viernes, 31 de agosto de 2012

La pugna ideológica tras la decisión de elegir a los jueces que ascenderán a la Corte Suprema







Piñera tiene hace más de un mes quina en su escritorio y aún no escoge candidato para el tribunal

La pugna ideológica tras la decisión de elegir a los jueces que ascenderán a la Corte Suprema
Para los inquilinos de La Moneda, en el Poder Judicial hay un “fuerte activismo” de la izquierda, que sólo puede ser neutralizado en el máximo tribunal. Las tres fichas que el gobierno logre poner en esta corte serán claves para diversos temas de relevancia nacional, porque el fallo sobre la Central Castilla es prueba que no da lo mismo quién llegue a ocupar una de sus sillas.

.por Marcela Jiménez
El Mostrador

La Corte Suprema esta semana selló definitivamente el destino de la Central Termoeléctrica de Castilla con el fallo que por unanimidad rechazó indeclinablemente la construcción de ésta. Una resolución alabada por los movimientos ambientales, sociales y detractores del proyecto y abiertamente criticada por empresarios y gobierno.

Pero más allá de esto, la decisión pone –una vez más– en la palestra la trascendencia de los temas que resuelve el máximo tribunal del país; y por tanto, que no es menor la decisión que debe tomar en estos días el Presidente Sebastián Piñera para elegir a su candidato para esta Corte. No por nada se ha demorado más de un mes en elegir a uno de los cinco magistrados que componen la quina que está en su escritorio desde el 26 de julio, y la primera de tres vacantes que tiene que llenar el Mandatario y que le permitirá dejar una impronta nada despreciable en el Poder Judicial

Mientras la trinchera política esta abocada a la acalorada discusión del ajuste tributario y el debate por la permanencia de los ministros presidenciables en el gabinete, en silencio el Ejecutivo evalúa la viabilidad de sus nombres preferidos de la quina: los ministros Alfredo Pfeiffer y Juan Muñoz Pardo. Los otros tres nombres de la lista, elaborada por la misma Corte Suprema, son los jueces Lamberto Cisternas, Carlos Aránguiz y Carlos Cerda.

Es cierto que la demora presidencial en elegir un nombre concuerda con el estilo del Mandatario. En la Alianza y el gobierno reconocen que, a pesar de su sello ejecutivo y trabajólico, a la hora de hacer una elección para un nombramiento, optar por un candidato, “no le resulta fácil”. Basta recordar “todos los problemas y atrasos” que hubo en la instalación del gobierno.

Más allá de ello, desde La Moneda han recalcado en varias ocasiones que la demora de Piñera se debe a que espera un escenario menos tenso en el Senado, el mismo que debe aprobar a su candidato por los dos tercios de sus integrantes. Por ello, la idea es poner el candidato del gobierno sobre la mesa una vez que esté resuelto el destino de la polémica reforma tributaria para la educación que esta semana pasó a Comisión Mixta para su discusión.

Pero la demora también pasa porque la composición de la Corte Suprema es relevante para los actuales inquilinos de La Moneda, quienes en privado y en más de una ocasión han reconocido que en el Poder Judicial observan “un activismo ideológico fuerte de izquierda” y por tanto, la única forma de neutralizarlo es el máximo tribunal.

En esta línea, un antecedente no menor que se comenta en el mundo judicial es que la última designación –a fines de enero– de abogados integrantes del máximo tribunal, que fue aprobada por Piñera, el ministro de Justicia, Teodoro Ribera y el actual presidente de la Corte Suprema, Rubén Ballesteros, no mantuvo los habituales equilibrios, sino que se caracterizó por tener una fuerte inclinación hacia magistrados cercanos al oficialismo, la derecha empresarial y los sectores más conservadores a nivel económico y valórico. “Ha sido evidente el cambio de mano en los abogados integrantes”, confiesan varios parlamentarios vinculados a los temas jurídicos.

El punto no deja de ser relevante si se considera que es comentado que los abogados integrantes –figura que por sí sola tiene muchos detractores en el mundo judicial– son los que “realmente hacen la pega” en las respectivas salas del máximo tribunal. Son jueces “reemplazantes” de los magistrados titulares, y por lo tanto tienen gran influencia en la confección de los fallos.

A ello, hay que sumar un dato: el anterior presidente de la Suprema, Milton Juica, ácido defensor de las prerrogativas del Poder Judicial, fue un permanente dolor de cabeza para el gobierno de Piñera, lo que no sucede ahora con Ballesteros, con quien La Moneda considera “tiene a todas luces una mejor relación”. De hecho, en el último mes y medio, al menos, ha tenido dos almuerzos con el Mandatario en compañía de varios de sus pares del tribunal.

El “tapado”
La demora presidencial para elegir a su candidato ha generado un espacio para silenciosas negociaciones entre el gobierno, el oficialismo y la oposición. A la UDI, reconocen, les “encantaría” que el ministro Pfeiffer ascendiera a la Suprema, porque lo consideran “un acto casi de justicia” con este magistrado, considerado uno de los suyos, pero que es altamente resistido por la oposición. Para la Concertación, en tanto, el candidato ideal es el juez Cerda, con una innegable trayectoria en temas de Derechos Humanos.

La suerte de empate entre ambos bloques, hace pensar que la idea de negociar uno por otro está desechada, pero no es tan así. Si bien La Moneda resolvió no negociar “en paquete” las tres vacantes que tiene que resolver –producidas por la jubilación de los jueces Jaime Rodríguez Espoz, Sonia Araneda y Adalis Oyarzún–, en las conversaciones de estos días entre ambos bloques no se descarta una suerte de trueque.

Sucede que desde el Ejecutivo la señal que ha dado es que su favorito es el juez Muñoz Pardo, en cuya trayectoria cabe destacar el caso El Melocotón, donde trato de convencer a los querellantes contra Augusto Pinochet, de que retiraran la demanda fijándoles una fianza de 10 millones de pesos en caso que ésta resultada “calumniosa” para el general, y sus controvertidos fallos en materia de derechos humanos.

Desde el gobierno ponen a Muñoz Pardo como un “nombre de consenso” para la Suprema, pero lo cierto es que es altamente resistido en la oposición, porque representa a los sectores “más pinochetistas y reaccionarios” del Poder Judicial. No hay que olvidar que al juez que ascienda ala Supremale corresponderá integrarla Sala Penal de la Corte, la que al final del día es la que zanja el destino de todas las causas de Derechos Humanos pendientes.

El rechazo a Muñoz Pardo llega a tal punto, que dan la señal de dar los votos para Pfeiffer, quien fue rechazado por el Senado el 2008 cuando fue propuesto para ascender, y que dado un cambio de criterio de último minuto en el procedimiento de formación de la quina en la Suprema, estará en todas ellas para ascender al máximo tribunal hasta el momento que sea elegido o hasta su jubilación el 2019.

Eso sí, las señales desde la oposición apuntan a que el visto bueno a Pfeiffer estará si, y sólo si, La Moneda se la juega –como una señal pública– por proponer al Senado el nombre del juez Cerda. Es aquí donde el cambio de criterio que favorece a Pfeiffer tiene relevancia –aparte de que volaron las plumas entre los supremos–, ya que la jugada apunta a que en este primer cupo se elija a Cerda, quien difícilmente integrará las otras dos quinas y en la segunda vacante a llenar, elegir a Pfeiffer, quien dado el nuevo criterio integrará la lista por derecho propio.

“Por más de derecha que sea Pfeiffer, no se puede negar que es un hombre de derecho”, algo que en el mundo judicial y la oposición recalcan no se puede decir de Muñoz Pardo.

De no prosperar la fórmula, queda el juez Cisternas como la alternativa que logre los votos en el Senado, quien si bien no genera ronchas, no tiene la vistosidad ni el apoyo franco de los poderes externos que deciden, como sí sucede con los otros magistrados.

Antes de la encuesta CEP, en La Moneda decían que en máximo diez días se zanjaría el tema y el plazo se está cumpliendo.

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1 comentario:

Horacio dijo...


Horacio dijo...
SIENTO MUCHO LO DE LA HERMANA CAMARADA!!!!!imposible ENVIARLE CORREOS, ME RECHAZA.DEBE ESTAR LA BANDEJA COMPLETA.SALUDOS AMIGO