domingo, 6 de enero de 2013

DEL BLOG DE HERMÓGENES





sábado, 5 de enero de 2013

¿Igualdad Ante la Ley?

Hace poco tiempo dediqué otro blog al caso que abordaré hoy ("El Entrenador y el Controlador"). Produjo una especie de silencio incómodo en este espacio cibernético. Pocos lo comentaron. Diríase que no gustó. Es que el contenido enfrentaba a quienes lo leían con algo que suele no ser del agrado del carácter nacional: la igualdad ante la ley.

"Los porfiados hechos" han llevado a que ahora se haya puesto de nuevo de actualidad el mismo tema del anterior blog, porque la justicia ha resuelto ser implacable con el entrenador, no habiéndolo sido antes con el controlador. En su caso "miró para otro lado". Pero si hay una razón para que este blog exista es la de no dejar que, ante unas mismas circunstancias, la justicia "mire para otro lado" en unas situaciones y en otras no.

Como consecuencia, le he preparado a Labruna, desinteresadamente, un escrito de defensa ante la petición de formalización que ha formulado un fiscal en su contra, por los delitos de falsificación y obstrucción a la justicia, a raíz de que, después de haber colisionado con su auto a un taxi, declarara que no iba manejando su vehículo y que lo conducía su cónyuge; y de que procurara que así lo afirmara el parte policial correspondiente:

"Señor Juez de Garantía
"Como ciudadano argentino avecindado por razones de trabajo en esta larga y angosta faja de tierra, que colinda con la ancha y ubérrima banda hermana que me vio nacer, vengo en reclamar que se me reconozca el derecho fundamental, garantizado por la Constitución chilena (y todas las de los países civilizados), a la igualdad ante la ley.

"Es el caso, distinguido señor magistrado, que en febrero de 2011 se produjo una situación sustancialmente idéntica a la que me afecta, que protagonizó el entonces controlador del club de fútbol al cual entreno, persona que a la vez desempeñaba y desempeña hasta la fecha, sin perturbaciones judiciales ni formalizaciones de ninguna especie a raíz de esos hechos, el cargo de Presidente de la República.

"Usía podrá comprobar los siguientes antecedentes de público conocimiento que acaecieron en la fecha indicada y que todo chileno pudo conocer de primera mano mirando la televisión y leyendo los diarios: 1) El referido controlador de mi club despegó desde la residencia presidencial de Cerro Castillo teniendo en sus manos el control de los mandos de su helicóptero Robinson y esforzándose porque las cámaras mostraran que él conducía el señalado helicóptero; 2) Horas más tarde, dicha aeronave debió descender en un camino de la IX Región, cerca de un poblado que primeramente se designó como "Quilicura Abajo", pero que después resultó ser "Liucura Bajo", o algo así, donde fue rodeado por transeúntes y vecinos, a los cuales y a las cámaras el citado controlador manifestó textualmente, como lo dieron a conocer los noticieros de los canales de televisión, que él había venido "piloteando por la costa" el referido helicóptero; 3) Posteriormente se dio a conocer que el piloto de dicha aeronave había transgredido en su vuelo varias normas legales y reglamentarias, lo que lo hacía incurrir en conductas penadas por la normativa aeronáutica; 4) Sin embargo, sin mayor explicación a la opinión pública, resultó finalmente sancionado por esas infracciones el acompañante del piloto del helicóptero, como si él hubiera ido conduciendo la aeronave, todo lo cual le constaba a la opinión pública, a través de imágenes que ella pudo ver y de las declaraciones del piloto confeso, que no era así.

"Finalmente, nadie resultó formalizado por haberse incurrido en alteración o falsificación de algún parte policial o por haber obstruido a la justicia. Ni siquiera se sumarió al verdadero responsable, que evidentemente debía ser quien se declaraba, tanto al inicio del vuelo como a su final, como el piloto.

"Como Usía podrá fácilmente apreciar, las circunstancias que rodearon el caso del controlador y el mío de entrenador son idénticas: 1) En ambos el conductor del vehículo pretendió a posteriori no serlo; 2) En ambos, producidos los hechos y puesta en evidencia una infracción, el conductor o piloto procuró hacer recaer la responsabilidad en otra persona, el cónyuge, en un caso; el acompañante, en el otro.

"Sin embargo, rompiéndose toda noción de igualdad ante la ley, en el caso del controlador se admitió el cambio de versión y en el mío no, lo que ha redundado en mi formalización.

"Pregunto: ¿por qué las imágenes que me mostraban a mí conduciendo han tenido un valor probatorio tan superior al concedido a las imágenes del controlador pilotando? ¿Por qué el parte policial que daba cuenta de que mi cónyuge conducía es considerado una falsificación y el necesario parte policial (pues los carabineros llegaron inmediatamente al lugar de aterrizaje no autorizado del helicóptero) que debió dar cuenta de que el controlador pilotaba pudo ser alterado? Pues, reitero, el piloto del helicóptero afirmó haber venido conduciéndolo, de modo que el parte policial inicial no pudo haber dicho otra cosa. Sin embargo, en el sumario aeronáutico la documentación dijo otra cosa, puesto que terminó en una sanción para el acompañante y no para el piloto.

"Entonces, Usía, con todo respeto, demando mi derecho a la igualdad ante la ley: si en ambos casos un parte policial inicial debió ser modificado y reemplazado por otro posterior, en los dos eso debe ser considerado como constitutivo de delito o en ninguno de los dos debe serlo. Y si en un caso se declaró que quien conducía el vehículo o pilotaba el helicóptero no era el que los testimonios gráficos mostraban como conductor o piloto, sólo hay una posibilidad: o en ambos casos eso es constitutivo de obstrucción a la justicia o bien en ninguno de ellos lo es. Lo que resulta inaceptable es que lo sea cuando se trata del entrenador del club y no lo sea cuando se trata de su controlador.

"Como Usía puede apreciar, sólo invoco mi derecho a la igualdad ante la ley, derecho que la Constitución garantiza a todos los habitantes de la República."
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce


viernes, 4 de enero de 2013

En Esa Foto No Puede Estar


En un rato más voy a sintonizar algún noticiero de televisión y no voy a poder creer lo que allí vea: Sebastián Piñera en el centro de la escena de los dolientes por el asesinato del matrimonio Luchsinger. Él monopoliza el centro de casi todas las fotos que le puedan dar una imagen favorable. Acabamos de verlo retratado con los puntajes nacionales. Durante el juicio en La Haya apareció casi todos los días "monitoreando" (decían los medios) la defensa chilena ante el tribunal. Al final de los alegatos convocó a cadena nacional para explicarnos cómo los había conducido. Después se presentó en otra cadena nacional para comunicarnos que había terminado el año. Ahora será el primer doliente en el entierro, pese a que los difuntos han perdido la vida porque el terrorismo se ha enseñoreado de una zona del país y el gobierno ha renunciado a combatirlo y a aplicar contra aquél la legislación más severa.

Pero hay un general (r) que maneja mucha información y siempre le pide cuentas. Se llama Hernán Núñez Manríquez. Hace poco nos informó de la concesión gratuita de un inmueble fiscal al Museo de la Memoria marxista. Hoy nos ha informado que el gobierno de Sebastián Piñera ha suscrito 249 contratos con la Comisión Valech, creada por Lagos para premiar adicionalmente al extremismo de izquierda, que ya cobraba más de doscientos millones de dólares anuales en indemnizaciones por el perjuicio sufrido, según los tribunales, cuando los militares le impidieron tomar el poder por las armas en 1973. Pero éstos hicieron exactamente lo que el líder político Eduardo Frei Montalva les pedía que hicieran, diciéndoles: "esto se arregla sólo con fusiles", "ustedes tienen las bayonetas, pero no las usan" (Acta Rivera). Después los políticos condenaron a los uniformados y los siguen persiguiendo indefinidamente por hacer lo que Frei les pedía.

El general (r) Núñez nos informa, también, que en 2011 el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior contrató 45 nuevos abogados para seguir manteniendo viva la persecución contra uniformados. También se ha creado, en la PDI, una "Brigada de Derechos Humanos", con el fin de que colabore con la razzia desatada bajo este régimen contra quienes tuvieron la misión de combatir el terrorismo de extrema izquierda. Por eso se interpuso recientemente una querella para sancionar a quienes dieron muerte al principal líder terrorista del país, Miguel Enríquez, en 1974. Ni siquiera el amañado Informe Rettig acusó a los captores de Enríquez (quien los recibió disparándoles cuando se acercaron a su guarida) de haber atropellado sus derechos humanos. Pero el gobierno de Sebastián Piñera ha ido un paso más allá y se ha querellado por el "homicidio calificado" del citado terrorista.

Ha sido más activo en la persecución de los uniformados que todos los anteriores gobiernos de la Concertación, por cuyo motivo las querellas contra aquéllos pasaron de algo más de 300 a más de mil 300 en la actualidad.

Ni siquiera el equivalente a una parte de esos esfuerzos en la persecución contra uniformados se ha dedicado a combatir el activo y constante terrorismo en el sur. Por eso los extremistas actúan casi libremente y quedan impunes. Como no hay un despliegue policial parecido al que se financia para perseguir militares, los agricultores han debido optar por la autodefensa. El asesinado Luchsinger alcanzó a disparar contra uno de sus asesinos y sólo gracias a ello ha sido el único capturado.

Si hay una foto en la que, por un mínimo de escrúpulo, Sebastián Piñera debería abstenerse de aparecer, sería la del dolor de la familia Luchsinger, de sus colegas agricultores y de la gente de la zona que vive asolada por el extremismo de izquierda amparado en la indiferencia oficial.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce


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