jueves, 18 de abril de 2013

THE ECONOMIST Y BEYER


The Economist y Beyer: "Chilenos merecen algo mejor de sus parlamentarios"
El influyente semanario inglés cuestionó que la oposición destituyeran a un "buen ministro" para ganar puntos políticos en un año electoral.
por: Emol

SANTIAGO.- Para el semanario inglés "The Economist" la destitución de Harald Beyer como ministro de Educación, tiene un fuerte olor a venganza y a electoralismo.

El influyente periódico publicó hoy un artículo lamentando el accionar de los parlamentarios de la oposición que, a su juicio, "no son la clase de legisladores que los chilenos se merecen".

En esa línea, el medio recuerda que "Harald Beyer es un tipo de persona sin pretensiones", que "antes de convertirse en ministro de Educación de Chile, trabajó durante más de 20 años en el think-tank Centro de Estudios Públicos (CEP)" y que "ha publicado trabajos sobre la desigualdad, el mercado del trabajo y, sobre todo, la educación".

"Es justo describirlo como un 'nerd' de la educación. Hay pocas personas en el país que saben tanto sobre el tema como él", agrega, recordado que incluso Beyer, que "no pertenece a un partido político, aconsejó a la ex Presidente socialista Michelle Bachelet en sus políticas de educación en 2006".

CAE y Becas

En el artículo, "The Economist" también destaca los proyectos y decisiones que Beyer impulsó como el tercer ministro de Educación de Sebastián Piñera. "Como ministro cortó la tasa de interés que los estudiantes pagan por sus préstamos universitarios del 6% al 2% (CAE) y aumentó el dinero disponible para becas destinada a estudiantes pobres".

"Él envió un proyecto de ley al Congreso para establecer una Superintendencia de Educación y trató de aplacar a los estudiantes de Chile, que durante los dos últimos años han protagonizado grandes protestas en favor de un reforma educativa radical", añade.

Por ello, The Economist señala que "nada de esto pareció importar a los miembros del Congreso de Chile, al menos a los de la oposición de centro-izquierda, la Concertación", a la hora de destituirlo y votar a favor la acusación constitucional en su contra.

"Por 20 votos a favor y 18 contra en el Senado, que controla la Concertación, se le acusó de hacer vista gorda ante la especulación ilegal en las universidades chilenas. La votación siguió una derrota similar en la Cámara de Diputados hace dos semanas, en el que la Concertación se apoyó en los votos de algunos partidos pequeños de izquierda. Como resultado de la acusación, el señor Beyer está impedido de ocupar cargos públicos por cinco años", explica el semanario.

"Es cierto que el señor Beyer -continúa el análisis- presidió un sistema educativo imperfecto, plagado de irregularidades financieras. Tal vez podría haber hecho más para regularlo. Pero lo mismo podría decirse de sus dos predecesores en el gobierno de Piñera, o, de hecho, de cualquier ministro de Educación de los 20 años anteriores, cuando la Concertación estaba en el poder".

Campaña presidencial con "olor repugnante"

Frente a estos antecedentes, "The Economist" concluye: "El voto (contra Beyer) huele a venganza. Hace cinco años, la centro-derecha destituyó como ministra de Educación de la Concertación a Yasna Provoste. Muchos en la centro-izquierda lo recuerdan y no lo han perdonado. La acusación también tiene un fuerte olor a electoralismo. Los chilenos elegirán a un nuevo Presidente en noviembre, y la campaña ya tiene un olor repugnante".

"Los chilenos se merecen algo mejor de sus legisladores, y lo saben. El 5 de abril la encuesta Adimark-GfK publicó un estudio que muestra que los índices de aprobación de la Cámara de Diputados y el Senado estaban cerca de sus mínimos históricos, al 16% y 20%, respectivamente. Cuando congresistas botan buenos ministros para ganar puntos políticos, la falta de confianza pública en el Congreso no es de extrañar".

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