martes, 3 de julio de 2012

Le cuento por qué estoy harto de Ud., ¡Señora!






By Ricardo Jorge Pareja

Porque siendo la Primera Mandataria del país, se arroga la potestad de pretender modificar la cultura de sus mandantes, circunstancia que no sólo no le fuera encomendada sino que atenta contra la esencia y naturaleza de los mismos.

Porque el incremento desmesurado de su patrimonio, que no se remite al plazo fijo de más de 3 millones de dólares, indica la falta de consecuencia entre lo que se hace y lo que se dice, como degradación de la política bien entendida, como vocación de servicio en búsqueda del bien común.

Porque la justicia, la educación, la seguridad, son, entre otros ítems, asuntos de Estado que no atiende o mal atiende, motivo por el cual no forman parte del repertorio que nutre sus casi diarios monólogos que recrea ante el acotado auditorio “in situ” que la acompaña, aplaude y viva como si estuviera asistiendo a la puesta en escena de una tragicomedia. Ocurre que Ud., apenas ofrece eso, Señora, el unipersonal de una tragicomedia matizada por el desparpajo supino.

Porque se ha encargado y se encarga de ponernos de espaldas al resto de los países del mundo, y de frente o hermanados a aquellos con regímenes dictatoriales, algunos disfrazados de democracia. A la Cuba de los Castro, la Venezuela de Hugo Chávez, nos agregó, como si poco tuviéramos, a la Angola de José Eduardo dos Santos, renegando de ese modo a una verdadera identidad nacional, que la aleja de la argentina, para conformar “otra cosa” que nunca se explicita, y crea dudas, dejándonos guachos de certezas.

Porque su ceguera ideológica, ni siquiera le permite entender que Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano fue militar del Virreinato del Río de La Plata, habiendo alcanzado el grado de General. En el espíritu y el conocimiento de los argentinos, en la historia no parcializada de la Patria, el prócer, fue, es y será, General.

Porque a través de la Señora Ministro de Defensa de la Nación, luego devenida en Ministro de Seguridad, se encargó primero de convertir al glorioso Ejército Argentino, a la gloriosa Fuerza Aérea de la Nación, y a la gloriosa Armada de Guerra de la Nación, en meras agrupaciones no corporativas. Luego de retirar a la Gendarmería Nacional como protectora de nuestras fronteras, encomendándole tareas impropias a las de su creación. Colombia y Brasil se han encargado, o cuando menos bregan por erradicar el narcotráfico. México lucha contra semejante flagelo como puede. Nosotros nos encargamos de abrirles las puertas. También de convertir a las Policías Federal y de la Provincia de Buenos Aires, en Instituciones igualmente degradadas, que no responden a la sagrada misión que diera origen a sus existencias, dejando a la sociedad toda en estado de desamparo y total indefensión, cuyas consecuencias se traducen en asesinatos a mansalva, secuestros extorsivos, asaltos a mano armada con toma de rehenes, y todo otro escarnio capaz de vulnerar ese bien supremo que es la vida de los hombres y mujeres de la Patria.

Porque le dedicó a la designación de Vicepresidente de la Nación la misma importancia que dedica a los verdaderos Asuntos de Estado. Hoy tenemos un Vicepresidente de la Nación seriamente comprometido en actos delictivos, quien es, además, Presidente de la Cámara de Senadores de la Nación, quien ni siquiera se dignó a dar un “paso al costado”. Algo así como la guinda que le faltaba al postre de un sistema que no huele justamente a democracia.

Porque recurre sistemáticamente a un Juez Federal de la Nación, quien debió ser destituido de su cargo a través del Juicio Político del año 1998, que lo mantuvo en el mismo, a cambio de someterse incondicionalmente al Poder de turno. Otro que no tuvo la dignidad de renunciar a su cargo, no obstante el ser eximido de culpa por la Comisión del Bochorno. ¡Oh casualidad, Señora, ha sido el encargado de resolver de manera favorable, y en dos días, el proceso que se le siguiera a Ud., y a su finado esposo, justamente por enriquecimiento ilícito! ¡Oh casualidad!, Señora, se trata del titular del juzgado donde “por capricho de una bolilla”, recaen la mayoría de las causas que involucran a funcionarios, ex funcionarios, y personajes nefastos de su simpatía, contra quienes no ha dictado una sola condena privativa de la libertad, más allá de los indicios vehementes, y plena prueba de culpabilidad que nutren gruesos expedientes que descansan en el cajón aberrante de la impunidad. Semejante exponente, no sólo desacredita sino envilece al Poder Judicial de la Nación, cuando sabido es que un país con fallos siempre dudosos, o una justicia cuestionada rigurosa y ciertamente, mal puede asegurar a sus habitantes el cumplimiento de los derechos y garantías que les corresponden, y encuentran consagrados en su Carta Magna.

Porque es proclive a inmiscuirse en asuntos internos de otros países, careciendo del protocolo, que generalmente aplica con principios propios, desconociendo las normas internacionales al respecto, cuando desde la sintonía del oportunismo, personalmente, o a través del Canciller de la vergüenza, pretende exacerbar nuestra soberanía respecto del tema Malvinas, que lleva siglos de litigio, y desencadenara en una guerra estéril, producto de la decisión demencial de un General de la Nación (f), ebrio consuetudinario.

Y hasta aquí llego, Señora. Ya se lo dije desde el vamos, estoy harto de Ud.



Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com


1 comentario:

Horacio dijo...

ESTAMOS HARTOS CAMRADAS DE ESTA LOKA DESCEREBRADA, E IMAGINO USTEDES DEL TRAIDOR PIÑERAS Y SUS SECUACES MARXISTAS!!!!!!!TRANQUILOS, PUES DE NINGUN LADO LO QUIEREN AL TRAIDOR PRESIDENTE

¡¡¡VIVA EL GRAL PINOCHET!!!!!!

¡¡¡VIVAN LAS FFAA PINOCHETISTAS!!!!

ARRIBA LA DINA Y CNI!!!!!!!!

UN ABRAZO RUS