lunes, 11 de febrero de 2013

ANI : CRÍTICAS A LA PRODUCCIÓN DE INTELIGENCIA





DE CHILE INFORMA EDICIÓN Nº 1.230

ANI: Críticas a la producción de Inteligencia

Escribe don Fernando Thauby

Los graves crímenes perpetrados recientemente en la
Araucanía han llevado a muchas personas y autoridades a
criticar al sistema de inteligencia y en particular a la Agencia
Nacional de Inteligencia (ANI) por lo que consideran falencias
en el cumplimiento de su cometido.
La Comunidad de Inteligencia de Chile está integrada por la
ANI y las Direcciones o Jefaturas de inteligencia de las Fuerzas
de Orden y Seguridad Pública -Carabineros de Chile y la Policía
de Investigaciones- que dependen del Ministerio del Interior;
por la Dirección de Inteligencia de Defensa del Estado Mayor
de la Defensa Nacional y por las Direcciones de Inteligencia de
las Fuerzas Armadas -Ejército, Armada y Fuerza Aérea- que
dependen del Ministerio de Defensa.
La ley 19.974 que creó la ANI y la Comunidad de Inteligencia de
Chile, fue publicada el 2 de octubre del año 2004 y su discusión
parlamentaria giró principalmente en torno a dos temas
principales:
control político y judicial para evitar que excediera su ámbito
de acción y eliminación de atribuciones operativas para evitar
la existencia de una organización civil armada distinta de las
instituciones autorizadas por la Constitución.
En definitiva se acordó que su misión principal sería producir
inteligencia y efectuar apreciaciones globales y sectoriales
para proporcionar al gobierno la información, los estudios, el
análisis y las apreciaciones de inteligencia útiles que éste
requiriera “para formular políticas y adoptar medidas y
acciones específicas”;
lo que haría mediante la recolección y procesamiento de la
información de todos los ámbitos a nivel nacional e
internacional, para lo cual “podrá requerir información de los
organismos de inteligencia castrenses y policiales”,
“disponer la aplicación de medidas de inteligencia, para
detectar, neutralizar y contrarrestar acciones de grupos
terroristas, nacionales o internacionales, y de organizaciones
criminales transnacionales”.
También proponer normas y procedimientos de protección de
los sistemas de información crítica del Estado.
Su control lo materializaría la Contraloría General de la
República, los Tribunales de Justicia y una comisión especial
de la Cámara de Diputados.
Como se puede apreciar la ANI fue, deliberadamente, privada
de capacidad operativa;
los medios a través de los que puede obtener información son:
La intervención de las comunicaciones telefónicas,
informáticas, radiales y de la correspondencia en cualquiera de
sus formas;
la intervención de sistemas y redes informáticas; la escucha y
grabación electrónica y la obtención de antecedentes sujetos a
reserva o secreto bancario, todo ello previa autorización
judicial y un triple control ejecutivo, parlamentario y judicial de
sus actividades.
En general la actividad de Inteligencia tiene algunas
características que no deben ser olvidadas:
• Debe responder a necesidades específicas planteadas por la
autoridad a la que apoya: parece evidente que mientras más
imprecisas, generales y numerosas sean esas preguntas, más
vagas serán las respuestas.
• Es una actividad referida al futuro no al presente: debe ser
capaz de prever acciones o actividades a realizarse en el
futuro.
• Tiene niveles: en el caso de la ANI, su nivel es estratégico;
apoya al proceso de toma de decisiones de gobierno. La
inteligencia operativa y táctica apoyan a la acción de las
fuerzas.
• La información es distinta y previa a la acción.
En el caso de la Araucanía la función de la ANI consiste en
identificar la existencia de movimientos mapuches violentistas;
sus apoyos financieros y políticos externos e internos; su
relación estratégica y política con movimientos terroristas
internacionales; el movimiento nacional e internacional de
recursos financieros y de personas, “para proporcionar al
gobierno la información, los estudios, el análisis y las
apreciaciones de inteligencia útiles que éste requiriera para
formular políticas y adoptar medidas y acciones específicas”.
Decididas las políticas y medidas específicas que el gobierno
dispondrá para detener, enjuiciar y condenar a los
delincuentes, el gobierno actúa a través de los organismos
operativos con que cuenta:
En el caso de Carabineros de Chile, la Dirección de Inteligencia
Policial de Carabineros (DIPOLCAR), a cargo de un general de
la institución, creada para procesar los antecedentes sobre las
situaciones sobre las que debe actuar, y desde 1992, con una
Brigada de Inteligencia Policial en cada Zona Policial,
dependiente directamente del Jefe de Zona.
La policía de Investigaciones de Chile, por su parte, en el nivel
operativo dispone de una Jefatura de Inteligencia Policial
(JIPOL) encargada de reunir y procesar la información de
inteligencia policial, coordinando y controlando la acción a
nivel nacional en esta materia para la toma de decisiones del
alto mando institucional, más la Brigada de Inteligencia Policial
de Santiago y una en cada Comisaría de Investigaciones de
Chile para el nivel táctico.
Inteligencia Policial
Los organismos de inteligencia militar de las FFAA contribuyen
con la llamada “inteligencia residual”, es decir con aquellas
informaciones que recogen dentro del marco de sus
respectivas áreas de actividad y que corresponden a otros
ámbitos de la seguridad, en este caso a seguridad interior.
En la etapa de la “acción”, la ANI debe seguir apoyando a los
sistemas de inteligencia operativa policial al interior del país, y
recibiendo información de éstas para continuar su análisis de
la posible evolución futura de esas amenazas y de la aparición
de otras nuevas.
También debe proponer al gobierno acciones de
contrainteligencia y de protección interior.
Desde su creación la ANI ha sido blanco de las críticas de las
organizaciones ayudistas de los movimientos mapuches.
Una acusación típica es la hecha por la comisión de derechos
humanos mapuche: "las comunidades enfrentan una represión
directa destinada a amedrentar, hostigar y desmovilizar. (...)
personas, familias y colectividades vigiladas por la policía civil
y uniformada; situación derivada de las investigaciones
llevadas por los servicios de inteligencia chilenos", a través de
"extraños robos a sedes mapuches, seguimientos a dirigentes
e interceptaciones telefónicas”.
En breve, pídanle a la ANI que identifique los grupos
nacionales peligrosos para la seguridad pública antes que
comiencen a actuar; sus conexiones internacionales;
Comisión por los Derechos Mapuche
la identidad y forma de apoyo de las organizaciones que los
entrenan, los financian, los promueven en los medios;
las que trabajan para enervar los esfuerzos policiales y de
inteligencia; las ONGs y Embajadas que los encubren y
coordinan.
Pidan que informe antes de que nada suceda y que anticipe
cuando y donde comenzarán sus operaciones; que oriente y
coordine el trabajo de la inteligencia policial en cuanto a prever
su evolución y desarrollo,
Gonzalo Yussef
NO en cuanto a coordinar ínter operación entre ellas y ni con
las instancias judiciales –fiscalías y juzgados- que es parte de
“la estrategia y operación policial y judicial” y no de la
“estrategia gubernamental” que es el ámbito propio de la ANI.
No se le pida a la ANI que indique donde será el próximo
atentado, cuando y donde se reunirán los terroristas para
preparar su ataque, que acumule los elementos de prueba para
juzgarlos … todo eso es tarea operativa policial.
Servicios de Inteligencia
Dice Sun Tzu: El mejor guerrero ataca cuando se preparan los
planes. El momento para atacar es cuando el enemigo prepara
su estrategia. Esto significa ganar por medio de la Inteligencia.
Ese momento ya pasó.
La ANI informó lo que venía y si el sistema político: ejecutivo,
legislativo y judicial no pudo o no quiso tomar las medidas
conducentes a controlar a esos grupos violentistas que
derivaron en terroristas, no pueden ahora lavarse las manos y
culpar al mensajero.
Yussef ante la Comisión Especial de Control del Sistema de Inteligencia
de la Cámara.
Si creen que el sistema no funciona y prefieren tener a una
Agencia activa y con capacidad de mando coordinación y
control de las fuerzas operativas y tácticas policiales, no hay
problemas: … cambien la ley, “póngale dientes” a la ANI y
háganse cargo de los eventuales problemas que pudieran
surgir.
No es aceptable que se la critique por no hacer aquello que los
mismos que hicieron la ley, decidieron que no hiciera. Criticar
sin fundamentos y no asumir los efectos que se derivan de esa
crítica, es hacer el juego a los delincuentes.

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