viernes, 24 de mayo de 2013

MATARON A VIDELA Y LO HICIERON INMORTAL



MARTA MATHEU
para POLITIKOS
Néstor Gammella
MATARON AL GENERAL VIDELA, LO HICIERON INMORTAL.

No aprenden. No entienden que la violencia genera violencia. No comprendieron la entrega patriota de quien cumplió hasta último momento con el deber moral de cargar sobre sus espaldas las responsabilidades que el tiempo de hoy le endilga y que el tiempo de mañana le honrará.

Siempre los montoneros, marxistas y erpianos fueron asesinos, los mismos que reivindica el kirchnerismo, premiandolos con cargos, dinero, y dibujando con capricho a la historia para que les acomode.

Siempre han sido así.

Es que el marxismo está inspirado en la lucha violenta partiendo a la sociedad, clase contra clase, amigos que se enfrentan, hermano contra hermano, persona contra persona hasta la hostilidad cotidiana, la desconfianza mutua, la aversión al distinto, al que tiene otra idea. Llaman a la violencia la "Partera de la historia", le rinden culto.

Muchos han creído en los 70 que la guerra contra el terrorismo subversivo les era ajena. Pero en realidad que eso les haya parecido es porque los patriotas como el General Videla han cargado con todo el peso de las batallas.

Ya no ocurrirá. Ahora lo que se puede avecinar nos hará necesariamente protagonistas a todos, y las opiniones livianas, faciles y desde el palco, confrotarán con una realidad artera y desnuda, alto precio por tanta ingratitud y ceguera, el todos contra todos podría ser el precio de una guerra civil que se nos da vuelta.

Han creído que la cárcel al General ha sido para él, y lo seguirán considerando así... pero él ahora descansa en paz, y dentro de la celda aun habita la libertad como valor y como concepto... también maltratada y a merced del odio marxista.

¿Cree alguien que el General Videla sufrió la cárcel del cuerpo?. Pero un soldado está dispuesta a darlo con generosidad. Se sufre el desvarío sí, de quien recibió el alma sin reconocerla: El pueblo de la Nación Argentina que le abrió la puerta a sus enemigos y no despierta.

No quiso perpetuarse en el poder, no fue demagogo... con aciertos y con errores fue vencedor de un avieso enemigo de los argentinos pacíficos, y buenos... de los que que quisieron democracia y gobiernos constitucionales... que amaron el abrazo entre Perón y Balbín como una lúz para un porvenir mejor, que ese enemigo atentó hasta el fin de los mejores sueños, y la tragedia de miles de muertes como Rucci, como Mor Roig, como Larrabure, miles, de todas las edades y situación social.

Evitó la guerra con Chile que era inminente... él, la evitó, oponiéndose a otros criterios.

Y los terroristas criminales que habían sido por las armas y por la Fe, derrotados... se vistieron de "víctimas" en los albores de la nueva constitucionalidad, luego en vencedores solapados, y ahora en declarados e impúdicos, que advienen impertérritos bajo palabras que fueron saqueadas de contenido: "democracia", "mayorías", "escrutinio", todo ha sido ultrajado y casí muerto... y lo vemos en lo poco que ha quedado de nuestra república, en la depredación de nuestros recursos... en el inseguro cotidiano vivir, en la desconfianza generalizada a un gobierno de corruptos, al que se cree capáz de toda inescupulosidad para permanecer, para la impunidad.

Esto es la misma noria... y se vuelve a girar, quien no aprende de la historia reitera, quien no aprende de la vida, también... viene a la memoria el asesinato del General Aramburu, no puedo evitarlo. Algunos se regocijaron con él, y fue el principio, el hito de una nueva tragedia que cesó tras tremendo dolor muchos años después.

¿Qué aguarda al pueblo argentino con el General ahora muerto?, y por el mismo color de enemigo. Dios lo sabe, y que la noria esta vez se atasque, que lo podamos resolver sin nuevas tragedias que quieren los sucios de la nostalgia.

El soldado que fue, sigue siendo. ¿Quisieron dañarlo?, y lo hicieron libre, ¿Quisieron matarlo?, y lo hicieron inmortal, eterno con la Patria que nació con el ejército, quebraremos las cadenas hasta el fin del mundo, y hasta que concluya su tiempo.

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