El año 2001 fue derogada la pena de muerte en Chile, habiéndose ejecutado en total a 58 personas durante su vigencia, todos por homicidios con violación, robo, incendio o asalto. O sea, durante 126 años, desde 1875 hasta el 2001, no fue necesario aplicarla más veces.
Creo que este fue otro error del presidente Lagos y la mayoría del Parlamento. Está a la vista que los delincuentes ahora no temen porque ningún castigo es tan terrible que no puedan soportarlo.
Hemos visto en esta Navidad, como una familia fue asaltada en Jardín del Mar, Reñaca, mientras salía a la calle con los niños a esperar al Viejito de Pascua, entraron cuatro delincuentes con armas blancas, atacaron a la familia, robaron todo lo que encontraron a su alcance y se fueron muy tranquilos. Uno fue atrapado pero sabemos, tenemos la certeza de que luego saldrá en libertad por la “puerta giratoria” para seguir delinquiendo.
Por estas razones estoy a favor de la pena de muerte, porque sirve de advertencia… “esto te puede pasar”. Siempre recuerdo que mi papá tenía colgada una correa de cuero a la subida de la escala, le llamaba “ la vitamina C ” porque actuaba por presencia, él jamás la usó, pero nosotros sabíamos que debíamos portarnos bien o… ahí a la vista estaba el castigo.
Estamos a merced de la delincuencia, ya no llama la atención que balas locas maten niños, que por 20 mil pesos maten a una anciana, que las pandillas anden con armas de fuego o que lleguen balazos a autos estacionados en la playa durante el día.
Dios nos proteja, mientras, nuestros amigos militares que salvaron a nuestra querida Patria, siguen encerrados en los penales, condenados por aberraciones inventadas como el “secuestro permanente”. El mundo al revés.
Bernardita Huerta Dunsmore
5.422.419-2
Bernardita Huerta Dunsmore
- Fecha de publicación: 2008-12-29
- Publicado por: Editor
jueves, 8 de enero de 2009
SÍ A LA PENA DE MUERTE
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