del teatro, no pudo hacerlo. Los funadores otra vez habían violado su derecho humano al libre desplazamiento. Entonces Carabineros la escoltó hasta una calle cercana. Pero ahí de nuevo fue atacada por "las víctimas", que la lanzaron al suelo otra vez y, cuando intentaba levantarse, le reventaron entre los ojos un huevo crudo, un pedazo de cuya cáscara le quedó incrustado en el globo ocular. Viéndola en esa condición, un grupo de jóvenes concurrentes al acto la auxilió. Finalmente pudo encontrarse con una hija que se preocupó de sus lesiones.
Muchos ciudadanos pacíficos fueron sometidos a similares torturas físicas y ataques violentos a mansalva ese día, a cuatro cuadras de La Moneda, por parte de encapuchados cuyas mochilas estaban cargadas con piedras. ¿No había inquietud en Palacio por estas "brutales violaciones a los derechos humanos" que tenían lugar casi bajo sus narices? No, el ministro-vocero ya tenía suficiente con los estertores provocados por su propio arrepentimiento por hechos de treinta o más años atrás, cuando fue uno de los 77 que juraron en Chacarillas no rendirse jamás, emulando a los de La Concepción. Claro... eran... son otros chilenos distintos a los de La Concepción... qué le vamos a hacer...
¿Y los abogados de Interior? ¿No se querellaron contra los flagrantes violadores de los derechos humanos de los transeúntes? Hinzpeter y Ubilla ¿no han siquiera dicho algo? No, pues; están en otra cosa: apelaron ante la Corte Suprema contra un fallo por hechos de hace 38 años que condenó a 541 días de presidio remitido a tres oficiales de la Armada, uno de Carabineros y un detective. Y tuvieron éxito: la Sala Penal, hoy más de izquierda que nunca, les subió la condena a cinco años y un día de presidio efectivo a los uniformados y el detective. ¿Así cumple Interior la promesa presidencial de hacer respetar la prescripción? Así.
En cuanto al principal ocupante de La Moneda y autor de dicha promesa ¿qué le importa a él ahora que se violen derechos humanos esenciales casi bajo sus mismos balcones? Ese domingo él estaba preocupado de otras cosas mucho más importantes que los derechos humanos de la señora Eugenia y similares. Estaba preocupado de su viaje a Los Cabos, México, al G-20; de la cobertura gráfica de cualquier encuentro suyo con gente importante, Merkel, en lo posible. Si no, el español ¿Rajoy, se llama?, si bien es demasiado alto; y, bueno, entonces hasta serviría Hollande, que es chico. Claro que, para evitar lo del año pasado en Río, esta vez tendrá que cuidarse de que las cámaras no lo sorprendan rondando indisimuladamente a Obama y extrayéndole, poco menos que a la fuerza, un apretón de manos. Eso fue ridículo y quedó consignado como otra "piñericosa" más. Ahora hay que tener cuidado.
Y de México se irá a Brasil, al Río+20. Piensa llevarse a extranjeros importantes en el avión. ¿Qué tal una mini-cumbre en el aire, en avión chileno y presidida por él? Eso hará muy buenas fotos. Que la avanzada esté lista para sacarles el máximo provecho...
¿Violaciones a los derechos humanos al lado de La Moneda? ¿Quién está hablando de eso? ¿Alguien ha visto siquiera un editorial en algún diario sobre el tema? Por favor, no nos quedemos en el pasado, no nos perdamos en la polvareda.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
Viernes, 15 de junio de 2012
Derecha Transida de Dolor
Tras el giro copernicano de uno de los 77 "leales hasta la muerte" que juraron en Chacarillas hace 34 años, ha surgido una nueva escisión en la derecha, constituida ahora por un sector de ella "transido de dolor" por el tratamiento recibido por los extremistas a manos del régimen militar.
El relato de horrores que ha hecho suyo esta "derecha transida de dolor" no le va en zaga a los que escenifican las mujeres oficialmente personificadoras de las "víctimas", Mireya y Lorena, en nuestro país, mujeres que, si te pillaban el domingo cerca de las once encaminando tus pasos al teatro Caupolicán y tenías aspecto de sujeto que se cambia de camisa todos los días, bien podía significarte "ir a parar a la posta", salvo que fueras muy bueno para correr.
Pues las "víctimas", no se andan con chicas y, no contentas con recibir pensiones, indemnizaciones y salud y educación gratuitas para ellas y sus hijos por más de doscientos millones de dólares anuales, a título de compensación por habérseles impedido el ejercicio de su derecho a consumar un golpe totalitario, no soportan la idea de que alguien pueda exhibir pruebas, en el Chile actual, de que ellas y sus partidos y movimientos iban a esclavizarnos a todos los chilenos, como claramente el domingo aparecieron testimoniando en el documental personajes para ellas tan calificados como Patricio Aylwin y Salvador Allende.
Entonces resulta que el giro copernicano de uno de los 77 de la fama ha sido defendido por este nuevo sector de la "derecha transida de dolor", que no le va en zaga a la Mireya o a la Lorena en las expresiones de horror por lo que los malvados militares hicieron a sujetos tan dignos de respeto como los miristas que dieron muerte a Carol Urzúa (bueno, éstos quedaron libres pronto, bajo la protección del Vaticano) o al teniente Carevic o al mayor Roger Vergara o al teniente Zegers; o los frentistas que sacaron de este mundo a Simón Yévenes o a Jaime Guzmán. Al contrario, esta nueva "derecha transida de dolor" pretende presentar ahora al asesinado senador como en actitud benigna y compasiva hacia el terrorismo extremista. ¡Increíble, cuando justamente éste lo ejecutó por haber él votado en el Congreso públicamente contra el otorgamiento de la facultad al Presidente Aylwin de indultar a terroristas!
Luego, esta "nueva derecha", no parece condolerse en lo más mínimo de la ejecución de Guzmán, ni encontrar consuelo para su insondable pena por el sufrimiento extremista en la liberalidad con que Aylwin ejerció su factultad de perdonar a autores de delitos sangrientos, junto con propiciar que los jueces no pudieran aplicar la amnistía a militares sino hasta la sentencia de término (cosa que tampoco hicieron, finalmente, en las sentencias de término), consagrando el atroz doble estándar que persiste en la sociedad chilena y que el actual gobernante, digno continuador de Aylwin, ha acentuado.
La nueva "derecha transida de dolor" por la suerte sufrida por los 903 terroristas indultados y hoy libres y por el par de miles de caídos en el conato totalitario no reserva, sin embargo, ni media lágrima para los centenares de uniformados víctimas del terrorismo ni para el millar de ellos hoy ilegalmente procesados o presos por haber cumplido exitosamente su misión de salvación nacional.
¡Oh, derecha, qué mal pagas a quienes lo dieron todo por defender tu vida, tu libertad y, "last but not least", tus bienes!
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce
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