CIERRE DE JUZGADOS

Domingo 23 de Noviembre de 2008
Cierre de juzgados

El próximo 31 de diciembre cerrarán definitivamente cuatro de los seis juzgados del crimen de Santiago que aún tramitan causas del antiguo sistema penal. A un mes de eso, aún hay 14 mil 916 casos en tramitación, que, según la Ley Nº 20.199, deberán quedar en sólo dos tribunales (y desde el 1 de enero de 2010, sólo en uno).

De acuerdo con los datos conocidos, del total de causas pendientes, más de cinco mil ni siquiera tienen sentencia (dos mil 355 están en sumario, y dos mil 808 en plenario). De las nueve mil 753 restantes, que tienen fallos de primera instancia, cuatro mil 808 están en tramitación, mil 280 en ejecución, y tres mil 665 en la Corte. La Corte Suprema resolvió no realizar ninguna modificación al cronograma ni solicitar postergación al Ejecutivo.

Pero se ha presentado un proyecto de ley para modificar nuevamente la gradualidad de esta fusión de tribunales, porque la recarga de trabajo puede impedir un debido proceso, no sólo para procesados y condenados, sino también para las víctimas.

Sería indispensable acompañar esta nueva fusión de tribunales con cambios en la gestión, creando unidades de apoyo que concentren la mayoría de los procedimientos administrativos no jurisdiccionales de los juzgados del crimen, incrementar razonablemente las dotaciones, para poder prestar un mínimo servicio a los usuarios, y mantener los jueces con dedicación exclusiva a fallar para poner término a los procesos a la brevedad.

Para evitar nuevos hechos anómalos, es fundamental asegurar estándares técnicos y jurídicos para gestionar y fiscalizar la tramitación de los procesos aún pendientes, y de aquellos recursos que dejan los juzgados que cierren, como bienes incautados o dinero en las cuentas corrientes. Cabe notar que lo ocurrido con las miles de contraórdenes en los nuevos juzgados penales confirma la necesidad de asignar máxima atención a lo que acontezca en los juzgados subsistentes.

Los plazos son breves y exigen la mayor eficiencia en la aplicación de medidas que aseguren al menos condiciones mínimas para el adecuado funcionamiento de los juzgados que seguirán tramitando las causas. A la Corte de Apelaciones le corresponde una importante labor en este ámbito y en el pronto despacho de las causas que aún tiene pendientes.

La responsabilidad por este cuadro recae menos en la judicatura que en una deficiente gestión del sector por el Ministerio de Justicia, que no se ajustó al cronograma conocido hace años.