domingo, 29 de marzo de 2009

EDICIÓN NUMERO 50 DE "CHILE INFORMA"


CON LA AUTORIZACIÓN DE SU CREADOR Y DADO LA TRASCENDENCIA DE LAS NOTICIAS PUBLICADAS EN SU EDICIÓN Nº 50 ME PERMITO PUBLICARLAS PARA CONOCIMIENTO DE MIS ADHERENTES Y SIMPATIZANTES, RECORDANDOLES QUE SI DESEAN CONTINUAR RECIBIENDO LA INFORMACIÓN DE CHILE INFORMA DEBEN SUSCRIBIRSE CON DON FERNANDO MARTINEZ COLLINS.

R U S .

Edición número 50

Hoy, para “Chile Informa’’, es una fecha especial. Cumplimos 50 ediciones de contacto informativo con ustedes. Al alcanzar esta meta agradecemos sinceramente a quienes nos han apoyado.

Visita a prisioneros políticos

A los amigos que hayan pertenecido a las FF.AA. o a Carabineros y que tengan interés en visitar a los camaradas que se encuentran prisioneros políticos en los penales “Punta Peuco’’ y “Cordillera’’ les informamos que es posible realizar una visita institucional mensual.

En el caso de Cordillera, ubicado en la comuna de Peñalolén y donde todos los detenidos son oficiales ® de Ejército hay cupos para la visita que se efectuará el jueves 9 de Abril.

Los interesados en concurrir pueden comunicarse con el editor. F.martinez@gmail.com

Salude a un amigo preso

El próximo 10 de abril está de cumpleaños el Teniente Coronel de Ejército, Iván Quiroz Ruiz. Se lo avisamos con anticipación para que prepare el sobre a fin de enviarle una carta de saludo. No importa que no lo conozca personalmente. El es uno de los presos políticos que hay en Chile y está privado de libertad. Le debe escribir a su nombre. Su dirección es: Penal de Punta Peuco. Carretera Panamericana Norte, altura kilómetro 45. Punta Peuco. Comuna de Til Til.

¿Hasta cuándo les vamos a aguantar?


En nuestra edición de ayer, Chile Informa aludió a la persecución que elementos de izquierda realizan para tratar de sacar al vicealmirante Cristian Gantes Young de su derecho a poder ocupar la comandancia en jefe de la Armada, en los próximos meses, cuando entre las primeras cinco antigüedades de los oficiales de Armas se debe nominar el sucesor del almirante Codina.

Las huellas digitales de los autores de esta turbia maniobra se confirman al revisar lo que dice la prensa. He aquí un titular de las últimas horas:

“Chile: Organizaciones de DD.HH. celebran querella contra jefe naval (UPI)’’

La anterior es la información que la agencia de noticias UPI, sede Santiago de Chile, envió internamente a su central, en los EE.UU. y, minutos después, ya procesada y aprobada por la Central, fue emitida por UPI de Estados Unidos, pero ahora en forma abierta y al mundo entero.

Lo anterior no es todo. Debajo del título viene lo que en periodismo se conoce como lead, es decir, la cabeza o parte más importante de la noticia. Al respecto, UPI dijo en ese despacho internacional.


SANTIAGO, Chile, mar. 25 (UPI) -- Dirigentes de organizaciones de Derechos Humanos celebraron la querella contra el vicealmirante de la Armada de Chile Cristián Gantes Young.

La acción legal contra el oficial de la Marina es por las torturas que se realizaron tras el Golpe Militar de 1973 a detractores del régimen militar en el Buque Escuela Esmeralda. Uno de ellos fue el sacerdote inglés Miguel Woodward, quien murió cuando se le aplicaban esos castigos.

La dirigenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Mireya García, afirmó que la mencionada querella es un "gran aporte para la causa de la justicia en casos de violaciones a los derechos humanos".

Si usted repara en los tres párrafos anteriores difundidos al mundo por UPI, todos ellos tienen un denominador común. Son negativos para Chile. Negativos también para las Fuerzas Armadas del país.

En Chile, según UPI, la Marina tortura y hay celebraciones entre las organizaciones de derechos humanos cuando uno de los torturadores es querellado. En las primeras tres líneas, en un tribunal popular, sin ningún elemento de prueba, el vicealmirante Gante es mostrado – ante el mundo entero- como torturador.

Enseguida, el relato afirma que el buque escuela de la Armada de Chile era usado para torturar y que en esas prácticas murió un sacerdote británico.

Usted sabe que esta información es falseada, de “mala leche’’, pero mi pregunta es: cree usted que el lector de Francia, Gran Bretaña, España o de Honduras lo sabe.
Seguramente no, y ellos creerán lo que le dice la agencia de noticia. Y lo darán por cierto, aunque sea falso.


Aparece luego nombrada una señora de nombre Mireya García, de quien se dice es presidenta de una “agrupación de familiares’’. Ha reparado que a lo menos un millar de chilenos, integrantes de las FF.AA. y de Orden, fueron asesinados por los marxistas durante el gobierno del General Pinochet.

Ellos tienen “agrupación’’. Los de este sector, no. ¿Es que acaso, sólo los muertos marxistas valen?

¿Por qué las hijas, las esposas de militares, marinos, aviadores o carabineros muertos o mutilados por la acción terrorista no se querellan, por qué no se organizan?

Sabe usted quién está detrás de la “Agrupación’’. Sí. No se ha equivocado. Es el Partido Comunista. La presidenta de esa entidad lo es.

Ya es hora de comenzar a ponerle el cascabel al gato.
HAY MAS NOTICIAS A CONTINUACIÓN

Roberto Fuentes Morrison

¿Sabe usted quién es esta persona? Es probable que diga que no. Sin embargo, si la misma pregunta se la hubiéramos formulado hace 15 años, seguramente sabría. Incluso habría dado mucha información traída por la prensa. La mayoría de ella falsa, por cierto.

Es que Roberto fue oficial de la Fuerza Aérea y, en virtud de eso, su Institución lo encomendó primero, a comienzos del gobierno militar, proteger ministros de Estado que pertenecían a la FACH. Posteriormente, lo destinaron al servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea y, más tarde, al Comando Conjunto, cuerpo especializado que tuvo la misión de neutralizar al terrorismo marxista, de preferencia miristas y comunistas.

Roberto hizo bien la tarea encomendada y, por su eficiencia, pasó a ser enemigo frontal de los izquierdistas. Le tejieron una historia horrible, falseada y manipulada la llevaron a la prensa y le montaron un historial de violaciones a los derechos humanos.

Hicieron de él una operación “cerebros lavados’’, como dice Hermógenes. Mediante el engaño lo transformaron en “malo’’.

La prensa de izquierda- y también la otra, que pareciera sentir una atracción fatal por no tocar y tratar bien a los rojos- lo bautizó como “El Wally’’. Ese era su alias.

Pero hasta eso era falso. Y de ello puedo dar fe.

Roberto Fuentes Morrison y yo crecimos en el mismo barrio. Nuestras respectivas madres se entendían bien. Ambas eran “gringas’’. Era él como 10 años mayor que yo, pero le conocí desde adolescente, porque acostumbraba ir a su casa – vivíamos en la misma cuadra- y jugar con su hermano menor.

Su madre, una dama que barría sagradamente cada día el frontis de su casa, le decía “Wally’’, cariñosamente. No era el alías del mundo delictual, sino el diminutivo de cariño que le daban en su casa.

Roberto no era como los demás jóvenes de mi barrio. No. El era muy diferente. De partida su rostro y su cuerpo competían centímetro a centímetro de piel con las pecas. Era rubio. Casi colorín, de ojos claros, pestañas abundantes y cejas tupidas.

Su altura era fácil superior al metro 90. Muy cercano a los dos metros. Su cuerpo era atlético, musculoso, con una fuerza impresionante. El sabía de sus capacidades físicas y las desarrollaba.



Le recuerdo como estudiante del Liceo Hispano Americano, de calle Carmen en Santiago. Allí compartió con niños y jóvenes de la colonia española que se educaban en Nuestra Señora del Pilar, de los Padres Escolapios.



El colegio Hispano Americano era un establecimiento donde sus alumnos, además de la preparación intelectual y moral, destacaban por el cultivo de los deportes. Disponía de una cancha de fútbol estupenda y cada domingo, los partidos comenzaban temprano. De ahí salían y salen muchos jugadores de la Unión Española.



Además el colegio destacaba, en el ámbito educacional privado, por sus revistas de gimnasia, Roberto fue representante seguro, por años.



Muy joven ingresó como voluntario del Cuerpo de Bomberos de Santiago, a la Séptima Compañía, de calle Av. Matta.



Cómo no recordar cuando, en las noches de invierno, de lluvia o frío, si sonaba la sirena, a los pocos segundos, sentíamos sus grandes trancos, corriendo por la calle, hacía la bomba.



Poco después, aumentó su velocidad de desplazamiento. Se compró una bicicleta nueva, a la cual colocó una sonora antena. Se ganó entonces el sobrenombre real (que nunca la prensa lo usó o supo) de “el bombero atómico’’.



Por años, Roberto y la “Séptima’’ ganaron cuanta competencia bomberil se realizó en la capital. El, y su físico privilegiado, acumulaban puntos y puntos en cada torneo.



Y dentro de los bomberos de entonces, década de los 60 y 70, Roberto se hizo famoso. Salvó a muchas personas del fuego. Era quien ingresaba a realizar los rescates, cuando otros ya no se atrevían por el peligro.



Leí tantas veces, en El Mercurio, noticias tan positivas acerca de él. Recuerdo además a su padre, un destacado músico de la orquesta sinfónica nacional que aportó tanto a la difusión de la buena música. La familia venía del sur, donde el padre repartió sus talentos musicales, generosamente.



Pero Roberto además de los bomberos, cooperó por años con el Cuerpo de Socorro Andino, con el SAR y con cuanta institución de servicio le pidiera su cooperación. Muchas personas fueron por él salvadas en la montaña o en la nieve.



Ocupó las primeras páginas de los diarios cuando rescató los cuerpos de los jugadores del Green Gross, muertos en un accidente aéreo o cuando estuvo en la búsqueda y salvataje de los deportistas uruguayos caídos al interior cordillerano de San Fernando.



Además, le recuerdo cada domingo, en la Misa de 12 en la Parroquia de San Andrés, de Av. Matta. No sólo iba al oficio, participaba en él y comulgaba semanalmente.



Pero esa vida, se alteró bruscamente.



Llegó a Chile el gobierno marxista de la UP, en 1970, y poco después los alimentos comenzaron a escasear, apareció un fenómeno desconocido para los chilenos: el mercado negro. En el almacén “El sin rival’’, que aún existe en la esquina de nuestro antiguo barrio, los propietarios llegaron a acuerdos con las JAP, las tristemente juntas de abastecimientos y precios, que dirigía el general Bachelet. Si el mismo caballero, quien era rojo, como su esposa e hija.



Y Roberto, como muchos del barrio, nos revelamos contra la tarjeta.



El tomó contacto con jóvenes de Patria y Libertad. Luego derivó en la Fuerza Aérea.



Casó él. Yo hice lo mismo. Nos re-encontramos un día, después de 1975, en el salón de plenarios del edificio Diego Portales. Advertí que presentaba una cojera en una de sus piernas.



En un enfrentamiento, a tiros, los marxistas lo balearon. Le dejaron esa secuela de por vida. De ese enfrentamiento nada salió nada en la prensa.



De otros, donde también participó, y donde los heridos o muertos eran del otro lado, las noticias sobraban.



Cuando la labor de limpieza de los principales focos del extremismo se logró y apagado el incendio, los afectados comienzan a criticar que los bomberos causaron destrozos en la extinción del fuego, su Institución lo mandó al exterior.



Estuvo un buen tiempo destinado en Sudáfrica.



A la vuelta, presentó su expediente de retiró.



Pocos años después, una mañana, al salir de su departamento en la Población Frei, en la comuna de Ñuñoa, para dirigirse al trabajo, cuando fue emboscado. Ni siquiera alcanzó a reaccionar. Un comando del Frente, brazo armado del Partido Comunista le metió más de 20 balas en su cuerpo.



Recuerdo haber visto entonces, su cuerpo inerte, en la calle, poblado de sangre, en portada de El Mercurio.

Después, pasaron unos días, y la prensa ya no volvió a decir nada. Para los medios, sus derechos humanos, violentamente abolidos por los comunistas, no eran noticia.

Chile Informa
Por favor no lo re-envíe. Respete el derecho de propiedad.

Si usted no está suscrito a “Chile Informa’’ puede hacerlo ahora. Cancele $ 2.500 y reciba el periódico todo el mes de Abril. La transferencia de dinero debe ir a nombre de Fernando Martínez Collins, Rut 4.463.468-6 cuenta corriente 21-46768-5 del Banco Santander. Enviar además su nombre completo y correo electrónico para incluirlo a chileinforma2@gmail.com

No hay comentarios: