miércoles, 21 de agosto de 2013

HE AQUÍ, UN VERDADERO SOLDADO

Justicia Revolucionaria
Por Esteban Falcionelli


Causa Sambuelli y otros; Santa Fe, Julio de 2013.
Mayor (R) Jorge Alberto BENÍTEZ
PALABRAS FINALES
No estoy aquí para mostrar arrepentimiento, ni para pedir clemencia, por delitos que no he cometido, sino para pedir ¡JUSTICIA!
Justicia ajustada a la Constitución y las Leyes y no a las interpretaciones, doctrinas foráneas, y/o jurisprudencias violatorias de su esencia.
No es de mi parte un acto de arrogancia, ni de soberbia, ni de orgullo desmedido. Es la actitud consciente y reflexiva que adopto, por haber sido privado ilegítimamente de la libertad y junto a mi Familia, puesto a disposición del escarnio público, difamado y torturado física, moral y espiritualmente por espacio de dos años y medio.
No me anima odio, ni resentimiento, ni ansias de venganza por haber sido injustamente acusado. Cuando combatí, lo hice lealmente y cara a cara, como pueden atestiguarlo, y lo han hecho, nuestros enemigos británicos y reconocido y valorado por el Congreso de la Nación Argentina cuando me otorgó la Medalla al Valor en Combate. Enemigos británicos a los que hoy sirve acabadamente estos juicios para intentar desmovilizar ÉTICA, MORAL y ESPIRITUALMENTE a las FFAA, para completar la ya conseguida  indefensión material de la Nación Argentina. En otras palabras, lo que no consiguieron por la fuerza en 1982, lo están consiguiendo hoy por otros medios y con actores locales.
Perdono de corazón, a todos.  A quienes por odio, dinero, venganza, presiones y/o directivas políticas, han participado en este juicio, mentido, cometido prevaricato y procurado de cualquier modo mi condena.
Ante el Crucifijo que preside este Tribunal, reitero mi inocencia.
Dra. María Ivón Vella, Dr. José María Escobar Cello, Dr. Omar Paulucci: tenéis la oportunidad única de marcar un hito en la historia Judicial argentina, que signifique el inicio de la Restauración de la Verdad y la Justicia, absolviendo a cuantos hemos sido falsamente acusados de aberrantes hechos, que repugnan a nuestro buen nombre y honor. Sea cual fuere vuestro fallo, este Juicio quedará en nuestra conciencia, la de Uds. y la nuestra, hasta el día del Verdadero Juicio, en donde resplandecerá en todo su esplendor la Verdad y la Justicia: el inapelable Juicio Final de Nuestro Señor Jesucristo, cuando venga en todo su Esplendor y Gloria.
Como dice el Evangelio para el día de hoy, en San Mateo 13:
“El Hijo del Hombre enviará a sus Ángeles, y éstos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal y los arrojarán en el horno ardiente; allí habrá llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. ¡El que tenga oídos, que oiga!
Continuaré rezando, como lo vengo haciendo desde hace dos años y medio, por todos los que han participado en este Juicio y principalmente por la Restauración de la Justicia, la Paz y la Concordia en nuestra amada Patria. Que la Estrella de Belén nos guíe por el camino de la reconciliación para mayor Gloria de Dios y bien de nuestra Patria.
Pensándolo bien…. tal vez  vendría bien un poco de arrepentimiento, como quiere el abogado Bordón, aunque hoy no está presente …
En primer lugar, por mi vida alejada de DIOS hasta mi paso por la Escuela de Aviación Militar, donde reencontré el camino por la senda de DIOS y de la PATRIA.
Y en segundo lugar, por haber regresado al continente el día 13 de junio de 1982 después de 74 días de combate, sin haber sido capaz de un último acto heroico, ya que no había Generales del Proceso capaces de hacerlo.
¡VIVA CRISTO REY!  ¡VIVA LA PATRIA!

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