viernes, 16 de noviembre de 2012

¿ GUERRA SEGÚN EL CLIMA ?





Escribe don Fernando Navajas I
Vicealmirante


He leído un dictamen de la CORTE SUPREMA que dispone que
el Fisco deberá pagar a las viudas de los pilotos de un
helicóptero Cougar de la Armada que se precipitó al mar en la
zona norte del país, una indemnización de 400 millones de
pesos.
La sentencia determina la responsabilidad del Estado, por la
falta de servicio al realizar ejercicios militares nocturnos en un
momento en que las condiciones climáticas hacían poco
recomendable hacer este tipo de maniobras.
No me opongo a que se paguen las indemnizaciones
correspondientes pero sí al razonamiento que han tenido los
jueces en algo que no entienden, para dictar sentencia. El
hecho ocurrió en 2003.
Una fuerza debe entrenarse en las condiciones más duras
posibles pues el enemigo no va a esperar que haya un día
esplendoroso para atacar, especialmente si es submarino.
Si estoy con malas condiciones climáticas y tengo contacto
submarino, debo atacar de inmediato con todas las armas
disponibles, incluyendo los helicópteros que para eso han sido
diseñados.
Dentro de las probabilidades de error está la del comandante
de la aeronave por eso debe entrenarse con cualquier
condición. De hecho, nuestros pilotos navales de Cougar cada
cierto tiempo iban a entrenarse a Noruega, donde existe una
compañía que atiende a las plataformas petroleras en una de
las zonas de mal tiempo casi permanente.
Gracias a ese duro y peligroso entrenamiento y aquel que se
hace en Chile, hace unos años dos helicópteros de esta clase
rescataron a la mayoría de los tripulantes del buque “Porvenir,”
en pésimas condiciones de tiempo y volando bajo los mínimos
aceptables, además eran los únicos helicópteros en Chile
capaces de efectuar esa maniobra.
¿Los Sres. Jueces se habrían opuesto a correr esos riesgos
cuando estaban en juego la vida de esos tripulantes?
¿Piensan los Sres. jueces que la Guerra es sólo de día y con
buenas condiciones?, están muy equivocados.
Durante la II a Guerra Mundial la doctrina de la Marina Italiana
era sólo combatir de día.
Pues bien en una sola noche y en cuestión de horas la Marina
Británica hundió tres cruceros italianos (Pola, Zara y Fiume) y
qué decir de la Marina Japonesa que sin poseer Radar,
atacaban de noche a alta velocidad y causaron estrago en la
flota norteamericana, especialmente en la lucha por
Guadalcanal, en los combates de Tassafaronga, Santa Cruz,
Vella- Lavella y tantos otros.
Todo ello fue producto del entrenamiento de tiempo de paz
corriendo los riesgos que fueran necesarios.
Me recuerdo un concepto que nos imprimió el Director de la
Escuela Naval: El entrenamiento debe ser más duro que la
guerra, porque uno no sabe con que se encontrará; era el
Capitán de Navío Don. Hernán Cubillos Leiva, posteriormente
Comandante en Jefe de la Armada; había estado varios años en
Inglaterra por lo tanto sabía de que hablaba.
En la Armada Británica para homologar a los pilotos de
helicópteros desde buques deben aterrizar y despegar cientos
de veces con cualquier condición porque la guerra así lo exige,
además si así no lo hicieren no volarían nunca dadas las
condiciones meteorológicas de las Islas Británicas.
El ejército de ese país se entrena en una zona de Gales donde
impera el peor clima del País, y así podríamos seguir con
ejemplos.
En el episodio que nos preocupa tal vez hubo una mala
apreciación del comandante de la misión, pero discrepo que
sea por falta de entrenamiento o servicio.
No comparto de ninguna manera el criterio (o falta de él) para
hacer sus análisis cuando no son profesionales, ni saben lo
que es correr riesgos y sobre todo como ser eficientes.
¿Y qué tendremos que hacer durante un conflicto armado, para
no tener demandas si vamos a ser impactados por el enemigo?
¿Interpondrán una querella contra el Comandante en Jefe o
contra el jefe Supremo de las FF.AA?
¿Es que tendremos que volar y hacer ejercicios sólo de día, en
verano y en condiciones CAVOK?
Los jueces no están en condiciones de realizar este tipo de
investigaciones y dictar sentencias, aunque nombren los
peritos que deseen puesto que el entrenamiento para la guerra
para ellos es incomprensible y no es parte de su ADN.
Las FF.AA., y en especial la Armada no pueden limitarse en su
entrenamiento porque un grupo de jueces podrían
sancionarlos ante eventuales querellas.
Todo esto es ridículo y absurdo.
¿O creen que las FF.AA. están sólo para hacer honores,
desfiles y paradas?


Fernando Navajas I
Vicealmirante

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