SOBRE ENCUESTA CEP Y RECHAZO A LA CLASE POLITICA Y SUS PARTIDOS

La segunda informa sobre encuesta CEP: “Un 18% de los encuestados dijo identificarse con la Concertación, un 12% con la Coalición por el cambio, un 6% con el juntos podemos (PC) y un 60% con ninguno”.




Los datos del Centro de Estudios públicos, que todos reconocen como los más serios y confiables en estudios de opinión vienen a confirmar un hecho ya por todos conocidos: la inmensa mayoría del país rechaza a la clase política, la cual se encuentra absolutamente deslegitimada por la ciudadanía que, como en dictadura, observa impotente como un bloque político que tiene más del 50% de los parlamentarios, solo cuenta con el 18% de apoyo ciudadano, mientras el otro, con solo el 12 % de chilenos que reconocen filas con ellos, controla la otra mitad del parlamento. Sin duda el sistema político, además de ser una vergüenza, se ha convertido en una verdadera dictadura institucional que siendo minoría, se nos ha impuesto para controlar el gobierno y parlamento que, de acuerdo a la misma encuesta CEP, tiene al 60 % de chilenos sin identificarse con ninguno de ellos.




Por otra parte los candidatos presidenciales, de la derecha o la concertación, exceptuando a Bachelet, no superan los 5 puntos; algunos outsiders, como Parisi, Velasco, Jocelyn Holt, Ominami, se encuentran aún más abajo en las encuestas, mostrándonos una fotografía del país real que, a lo mejor no tiene muy claro lo que quiere, pero si tiene absolutamente claro LO QUE NO QUIERE.




La mantención del sistema electoral binominal, la imposición de un modelo económico injusto, la falta de mecanismos de participación ciudadana, la desconfianza en la justicia, el centralismo agobiante que desde Santiago impone en regiones intendentes, autoridades y parlamentarios que no pertenecen a ellas, además de no dar respuesta de fondo a las demandas estudiantiles, la nación mapuche, a los trabajadores y las regiones abandonados que solo alzándose contra Santiago logran ser escuchadas, ha creado las condiciones para el surgimiento de nuevos liderazgos que, al calor de nuevas formas de organización, amenazan con barrer a una clase política que, abusando del poder durante 22 años, ha logrado acumular el rechazo mayoritario de un país que, simplemente, quiere QUE SE VAYAN TODOS.




La encuesta CEP, en cualquier país realmente democrático hubiese causado la renuncia inmediata de todos los involucrados, pues se sustentan en minorías condenadas por el 60% de los ciudadanos. Mientras eso no ocurra y la actual clase política se mantenga en sus cargos, la protesta social, la movilización ciudadana y la organización de los postergados, será la única forma de lucha para obligar a las autoridades a dar respuesta a demandas legítimas que la actual institucionalidad les niega.