"UN MIÉRCOLES EN BOUWER".
Queridos amigos:
ya vamos para un año en qué les conté siempre de nuestras visitas a mi flía militar detenida en Bouwer.Hoy a crecido más, ya qué la maléfica Garré trasladó nuestros militares del cuartel Unión al penal, cómo a los de Guardia de Infantería.
El día de ayer fue gélido en Córdoba, más aún en el descampado de la cárcel; pero el calor humano y de amor qué llevamos cada miércoles, no se sintió...
Quiero agradecer en nombre de dos de éllos qué le escribieron al Dr De Urquiza, las palabras de aliento qué les transmitió, cómo de una mujer (mi amiga)la Concejal Lastra, del señor Juan Carlos Decurnex(impagable las palabras de jugarse ,enteramente, por éllos cómo los tres).
También de un señor qué se identifica cómo Karlos, del Ingeniero Dante Calori, el Dr Villalobos y a TODOS los amigos qué de una u otra forma me presentan ante este medio las más bellas palabras de apoyo para éllos y para mi acompañamiento (qué no es caridad, sino es lo qué me corresponde por amor a éllos, y ser flía militar).
Una de las noticias "aberrantes" ya decretadas por la Fiscal, es qué a nuestro General Menéndez se le niega la prisión domiciliaria por considerarse "peligroso" y además puede "autoagredirse".¿Pregunto...?, ¿un Gral,con 82 u 83 años puede ser peligroso para alguien?.¿¿Hasta dónde llega la malicia terrorista de negar lo qué por Ley le corresponde?.El señor General tiene "bien puesto".., su espíritu militar!!!, ¿ó creen qué es un cobarde subversivo qué tomaban pastillas de cianuro para no entregarse?
La maldad marxista de los jóvenes idealistas, (ahora en santos inocentes), presiona una justicia qué NO existe!!, una justicia qué no juzgó NUNCA los delicuentes subversivos....Y pongo en minúscula justicia, porque "NO ES PODER INDEPENDIENTE"(esta manejada por un delirante K), entonces no puedo pensar ó escribir de otra manera.
Aparte de ancianos, tenemos enfermos cardíacos, diabéticos, con cáncer ,¿éso no son crímenes de lesa humanidad?
Hoy jueves tienen reunión dónde seguramente leerán las palabras (anotadas en mi memoria) para éllos ,de los amigos qué nombré .En realidad de todos los qué me hacen llegar su apoyo. Me contaban qué compraron una Bandera qué fue firmada por todos los presos políticos; seguramente alguien la pondrá en la web.
Cuándo nos despedíamos de nuestros queridos presos políticos y forman para partir a las celdas, tomó la palabra el Coronel Quiroga agradeciendo a todas las flías y amigos, cómo camaradas de ambas fuerzas qué miércoles a miércoles NO los abandonamos en un frío penal .Creo qué la emoción se notó en nuestros ojos bañados en lágrimas, el Coronel nos emocionó...
Y cómo cada día de visita, (cada uno de nosotros en silencio al auto), tarde soleada, fría, saqué mi Bandera Argentina que saluda "orgullosa" nuestros héroes (que detras de rejas nos despiden)....
Gracias de corazón en nombre de éllos y el mío, a todos los que no los abandonan.
Marta Domínguez Matheu
Este proceso de deshumanización que vivimos en la Argentina, debería hacer reflexionar profundamente a nuestra sociedad tan proclive a desentenderse de todo aquello que no la afecta directamente. El egoìsmo y la indiferencia del argentino es tan autóctono como las empanadas criollas y el dulce de leche. Al igual que estos dos de los que nos enorgullecemos, pareciera que esas conductas tan odiosas identifican al nativo de estas latitudes como virtudes y no como lo que realmente son, pecados infames.
Aún tengo presente en mi memoria, y les aseguro que es magnífica, cuando allá por julio del 74 al fallecer el General Perón, el país se enfrenta a la terrible realidad del ataque frontal y despiadado de los grupos marxistas montoneros, far, fap y erp, que sin piedad ni misericordia, atentaron día y noche las ciudades de la República con sus bombas y asesinatos indiscriminados.
La gente estaba aterrorizada y nadie tenía la certeza plena de que nada le sucedería al desplazarse hacia su trabajo o en las universidades o simplemente como víctima colateral en la locura desenfrenada de estos asesinos instruídos en Cuba, que pretendían imponer sus desvaríos imperialistas rojos, haciendo creer que luchaban contra el único imperialismo según ellos, el yanqui.
Deberían preguntarse todos los que no pertenecían a esas estructuras guerrilleras que nos espantaban diariamente y que ahora tienen cautiva a la Patria, qué habría sucedido si las FFAA ante las órdenes expresas de la presidente Perón y del Congreso de la Nación en su absoluta mayoría, no van al combate a exterminarlos.
El monte tucumano y las grandes ciudades se tiñeron de la sangre de muchos soldados que debieron luchar y morir para defendernos a todos de esos criminales marxistas que desconocían en su vocabulario las palabras misericordia y piedad. Que desenfrenados en su locura antinacional llegaron a los extremos más bajos a los que el ser humano puede rebajarse. Que ébrios de una mística alojada en sus manipulados cerebros, los miserables que los manejaban a distancia como ridículas marionetas imprimían en sus limitadas capacidades intelectuales, el odio y la venganza a todo lo que fuera opuesto a sus delirios de implantar una patria socialista.
No caigamos en el facilismo, como hace la prensa cómplice y los políticos mercenarios de todos los tiempos, de achacarles a los hombres que combatieron al enemigo despiadado, la responsabilidad de los excesos que todas las guerras generan. Los soldados que lucharon, los que murieron y los que vencieron, lo hicieron porque esas fueron las órdenes recibidas. De no haber sido por ellos, nuestra nación habría sucumbido mucho antes a manos de los rojos, los que ahora se regocijan con el desmantelamiento de la Patria. De esos que han demolido, merced a su odio visceral anticristiano, nuestras sagradas instituciones, nuestra forma de vida, nuestras esperanzas y nuestro futuro.
Precisamente aquellos que debieron ver de frente a la muerte, los que no titubearon en los momentos de inmolarse por nosotros, por los que dormíamos plácidamente en nuestros hogares, los que seguíamos con nuestras vidas, nuestras carreras, nuestras ilusiones, aquellos que obedecieron las concretas órdenes de sus superiores, los que eran jóvenes soldados de la misma edad que la mayoría de nosotros, ahora padecen el escarnio, el olvido, la injusticia, el oprobio.
Ni el peor degenerado encarcelado por crímenes aberrantes, es sometido a las humillaciones, los vejámenes, las mortificaciones que nuestros soldados están recibiendo como consecuencia de la perfidia de este gobierno infame.
Este silencio cómplice de la mayoría de los argentinos ante el dolor de esos guerreros y sus familias, la indiferencia frente a tanta ignominia, tanta degradación, tanto deshonor, nos hará pagar un precio terrible y que indefectiblemente involucrará a todos por igual en nuestras futuras generaciones.
Nuestra Argentina, la que apoyaba sin condicionamientos a nuestros bravos soldados que batalla tras batalla luchaban en el monte tucumano contra la blefa marxista, los únicos en la historia que derrotaron la subversión guerrillera roja, la que orgullosa hinchaba su pecho frente al coraje, el arrojo, la nobleza de nuestras tropas de infantería, nuestros extraordinarios pilotos de la fuerza aérea y de la aviación naval, nuestros valientes comandos, todos aquellos que fueron la admiración de todo el orbe en la desigual guerra por Malvinas, jamás podrá levantar la cabeza en forma digna y respetable ante el mundo, si esta vergüenza, esta mácula horrorosa que nos agobia a todos por igual no es limpiada, corregida, lavada. Esa afrenta nos caerá como una maldición, como un estigma y al igual que aquellos que gritaron "que la sangre de este Justo caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos", padeceremos por siempre nuestra vileza.
Son ingenuos aquellos que suponen que esta afrenta a nuestros hermanos pasará desapercibida ante los ojos de Dios. Ellos recibirán su misericordia porque es misericordioso y nosotros como pueblo tendremos el castigo porque es Justo.
Dante Calori
jueves, 25 de junio de 2009
ARGENTINA : " UN MIÉRCOLES EN BOUWER"
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ARGENTINA: BOUWER
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