jueves, 26 de julio de 2012

Europa se encamina hacia un desastre de proporciones incalculables… La sensación es la de una crisis sin fin



By Informador Público

El Instituto de Nuevo Pensamiento Económico (INET, por sus siglas en inglés), un think tank respaldado por el inversor George Soros, cree que “Europa está en el umbral de la catástrofe”. La organización cree que las condiciones políticas son “insostenibles” en muchos países y que además se les está empujando hacia una depresión que podría acabar con la desintegración del euro. ¿Nueva andanada americana contra Europa por la falta de soluciones?

“Creemos que Europa se encamina hacia un desastre de proporciones incalculables… La sensación es la de una crisis sin fin”, comentan en un informe (aquí, en versión .pdf).

En este contexto, el INET ha emitido una serie de recomendaciones para intentar evitar la sensación de “efecto dominó” que vive el Viejo Continente y corregir el profundo malestar social en España, Italia y otros países de la periferia.

Según señalan estos economistas, la dramática situación es el resultado de un sistema “que está completamente roto”. Es por ello que la situación actual es responsabilidad de todas las naciones europeas que formaron parte del diseño defectuoso del euro, por lo que todas ellas deben participar y contribuir en la puesta en práctica de una solución.

En la formulación de sus recomendaciones, el informe del INET hace una clara distinción entre los problemas existentes durante el diseño disfuncional de la zona euro y los retos del rediseño que debería restaurar la solidez del sistema. Y al mismo tiempo dice que es imposible pensar en soluciones a largo plazo si se parte de desequilibrios de deuda, falta de competitividad e insuficiencia de capital de las instituciones financieras.

El INET se reunirá de nuevo a principios del otoño para examinar distintos escenarios como la desintegración de la zona euro y sus consecuencias, una reordenación de la zona euro en dos bloques o el papel del Reino Unido en el futuro de Europa. (El Economista)



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