domingo, 1 de julio de 2012

DEL BLOG DE HERMÓGENES

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domingo, 1 de julio de 2012

Por Qué Chile Está en Manos de la Izquierda

El primer editorial del principal diario de derecha chileno afirma hoy lo siguiente: "...el gobierno militar cometió las violaciones a los derechos humanos que el Informe Rettig estableció como verdad consensuada".

Nada de eso es verdad, pero es lo que sostiene la izquierda y sobre la base de lo cual ella ha logrado la superioridad moral y el control de la opinión dominante en nuestra sociedad.

El gobierno militar no cometió las violaciones a los derechos humanos que afirma el Informe Rettig. Documentos explícitos de la Junta, desde los primeros meses de su gobierno, que son públicos y conocidos, ordenaron respetar los derechos humanos. Otra cosa fue que no todos los funcionarios de su gobierno empeñados en la lucha contra veinte mil irregulares armados respetaran todos esos derechos.

Tampoco el Informe Rettig estableció "una verdad consensuada". Desde luego, desde un principio el Ejército lo rechazó. También la Corte Suprema lo declaró "sesgado" e inspirado "en probables propósitos políticos".

Baste señalar un rasgo del Informe para descalificar su objetividad: las muertes de adversarios del régimen las achacó a "agentes el Estado", aunque éstos actuaran al margen de las órdenes del gobierno; pero las muertes de uniformados y civiles a manos de la guerrilla marxista nunca las atribuyó a sus reales responsables, los partidos de la Unidad Popular que la organizaron, sino a un ente inespecífico: "la violencia política". Y omitió incluir a tantas de estas últimas víctimas que la mayor parte de ellas sólo vino a ser conocida cuando la posterior Comisión de Reconciliación y Reparación emitió un Informe complementario, a mediados de los '90.

Tampoco en nignuna parte del Informe Rettig se recogió esa verdad del porte de una catedral que expresó Eduardo Frei Montalva en su carta a Mariano Rumor (cuando ya más de la mitad de las muertes del total del gobierno militar se habían producido): "Toda la responsabilidad de lo sucedido en Chile --y lo digo sin eufemismo alguno-- recae sobre los partidos de la Unidad Popular".

Pues bien, esa verdad no se registró por una razón: porque ese Informe sesgado e injusto fue el precio político que pagó Patricio Aylwin a la extrema izquierda a cambio del apoyo de ésta para ser elegido presidente en 1989.

El hecho de que una afirmación como la comentada aparezca en el primer editorial del principal diario de derecha chileno explica por qué hoy la izquierda se ha erigido en tutora moral del país, por qué ejerce impunmente la violencia intelectual y física en nuestra soiedad y por qué ni siquiera no se puede exhibir un documental político de derecha sin que los espectadores que acuden a verlo sean agredidos por los izquierdistas en las calles; y, en fin, por qué éstos destruyen y vandalizan impunemente las ciudades y obligan a los agricultores a armarse o a huír en los campos y un gobierno elegido con votos de la derecha se dedica, a través de sus abogados de izquierda, a perseguir judicial pero ilegalmente a militares ancianos, en lugar de a los encapuchados y terroristas que asuelan el territorio.

Así, la izquierda, finalmente, desde las alturas de su "superioridad moral", se apronta para recibir cómodamente el poder de vuelta en sus manos dentro de menos de dos años.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce

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