Detalló la emboscada armada que sufrió en 2008, uno de los delitos imputados a mapuches en juicio de Cañete
Fiscal Mario Elgueta: "Si no me agacho, me vuelan la cabeza, literalmente"
Resaltó que los tiros de escopeta iban directo a él, y que los atacantes actuaron por sorpresa y en un sector encajonado. Reveló que en 2006 el entonces jefe de Inteligencia de Carabineros, José Bernales, le advirtió de un plan para atentar en su contra.
FABIÁN ÁLVAREZ
El Mercurio
CAÑETE.- "Nos estaban disparando. Si no me agacho, me vuelan la cabeza, literalmente", resaltó ayer el fiscal Mario Elgueta, respecto del atentado armado en su contra y la comitiva policial que lo acompañaba, en 2008, el caso más grave ocurrido en Chile a un persecutor penal. Elgueta fue emboscado en Puerto Choque cuando indagaba delitos asociados al conflicto indígena.
Por este hecho están formalizados 8 de los 17 mapuches imputados en el juicio oral que se desarrolla en Cañete por delitos terroristas, entre ellos asociación ilícita de esta naturaleza, homicidio frustrado, robo con intimidación, incendios terroristas y asociación ilícita para el robo de madera.
En la audiencia número 13 que se realizó ayer, el fiscal Elgueta relató que pasada la medianoche del 16 de octubre de 2008, en un sector encajonado del camino a Puerto Choque, en la zona del lago Lleulleu (Tirúa), fue atacado por un grupo, que cortó el camino con árboles derribados con motosierras y disparó en forma directa a él.
"Una escopeta a menos de 10 metros de distancia -afirma que le dispararon a 6 o 7 metros- puede partir a una persona por la mitad", expresó. Y destacó que si los detectives que lo acompañaban no hubieran repelido el ataque con sus armas de servicio "nos hubieran seguido disparando y lo más probable es que hoy día alguien estaría en nombre mío contando la historia", expresó, emocionado.
El fiscal, quien al momento del atentado regresaba a Cañete tras brindar protección policial a un agricultor atacado horas antes, contó que al escuchar los tiros se lanzó sobre los asientos delanteros de la camioneta que guiaba.
"Si sigo en el asiento, recibo los disparos, pero como me agaché los disparos pasaron hacia atrás", dijo. Por ello, los tres detectives que viajaban en los asientos posteriores resultaron con lesiones graves.
"Cuando voy abriendo la puerta para bajarme, siento el disparo que me cerró la puerta (...), atiné a agacharme de nuevo y cuando me agacho y me cubro, siento calor en la mano, sentí un impacto en la muñeca", aseguró. Elgueta salvó con una herida leve en una mano y el roce de un perdigón en su frente.
Plan para atacarlo
El fiscal reveló que dos años antes de esa emboscada, a mediados de 2006, ya tenía antecedentes de que podía ser flanco de un atentado. Por ello, contaba con protección policial en sus diligencias en la zona del Lleulleu.
Y la alerta vino del entonces jefe de Inteligencia de Carabineros general José Bernales Ramírez (muerto el 29 de mayo de 2008 en un accidente aéreo en Panamá cuando era director general).
"Me dijo que estaba preocupado, que había recibido información de los equipos de inteligencia que había una acción, un plan establecido, concreto y formal en orden de atentar contra mí", afirmó Elgueta.
Debido a ello, se le quitaron algunas causas relacionadas al conflicto mapuche para despersonalizar el tema y luego por orden de la fiscalías nacional y regional dejó de ser fiscal de Cañete. Se le reubicó en Coronel, por razones de seguridad. Esto, sin dejar de instruir los casos que indagaba hasta que fue emboscado en 2008, cuando se lo trasladó a Talcahuano.
El tema que gatilló el abandono de la ciudad fue la intimidación a su esposa y madre de su hija. La mujer fue seguida por dos hombres a su trabajo, le tocaron el hombro y le dijeron: "Queríamos saber que eras tú, nada más", relató Elgueta.
Refirió, además, que se investigaban otras dos o tres denuncias de amenazas en su contra, a través de páginas de internet y mediante afiches con su cabeza como recompensa en la Universidad de Concepción.
"Le digo a (José Luis) López: 'comisario (detective que iba de copiloto), parece que nos van a disparar'. En una fracción de segundo veo a un costado mío un fogonazo".
"Me agacho, me tiro hacia donde está la palanca de cambio y en esa fracción de segundo el vidrio de mi lado de piloto estalla (...). La parte más brutal del tiroteo debe haber durado un minuto, un minuto y medio o dos, cuando mucho".
"No me quería ir de Cañete, teníamos (junto a su familia) un proyecto de vida en Cañete. A mí me gustaba mi trabajo, estábamos consiguiendo resultados".
MARIO ELGUETA
FISCAL EMBOSCADO EN TIRÚA, EN OCTUBRE DE 2008.
viernes, 26 de noviembre de 2010
JUICIO CONTRA TERRORISTAS MAPUCHES
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