domingo, 17 de julio de 2011

CARTA ABIERTA AL SUPREMO GOBIERNO Y A LA ALIANZA POR CHILE





FAMILIA MILITAR CHILENA

Quienes suscriben esta carta, miembros en retiro de las Fuerzas Armadas y de Orden, sus familias y amigos; se dirigen a ustedes para plantearles una situación puntual relacionada con la contingencia política nacional, y que de una u otra manera les afectará seriamente, como colectividad política.

Seguramente ustedes ya han escuchado hablar del PLAN AHORA; si no es así, en esta nota se lo explicamos.

Vamos a ser sinceros con ustedes: Tenemos que reconocer que el actual Presidente de Chile TUVO que ser nuestro candidato. Votamos por él, al igual que nuestras familias y amigos, pero SÓLO, por dos razones fundamentales: primero para sacar del poder a la corruptela ya evidente en los gobiernos concertacionistas, que tanto daño hacía a Chile; y segundo, lo principal, por la promesa que hizo el Señor Piñera a la Familia Militar.

Ustedes debieran estar al tanto de la angustiosa situación que viven en Chile los miembros activos y retirados de las Fuerzas Armadas y Carabineros, como sus familias. La Concertación construyó un andamiaje pseudojudicial vergonzoso, absolutamente politizado y de acción prevaricadora, que condena a todo militar antes de cualquier juicio, con inexistentes presunciones, mentiras, testigos falsos; como se ha reconocido en fallos de la I. Corte de Apelaciones de Valdivia, a modo de ejemplo, que ha dejado sin efecto varias resoluciones de estos jueces. El sistema judicial se ha ensañado además negándoles lo que la ley establece: la prescripción, la cosa juzgada, etc.

No quisiéramos extendernos en los detalles del tema, pues se supone que ustedes como políticos lo conocen. Pero aun así les queremos recordar que el actual Presidente de Chile, que pertenece a la misma tienda política de ustedes, prometió a los militares en dos reuniones, durante su campaña, una solución definitiva y permanente al problema, lo que se resume en una simple frase: ¡JUSTICIA IGUAL PARA TODOS!. Esa promesa fue la clave para que la Familia Militar chilena se volcara en el último tiempo de campaña a llamar a votar por el candidato “de la esperanza”. Nuestros votos son VARIOS CIENTOS DE MILES, y superan con creces la diferencia que el Presidente obtuvo sobre su contendor.

Fehaciente e incuestionablemente podemos manifestar que nuestra votación obedece a principios y valores, por lo tanto es absolutamente disciplinada; y si el Señor Piñera hoy es el Presidente de Chile, sin duda se lo debe en gran parte a la Familia Militar, porque antes de la “promesa”, ella estaba decidida a anular su votación.

Pues bien, desde que el Señor Piñera asumió la Presidencia de la República, la situación judicial de los uniformados y ex uniformados se ha agudizado a extremo. El Ministro del Interior mantiene bajo su alero una comisión de derechos humanos integrada por los mismos abogados que dejó ahí la Concertación, personas de una animadversión absoluta hacia las Fuerzas Armadas y de Orden y, por supuesto, al Gobierno Militar, que tuvo que asumir, se los recordamos, luego del colapso económico, social y político dejado, precisamente por los políticos, el año 1973.

El gobierno que suponíamos “nuestra esperanza”, se ha hecho parte ya en centenares de querellas en contra de personal militar, empezando por la que pretende transformar en asesinato la muerte natural de Frei Montalva. Y ha dado su apoyo, además, a la nueva estulticia creada para fabricar “asesinatos históricos”, respecto de Allende y Neruda.

El sistema penitenciario, a instancias del supremo gobierno, ha endurecido su actuar en contra de los uniformados presos, negándoles todo tipo de beneficio carcelario. Y se ha llegado al extremo inédito en Chile de que a los enfermos terminales se les obliga a morir encarcelados.

Ninguna autoridad de Gobierno ha concedido audiencias a los familiares o amigos del personal militar, sin embargo las dirigentes de agrupaciones de derechos humanos, que obtienen las más millonarias indemnizaciones del Estado, se pasean por la Moneda más que antes y han sido recibidas en distintas ocasiones por el propio Presidente y por los Ministros del Interior y de Justicia, e incluso, lo más irrisorio, por el propio Ministro de Defensa, el señor Allamand, quien curiosamente nunca ha negado su antipatía por todo lo militar.

El Ministerio de Justicia dispuso que los Oficiales y Suboficiales presos políticos, cuando sean llevados a atenciones médicas a los hospitales de sus Instituciones, deban ir esposados y rodeados de gendarmes, con prohibición de conversar con amigos o conocidos. ¿Cómo creen ustedes que se sienten esas personas que concurren o trabajan en los hospitales militares, al ver a sus camaradas o familiares amordazados en sus propias narices por agentes del Estado?

Y lo más sorprendente es que el Poder Judicial chileno, el que debe ser un flamante espejo de la Constitución Política de la República y de nuestra legislación, cuando se trata de juicios a ex uniformados, actúa AL MARGEN DE LA LEY. Algo increíble y nunca visto en Chile.

Ellos, los que deben aplicar, exigir y velar por la correcta administración de justicia, cuando se trata de ex uniformados: no respetan la cosa juzgada, no aplican la ley de amnistía, no respetan el debido proceso ni la prescripción de la acción penal y de la pena, no respetan la presunción de inocencia ni el principio de legalidad, aplican retroactivamente la ley sobre delitos de lesa humanidad, no respetan la supremacía de la Constitución Política de la República dejándola por debajo de tratados internacionales; violando el principio de tipicidad, aplican el argumento ficticio, ridículo e ilícito del “secuestro permanente”, y no respetan el principio de Igualdad ante la Ley, generando un increíble doble standard en la administración de la justicia, al discriminar de manera aberrante, grosera y abismante a los ex miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden.

En otras palabras, el Poder Judicial, “construido” durante los veinte años de Concertación, está actuando INCONSTITUCIONAL E ILEGALMENTE y afectando gravemente a un importante sector de la ciudadanía, integrado en la práctica y directamente por las Fuerzas Armadas y de Orden chilenas, Instituciones permanentes de la República.

Y el supremo Gobierno y el Presidente, mantienen frente a esto una ausencia tal que los hace participes y cómplices de esta flagrante violación a la Constitución, carta fundamental que el Primer Mandatario tiene la obligación de CUMPLIR Y HACER CUMPLIR.

Es muy injusto que se persiga y se condene a personas que cumplieron con un deber CONSTITUCIONAL, el de defender a su país; y en contraste, se conceda todo tipo de beneficios a los que fueron sus adversarios, hordas subversivas armadas INCONSTITUCIONALMENTE.

Son cerca de 8000 los subversivos indultados, de ellos más de 900 son peligrosos terroristas entrenados en Cuba u otros países comunistas, y muchos de ellos son los artífices de los crímenes más crudos y alevosos vistos en el país. Y lo más paradójico, YA NO QUEDA UNO SOLO DE ELLOS EN LAS CÁRCELES CHILENAS, pues todos fueron amnistiados o indultados durante el mismo Gobierno Militar y durante los gobiernos de la Concertación.

Es mucho más lo que les podríamos decir, señores políticos de la derecha chilena, pero queremos llegar al tema puntual de esta nota.

El descontento del mundo Militar es muy grande con el Gobierno del Presidente Piñera, tanto así que ya se levantaron voces decisivas y definitivas que no presagian nada bueno para ustedes.

Todo lo expuesto ha llevado a la realización de distintas reuniones de ex uniformados a lo largo de Chile, en orden a buscar una forma de solución. Una solución que castigue al Gobierno y a la Derecha… que castigue la traición.

Así se estructuró una iniciativa muy especial, la cual ya cuenta con el apoyo de miles de personas a lo largo de Chile, y continúa incrementándose en forma sorprendente.

Se trata de castigar a la derecha política con nuestros votos, los votos de la Familia Militar chilena y de sus amigos, los votos de todos los simpatizantes del Gobierno Militar y de todos los chilenos patriotas. Buscamos así generar una reacción del Gobierno tendiente a terminar con el flagelo al mundo militar.

Sobre el particular les podemos decir que el apoyo que tenemos es muy fuerte y definitivamente llega mucho más allá de la propia familia militar, contando ya con una estructurada organización a nivel nacional y regional. Y lo principal… hastiados de las sucias actitudes del Gobierno y la derecha, tenemos la disposición acérrima y voluntariosa de darlo todo, absolutamente todo, por cumplir el objetivo.

La iniciativa fue bautizada como “PLAN AHORA” y contempla (en una primera etapa), en las elecciones municipales del año 2012, anular los votos a concejales, SOLO LOS VOTOS A CONCEJALES, emitiéndose en forma normal el voto por los alcaldes de derecha. Nuestra intención, en esta etapa inicial, es tratar de no favorecer excesivamente a la Concertación.

Lo que queremos y exigimos es la LIBERTAD INMEDIATA DE TODOS LOS MILITARES PRESOS POLITICOS Y EL TÉRMINO ABSOLUTO, TOTAL Y DEFINITIVO DEL ACOSO JUDICIAL A LOS UNIFORMADOS. Cualquier solución menor a esa, que el Gobierno nos proponga, será TERMINANTEMENTE RECHAZADA.

Y para que desde ya lo tengan en cuenta, de no recibir la respuesta exigida al Gobierno, el PLAN AHORA, para el año 2013, en las elecciones presidenciales y parlamentarias, contempla definitiva y terminantemente NO VOTAR POR LA DERECHA. En esa etapa nuestro castigo será definitivo, al no habernos dejado ustedes otra opción.

Estamos absolutamente convencidos de que la acción que tuvieron en el pasado las Fuerzas Armadas y de Orden fue absolutamente moral, legal y constitucional, toda vez que actuaron SÓLO después de que la Corte Suprema de Justicia declarara el quiebre del Estado de Derecho producido por el Gobierno de Allende, y que la Cámara de Diputados lo declarara inconstitucional, y que la derecha política, la Democracia Cristiana y en general toda la ciudadanía, les implorara su intervención.

Por lo tanto, el hecho de que en la actualidad ellos sean blanco de una implacable venganza izquierdista, siendo acosados y perseguidos ilegal e inconstitucionalmente por la Justicia, con la anuencia irresponsable del propio Gobierno de Chile, NOS OBLIGA A ACTUAR.

Este es el motivo de nuestra carta, señores políticos de derecha: que le adviertan al Supremo Gobierno y a los Partidos Políticos de la Alianza por Chile (aun tienen tiempo para eso), que de persistir la crítica situación que vive la Familia Militar, las consecuencias electorales van a ser desastrosas para la derecha.



LA FAMILIA MILITAR CHILENA Y SUS AMIGOS



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