viernes, 11 de diciembre de 2009

CARTAS : FREI MONTALVA


Cartas
Jueves 10 de Diciembre de 2009
Frei Montalva


Señor Director:

En relación con la sentencia del ministro Alejandro Madrid, en la que procesó a diversas personas por la presunta participación en la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva —y sin pronunciarme sobre el fondo de ella—, quisiera referirme a algunas afirmaciones que en relación con ello no resultan muy acertadas, más aún en el ambiente de pasiones electorales que hoy se vive en el país.

La primera de ellas corresponde a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, quien declaró que “la justicia tarda pero llega…”. Ello no siempre ha sido así en el convulsionado proceso que ha vivido el país en los últimos 36 años. En efecto, el asesinato del senador Jaime Guzmán Errázuriz ha quedado en la más absoluta impunidad. Los sentenciados a presidio huyeron a la luz del día en un helicóptero desde la cárcel de “alta seguridad” durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, y existe la convicción más absoluta de que si ello se pudo lograr, fue por la colaboración de diversos funcionarios públicos que, por acción u omisión, lo permitieron.

Por su parte, la citada sentencia del ministro Madrid enumera los actos destinados a dar muerte a importantes personeros del país en nuestra vida republicana: a un ex comandante en jefe del Ejército y un ex canciller, amén de lesiones provocadas a un ex Vicepresidente.

Pero se olvida el juez de citar el atentado para asesinar al único Presidente de la República en ejercicio en la historia del país, general Augusto Pinochet Ugarte, y a su nieto Rodrigo García Pinochet, que lo acompañaba en esa ocasión, con toda la organización y armamento pesado imaginable, del que sólo se podía salir ileso por un milagro. Para ellos tampoco llegó la justicia. Más aún, los condenados por este alevoso atentado y asesinato de sus escoltas fueron indultados por el Presidente Patricio Aylwin el último día de su mandato.

En resumen, mientras la Concertación siga pensando que el patrimonio de los derechos humanos descansa en sus manos y que nadie más puede ser víctima de ellos, la reconciliación del país no se logrará jamás. Y, lo que es más grave, muchos personeros importantes de ese conglomerado hacen lo posible para que ella nunca se alcance, traspasándose ya las odiosidades a la tercera generación.

Sergio García Valdés
Abogado




No hay comentarios: