viernes, 10 de agosto de 2012

CARTA DE UN CADETE DEL EJÉRCITO DE CHILE A SUS CAMARADAS



Lamento que hayan eliminado de la página de mi curso (Escuela Militar) una carta que envié a mis compañeros de promoción. Esto solo me indica que las políticas institucionales van por el peor camino, al tener una tropa de desinteligencia, escudriñando hasta en las redes sociales, para castigar a quienes se relacionen con sus pares, condenados por la endemoniada venganza marxista. A continuación la publicaré en mi face, donde nadie podrá vetarla y podrán acceder mis amigos en condición de retiro, sin que nadie les pase la cuenta. ¡Que pena!

A MIS COMPAÑEROS DE PROMOCION 1982
Queridos y recordados compañeros de curso:
Ayer 07 de Agosto de 2012 me llegó un correo, con una información que me dejó muy angustiado y quiero retransmitirla a ustedes.
El sábado recién pasado, fueron procesados y privados de libertad cinco nuevos oficiales en retiro del Ejército, dentro de los cuales se encuentra el Coronel HUMBERTO TORRES T., padre de nuestro amigo y camarada Vitoco, encontrándose actualmente detenido en instalaciones del Regimiento Tucapel de Temuco.
El procesamiento de estos oficiales se debe a una causa, que investiga la muerte de dos comunistas en Octubre del año 1973 en Victoria, donde mi Coronel Torres se desempeñaba como segundo Comandante del Regimiento.
Tengo claro que publicar este tipo de situaciones en la página de nuestra promoción, podrá incomodar a más de alguien, pero tal como siempre hemos expresado nuestro apoyo a quienes por alguna desgraciada de la vida, han tenido que enfrentar la pérdida de un familiar, enfermedades u otras situaciones, me he visto en la obligación de informar, con la finalidad de solidarizar con Víctor, Humberto y Jaime Torres, mis grandes amigos de la infancia, como asimismo con su distinguida madre, con quienes compartí junto a mi Coronel y muchos de ustedes agradables y sinceras jornadas de amistad y camaradería en su casa en los Dominicos.
A raíz de este acontecimiento, junto con dar mi apoyo irrestricto a la familia Torres, quisiera expresar algunas reflexiones de nuestra situación actual.
Para aquellos que desconozcan el tema de la persecución jurídico procesal que están viviendo más de mil camaradas nuestros, entregaré algunos antecedentes.
Durante los 4 gobiernos de la Concertación, se presentaron aproximadamente 340 querellas contra uniformados y hoy suman más de 1.200, evidenciándose un claro incremento por parte de este último gobierno, donde existen más de 800 ex militares esperando sentencia.
Jueces marxistas prevaricadores, no han respetado las propias leyes, condenando militares por casos ocurridos hace 40 años, los que se encuentran sobreseídos, amnistiados o sencillamente han inventado aberraciones jurídicas como el secuestro permanente.
En esta escalada agresiva y odiosa en contra de nuestras tropas, donde se ha comprometido cobrar venganza por cualquier método y donde jueces han recibido suculentas recompensas por sus procesos, nadie que haya vestido uniforme está a salvo o tiene posibilidad de un juicio justo porque en nuestro caso la ley sencillamente “no se aplica” y a nadie parece importar esto.
Muchos de nuestros presos políticos militares se encuentran con enfermedades terminales y están absolutamente fuera de toda posibilidad de algún beneficio carcelario, como lo tiene cualquier persona normal, existiendo casos emblemáticos como el del Capitán de Carabineros Guillermo Cofré, quien esta desahuciado y se ha negado su indulto dos o tres veces, por ser considerado un peligro para la sociedad.
Todos nosotros sabemos perfectamente bien, que nuestro ex Director de Escuela, el General Hugo Salas W. “no” es un delincuente ni un asesino, como tampoco lo fue nuestro Comandante de batallón, Brigadier Miguel Krassnoff M., acusado de crímenes ocurridos mientras se desempeñaba como oficial de la Escuela Militar. También sabemos de la honorabilidad e inocencia de oficiales y padres de compañeros de curso, como lo son el General Arturo Álvarez S., padre de Oscar o mi General Contreras, padre de Manuel y muchos otros injustamente condenados, tocándole el turno hoy, de esta vergonzosa, alevosa y vengativa escalada marxista a mi Coronel Torres.
El enorme sacrificio de nuestros hombres, que dejaron familia y hogar, por recuperar la institucionalidad y paz en un convulsionado país, donde la misión se debía cumplir a toda costa, dejaron como legado que nuestro gobierno militar, pudiese hacer entrega del estado de Chile con tal orden y prosperidad, que 5 gobiernos corruptos no han podido destruir y sin embargo deben pagar ese sacrificio, pasando sus últimos días de vida en la cárcel.
Me siento tremendamente afectado de la situación que viven nuestros pares y amigos, sin tener que lamentar el procesamiento de ningún familiar directo, porque nací y me crié dentro de la familia militar y sigo sintiendo a sus integrantes como parte importante de mi vida y siempre los consideraré como mi gran FAMILIA.
Dentro de este contexto, me produce una pena enorme ver el desinterés e indiferencia con que ha actuado el Ejército, por la suerte de sus integrantes, que cumpliendo órdenes, combatieron un enemigo peligroso y cobarde, en la peor crisis político social del país.
¿Qué nos pasó como familia? ¿Dónde quedaron esas virtudes militares que tanto nos enaltecían y diferenciaban del mundo civil? LEALTAD, COMPAÑERISMO, UNIÓN Y FUERZA ANTE LA ADVERSIDAD, APOYO AL CAMARADA CAIDO Y TANTOS OTROS CONCEPTOS.
Siento pena y frustración porque nadie se atreve a expresar solidariamente apoyo a nuestra propia gente.
Siento vergüenza de ver tanto temor en los integrantes de un Ejército, que se proclama como “siempre vencedor y jamás vencido”.
Independiente de las ordenes que se hayan impartido dentro de la institución, considero un acto de cobardía y deslealtad, mantener un permanente silencio, ante tanta canallada antijurídica e inconstitucional, donde claramente se han atropellado, a los ex uniformados, sus más elementales derechos, al no tener un debido proceso, como lo tiene cualquier otro ciudadano.
También siento pena y rabia por las familias de nuestros superiores y amigos condenados, porque han sufrido el estigma de la sociedad de ser parientes de un monstruo, desmoronándose ese pilar tan fundamental que es “la familia”, y siendo perseguidos como delincuentes, donde la vida se les ha puesto cuesta arriba, porque nadie quiere ayudarlos o nadie se atreve a señalarlos como amigos, por temor a represalias y en esto pongo como ejemplo a nuestro amigo Manuel Contreras, que me imagino sabrán lo ha pasado terriblemente mal.
Debo expresarles también, qué mi inmensa desilusión por el silencio timorato de nuestra Institución, se ve totalmente contrarrestado por mi más alto orgullo y admiración a nuestra querida y gloriosa ARMADA DE CHILE, la cual ha mantenido incólume los aspectos que creí perdidos como la LEALTAD, EL VALOR Y LA MORAL, demostrando permanentemente preocupación por sus integrantes injustamente condenados y resguardando con fuerza y convencimiento, nuestra “verdad histórica”.
Lo anterior se puede evidenciar en hechos concretos que esta noble Institución ha dispuesto, sin temor y sin que nadie se atreviera a atacar, como por ejemplo:
- Ante el procesamiento de 3 Oficiales superiores, que no llevan más de una semana recluidos en el penal de Punta de Peuco, fueron visitados por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada (segundo hombre en la línea de mando) y el Director General del Personal de la Armada, los cuales concurrieron a esta actividad de apoyo y respaldo, vestidos de uniforme. Además han concurrido otras organizaciones de marinos en retiro.
- Anteriormente, durante otros procesamientos en Viña del Mar, los Oficiales y Suboficiales, fueron visitados en los lugares de reclusión por el mismo Comandante en Jefe, Almirante González, quién les dio todo su respaldo y en represalia por esta bajeza judicial, suspendió todas las actividades protocolares, de la gran regata de los buques escuela del mundo, donde participaba nuestra dama blanca, La Esmeralda y la que partió desde el puerto de Valparaíso.
- A esto debemos sumar que jamás se han dejado amedrentar por distintas autoridades, que han tratado de sacar el busto de nuestro distinguido Almirante José Toribio Merino Castro del museo naval o el cambio de nombre del buque madre de la fuerza de submarinos, que lleva su apellido.
Un gran ejemplo a seguir, porque estos valores “nunca” se pueden perder en las FF.AA., felicitando de antemano y de todo corazón a nuestros valientes Marinos.
Quiero destacar también a mi hermano Patricio, que como director de la Escuela de Paracaidistas y FF.EE., permanentemente visitó a nuestros Camaradas y amigos privados de libertad, realizando estas visitas siempre de uniforme, lo que fue siempre bien agradecido por ellos, ya que sentían el apoyo moral de un militar en servicio activo.
Sé que nuestra promoción se encuentra en un momento crucial de la carrera, al quedar un año y tanto, para el tan esperado nombramiento de Generales de nuestra generación y entiendo que no puedan expresar, como los que ya no vestimos uniforme, sus sinceras opiniones ya que esto podría ser motivo de ser llamado a retiro, como creo que le pudo ocurrir a mi hermano y jamás les pediría que hicieran algo que atente contra su profesión o familia, pero creo que en la intimidad de una conversación con oficiales Generales, que no tienen nada que perder, pudiesen dar una opinión que tienda a revertir el apoyo a nuestro personal condenado, lo que además podría marcar un precedente que ponga atajo a estos descarados enjuiciamientos.
Tengo tantas desmotivaciones, que podría estar días escribiendo cosas que quizás ya no tengan solución, pero me gustaría que por lo menos llamen a Vitoco y solidaricen con él, ya que tiene dos integrantes de su familia en esta desgraciada situación, porque mi amigo y ex oficial de ordenes de mi General Augusto Pinochet, Jaime Torres, también se encuentra siendo víctima de esta perversa persecución marxista.
Para terminar una última inquietud y consulta.
Ante la reunión del candidato a la presidencia y ministro de defensa, con los integrantes del movimiento homosexual de Chile, y ante una posible promesa de campaña, ¿qué hará nuestro alto mando, esperará, acaso, que sea nuevamente la Armada la que replique o golpee la mesa? Les recuerdo que en Argentina ya se casaron dos oficiales de sexo masculino.
Les dejo la inquietud.
Saludos a todos y un gran abrazo
Cadete Jorge Tejos Rodríguez

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