viernes, 9 de noviembre de 2012

MASIVAS PROTESTAS EN TODA ARGENTINA






700 mil personas se habrían movilizado en Buenos Aires:

Masivas protestas en toda Argentina intentan fijar un límite al poder de Cristina Fernández

Buenos Aires Convocatoria fue realizada por redes sociales y tuvo el apoyo del PRO, el partido de Mauricio Macri.

Víctor Hugo Moreno

Para ?EL MERCURIO?

Decenas de miles de opositores a la Presidenta Cristina Fernández participaron anoche de una masiva marcha y de un "cacerolazo" en Buenos Aires y otras ciudades argentinas, convocados a través de las redes sociales con demandas contra la inseguridad, la alta inflación, el cepo al dólar (que ya cumplió un año y continúa con más restricciones), las trabas a las importaciones y la ley de medios. Y esta vez se sumó con más fuerza el rechazo a la idea, emanada de algunos sectores del oficialismo, de la re-reelección de la Mandataria.

Unas 700 mil personas se movilizaron en la capital, según el opositor gobierno de Buenos Aires citado por el diario Clarín, y decenas de miles lo hicieron en otras ciudades, en la mayor protesta (denominada "8N") contra el gobierno desde que asumió la Mandataria en 2007.

Miles de personas desfilaron por las principales avenidas capitalinas. Así, por ejemplo, las tradicionales aglomeraciones para entrar al teatro en Avenida Corrientes fueron reemplazadas por columnas de personas que se desplazaban hacia el Obelisco, para terminar en Plaza de Mayo, donde se ubica la Casa Rosada, cantando consignas como: "si este no es el pueblo, el pueblo dónde está". También, se replicaba en cada cuadra del microcentro porteño las estrofas del himno nacional argentino.

Además de las tradicionales cacerolas hubo una fuerte presencia de banderas argentinas de distintos tamaños. Entre las principales demandas, los carteles de la gente señalaban: "No soy golpista: más seguridad, más educación", "Basta de corrupción e impunidad, menos pobreza" y "No a la reforma constitucional" para la re-reelección, "No soy de derecha, no soy de Clarín y no apoyo ninguna dictadura".

Sin duda, esta fue la marcha más organizada de las tres que la antecedieron. Había carros repartiendo poleras y banderas, y un gran despliegue de carteles, disfraces y vehículos alegóricos. También, en el recorrido que realizó este diario, se observó a jóvenes militantes de agrupaciones de izquierda que repartían volantes en contra del gobierno: "Somos un grupo de juventudes socialistas que apoya esta genuina muestra de descontento popular", expresaba un miembro.

Una señora jubilada, luego de escribir en una muralla consignas en contra de la Mandataria, decía: "La inflación nos está matando y este gobierno, que fue elegido en democracia, ya se está transformando en una dictadura". Por su parte, un médico relataba que su mayor temor era la inseguridad: "tengo miedo de salir a la calle", confesaba.

Al frente de la Casa Rosada, cercada y con un mayor operativo de seguridad que de costumbre, varios miles se congregaron para gritar airadamente en contra del gobierno, colgando una gran diversidad de carteles.

Al término de la manifestación, mayoritariamente pacífica, hubo algunos incidentes, como la agresión a golpes de puño contra un periodista del canal de noticias C5N, y algunos robos en medio de las aglomeraciones.

Previo a esta jornada, que reunió a miles de personas a lo largo de todo el país y a muchos argentinos residentes en el exterior que se manifestaron en las naciones donde viven, el oficialismo salió al ruedo acusando directamente a la oposición, liderada por el PRO, y al grupo Clarín, de estar detrás de la convocatoria, con el propósito de desestabilizar a la Casa Rosada. Así por ejemplo, el senador justicialista Aníbal Fernández señaló a la prensa su convicción de que detrás de esta movilización estaba "la derecha paga", acusando directamente a la Fundación Pensar, centro de investigación ligado al PRO, de generar identidades falsas en las redes sociales que convocaban a la manifestación, lo que fue desmentido por su director académico Iván Petrella.

En tanto, el jefe del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, señaló a "El Mercurio" que esta es una protesta netamente emanada de la gente, por el cansancio que tienen muchos argentinos: "La gente no quiere vivir en un estado de crispación permanente, espera de sus políticos que se junten para solucionarles sus problemas. Nosotros hemos intentando dialogar con la Presidenta durante los cinco años de su gobierno y lamentablemente no hemos podido avanzar en ninguno de los puntos que le hemos planteado", indicó. Respecto al rol que puedan jugar los partidos tras esta manifestación cree que hay que mantener la voz ciudadana: "Creo que sería un error si algún político trata de ponerse al frente de esta manifestación, porque lo que ha sido exitoso de la manifestación pasada fue la espontaneidad. Por eso creo que la Presidenta no puede desatender las cuestiones que se plantean".

La Presidenta Cristina Fernández, en un acto en Ezeiza, no se refirió a la protesta pero recordó la enseñanza de su marido, de "no aflojar nunca porque en los peores momentos es que se conoce a los verdaderos dirigentes de un país", aseguró. En Facebook fue un poco más concreta para responder a los manifestantes: "Si hay un sector que reclama determinadas cosas hay que ponerse al frente y decirlo claramente".

En Chile también hubo una manifestación
Una convocatoria en torno a las 200 personas tuvo la versión chilena del "cacerolazo".

Los argentinos residentes destacaron por su organización. A las 19 horas ya se había reunido un grupo en la Plaza Italia y desde entonces no pararon los sonidos de cacerolas, pitos y botellas con piedras. Muchos de ellos portaban banderas y letreros como "Exiliados del kirchnerismo". Hubo transversalidad de edades, aunque con mayoría de profesionales jóvenes.

La manifestación estaba debidamente autorizada y tuvieron coordinación permanente con Carabineros.

El grupo marchó hacia la cercana residencia del embajador argentino, en Vicuña Mackenna. Al ingreso colgaron numerosos carteles contra la Presidenta Fernández. "La Constitución se respeta... no se cambia" fue uno de los más aplaudidos. Estuvieron una hora en el lugar, donde entonaron dos veces el Himno Nacional argentino, junto a otros cánticos del tipo "Argentina sin Cristina".




1 comentario:

Horacio dijo...

FUE MULTITUDINARIO EN ARGENTINA Y EN TODO EL MUNDO.PERO LA SEÑORA?NO DARA SU BRAZO A TORCER A DICHO NI CAMBIARA NADA!!!!TENDRA OTRO CACEROLAZO MAYOR LA KRETINA
UN ABRAZO CAMARADA RUS