domingo, 25 de agosto de 2013

NO LE CREO





NO LE CREO....

Anoche me encontré de casualidad con el programa “El Informante”, lo vi casi completo. Siempre he tenido una mala impresión de Cheyre, lo encuentro zalamero, de doble cara, me da la impresión de ser una de esas personas que saben manejarse en aguas turbulentas quedando bien con todos.

Hay que decir a favor de Cheyre, que él, tal como el resto de sus compañeros veinteañeros del ’73, “estuvo ahí”; algunos como él contaron con la fortuna de ser el junior de un superior, seguramente daba recados, iba a comprar cigarros, y entregaba guaguas en los conventos; otros no corrieron con la misma suerte, les tocó fusilar a algún terrorista, o fueron destinados a la DINA o la CNI. Es como el juego de la viroca, al que le toca le toca. También es posible que Cheyre haya hecho algo más de lo que cuenta sin que lo pillaran, o tal vez lo pillaron y consiguió inmunidad a cambio de hacer lo necesario para ello. Su bendición al informe Rettig seguramente fue una traición que le salvó el pellejo…………..hasta ahora.

No le creí a Cheyre anoche. Dio muchas explicaciones, habló mucho para decir poco y nada, no le creo que no supo nada de nada el ’73, ni en los ’80, ni que ni se enteró de lo que decía el informe que el mismo ayudó luego a validar, no le creo que sea una pobre ave perdida en la inmensidad de la vida. No le creo que lo que él supuso fue un suicidio de un par de extremistas le “marcara la vida”, tampoco puede repetir tantas veces que no compara su supuesto dolor con el del huérfano, si eso es lo que intentó hacer durante toda la entrevista.

Cheyre ha tratado de convencer a la gente que fue él quien dio la cara por el ejército. Falso, lo que ha hecho Cheyre es dejar que sus compañeros den la cara por él. Salvó su pellejo ayudando a condenar al resto, se llama traición, y para poder llevarla a cabo antes hay que perder el honor.

A Cheyre le llegó su hora, tendrá que renunciar al Servel ante la presión comunicacional que está viviendo, y no sé si como un simple civil podrá mantener por mucho tiempo el blindaje que consiguió diciendo lo que hay que callar, y callando lo que hay que decir.

Publicado por Máximo.


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