martes, 30 de agosto de 2011

CARTA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA





Santiago, 28 de Agosto de 2011.

EXCELENTÍSIMO SR. PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
SEBASTIAN PIÑERA ECHENIQUE
PRESENTE

Sr. Presidente:

Hace 38 años exactos, el Subteniente de Ejército HECTOR LACRAMPETTE CALDERÓN, era asesinado de un tiro en la cabeza por un extremista mexicano, mientras esperaba movilización para llegar a la Escuela Militar. El criminal fue amnistiado y regresó a su país.

El 30 de agosto de 1972, el Cabo de Carabineros EXEQUIEL AROCA CUEVAS, es acribillado a balazos desde una techumbre del partido Socialista en Concepción, por elementos de dicha colectividad, en desmanes – quizás, y es lo preocupante, menos graves que los actuales -, en que desembocó una concentración autorizada por el Intendente de esa época, Wladimir Lenin Chávez.

A raíz de esta situación, el Presidente del Senado Dn. PATRICIO AYLWIN AZÓCAR, expresaba: “Personalmente tengo la convicción más íntima y lo siento, porque me gustaría no tenerla, de que el Primer Mandatario – refiriéndose a Salvador Allende – es el principal responsable del clima de odio que vive el país, porque él lo ha alentado, lo ha estimulado”.

Desconociendo estos antecedentes, ya nombrado Presidente de la República en 1990, Aylwin procedió a dictar leyes que consideraban ficciones jurídicas, para perseguir, procesar y encarcelar a miembros de las Fuerzas Armadas.

Increíblemente olvidaba, ante todo el país, los llamados desesperados que hiciera antes de Septiembre de 1973, para materializar la intervención militar. Ha llevado este lastre por vida y cerrará sus ojos criticado por esta actitud.

En fin, ningún político –todos ciegos y sordos, y también mudos - a la fecha, ha respondido. Sólo los militares.

A partir de ese Gobierno, los uniformados, incluidas nuestras familias, hemos sido víctimas de la más feroz campaña comunicacional de desprestigio, hemos sido humillados con epítetos de fascistas y criminales; se han atacado nuestros valores y principios por los medios de comunicación social, hemos sido funados en nuestros hogares y trabajos, o hemos sido obligados a abandonar nuestras fuentes laborales por el sólo hecho de haber servido por orden institucional en un organismo de seguridad, o bajos las órdenes del Presidente Pinochet (Q.E.P.D.). Aún más, por lo anterior, fuerzas en desfile, bajo el gobierno de V.E., han sido atacadas cobardemente.

El 13 de Noviembre de 2009, renació la esperanza para todos nosotros. V.E. en su condición de candidato, nos pedía su voto en una reunión con personal en retiro, expresándonos textualmente:”…que la justicia se aplique a todos los ciudadanos de este país, incluidas las FF.AA. en servicio activo y en retiro, sin arbitrariedades y en forma oportuna y sin procesos eternos… con debido proceso, presunción de inocencia, aplicación de la prescripción de los delitos, principios que honran a este país, fortalecen nuestro estado de derecho y además apunta a conquistar una total reconciliación a un país que estuvo sometido a divisiones muy profundas…Los países que no son capaces de levantar la vista para mirar al futuro, son países que están renunciando a este futuro…Vamos a tratar de cerrar las heridas y los rencores”.

Y votamos por V.E. y lo elegimos Presidente con nuestros votos y el de nuestras familias. No quisiera creer lo que un columnista dijo de V.E.:”Se vale del autoritarismo; cuando alguien ya no le sirve, se deshace de él”.


El 28 de abril del 2010 a las 16 horas recibió a los parlamentarios del Partido Comunista: Guillermo Teiller, alias “Sebastián Larraín”, Lautaro Carmona y Hugo Gutiérrez, para una “nutrida reunión de trabajo” según la página web del PC. Es decir, el Presidente sostenía una reunión de trabajo con los responsables de la internación de armas en Carrizal Bajo – Operación “Patria Nueva” - destinada a asesinar a miles de chilenos. Hoy, de corbata, legislan sobre el bien y el mal en el Congreso.

Apenas, dos meses después la Iglesia Católica le proponía un indulto por razones humanitarias para los militares condenados por derechos humanos, a lo cual V.E. se negó, echando por tierra la confianza que habíamos depositado en su gobierno.
Al parecer, primaron los resultados en las encuestas o quizás el temor a la reacción de los partidos de la Concertación y Agrupaciones de DD.HH.
Se dice que cuando los políticos se sienten atacados por quienes se le oponen, recurren a lo que más les nace hacer: tratar de complacerlas.

Hoy vemos que, nuevamente, las puertas del Palacio de Gobierno se abren. Esta vez para recibir a los responsables de los movimientos que han causado graves daños y destrozos en el país recientemente, y que culminaran con la muerte de un estudiante.

V.E. recibirá a dirigentes estudiantiles quienes han adelantado que exigirán el reconocimiento de la responsabilidad política e institucional del gobierno por la represión del movimiento estudiantil, reclamarán por cambios estructurales en la educación, y las renuncias del Ministro del Interior y del General Director de Carabineros.

Ni más ni menos.

Mientras tanto, los militares esperamos. Sin habérsenos concedido una audiencia jamás. Perseguidos, esposados, procesados, prisioneros. Humillados. En silencio, disciplinadamente, sin disturbios, sin odio, ni venganza; sin manifestaciones ni insultos. Jamás un aqueja o un reproche, ni siquiera de nuestros hijos, miembros de las Fuerzas Armadas en servicio activo y ya de alta gradación.

Las familias Lacrampette y Aroca jamás han abierto su boca y no están en el Informe Valech. La dignidad del silencio.

Simplemente, después de ver tanta discriminación, estamos esperando que V.E. cumpla su palabra de hombre, de honor, y de estadista. Nada más.

Afortunadamente existe internet, que es el medio para pedir cuentas a los protagonistas de la historia.

Saluda atentamente a V.E.

Fdo.) General HERNAN NUÑEZ MANRIQUEZ



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