sábado, 27 de abril de 2013

ANTECEDENTES DIPLÓMÁTICOS ENTRE CHILE BOLIVIA


Antecedentes diplomáticos:

Los hechos que demuestran que entre Chile y Bolivia no hay "obligaciones vigentes"

La demanda entregada por La Paz en La Haya busca que Santiago se vea forzado a negociar soberanía y cita diálogos que están cerrados.

Tiago Costas
El Mercurio

La demanda boliviana presentada el miércoles centra su argumentación en que Chile tendría una "obligación vigente" con La Paz para alcanzar un acuerdo que les otorgue una salida soberana al mar.
Para argumentar ello, el escrito cita fundamentalmente cuatro diálogos entre ambos países: en 1985, 1950, 1975 y 2006. Los abogados que asesoran a la Cancillería, en efecto, están trabajando en varias materias y una de ellas es argumentar que Chile no tiene ninguna "obligación vigente" de negociar, pues todos esos diálogos bilaterales planteados por el país demandante están cerrados, y en el caso de 2006, no se produjo una negociación de soberanía.
En el marco de las negociaciones para poner término a la Guerra del Pacífico , Chile y Bolivia sostuvieron conversaciones en 1895, en las que uno de los tópicos abordados era un "canje territorial". Ese año, en efecto, se firmaron tres acuerdos: uno por el fin de la guerra; otro de transferencia de territorios; y otro comercial.
Cuando el diálogo avanzaba, a fin de ese año se firmó un tratado especial donde se hace una modificación al acuerdo de canje de territorios. Se adoptó que estos tres textos eran un "todo indivisible".
Posteriormente, el Congreso paceño resolvió que el puerto que Chile podía otorgar a Bolivia en el canje territorial, debía ser consentido por La Paz, en el evento de que no obtuviera Tacna y Arica.
En tanto, Perú objetaba cualquier tipo de negociación en esa línea, lo que entrampó las conversaciones, mientras que en Chile se rechazó la reserva boliviana.
Con la llegada a la presidencia de Bolivia de José Manuel Pando se retomaron las negociaciones, pero con un espíritu más pragmático. La Paz promovió sin presiones que las bases del Tratado de Paz de 1904 se negociaran sobre el postulado de que Bolivia debe renunciar a su pretensión de un puerto propio. Dicho acuerdo limítrofe fue firmado posteriormente bajo esos términos, lo que puso cierre definitivo a las negociaciones del año 1895, desahuciadas antes por la propia Bolivia.
En 1950, en tanto, en el contexto de un plan del ex Presidente Gabriel González Videla para traer inversiones al norte de Chile, incorporando a Bolivia como socio estratégico, ésta envió en julio una nota en la que planteaba "una necesidad de obtener una salida propia y soberana" al mar.
La respuesta chilena del ex canciller Horacio Walker dice que se está dispuesto a atender las "aspiraciones" del gobierno, pero no usa bajo ninguna circunstancia la palabra "derechos". Pese a ello, la declaración emitida por Santiago abrió efectivamente el camino a una negociación sobre una cesión soberana de mar.
Sin embargo, la gestión fracasó, en parte, porque Perú dijo que rechazaba cualquier negociación sobre las aguas mediante un comunicado presidencial.
Además, se produjo un hecho que marcó el diálogo, ya que el contenido de la negociación confidencial fue filtrado por la revista chilena Ercilla, lo que produjo una crítica frontal al gobierno chileno, lo que impidió seguir adelante.
Las declaraciones de la Cancillería siempre dejaron en claro que el diálogo había fracaso y que no había posibilidad de negociar sobre las bases anticipadas en las notas.
En el caso de Charaña en 1975, luego de diálogos entre Augusto Pinochet y Hugo Banzer, Bolivia pidió un corredor soberano para acceder el mar y Chile planteó determinados puntos, como base del acuerdo, entre ellos, la desmilitarización de ese territorio y un canje simultáneo de zonas.
Todo, sin embargo, comenzó a trabarse luego que Chile le hiciera la consulta a Perú, que emitió una respuesta que Santiago estimó como "no satisfactoria". Pero el principal inconveniente fue que unánimemente las fuerzas políticas en Bolivia cuestionaron duramente el hecho de efectuar el canje territorial acordado.
Bolivia, finalmente, opta por desahuciar formalmente las negociaciones a través de una nota del 17 de marzo de 1978, e incluso, decidió romper relaciones diplomáticas con Chile.
Finalmente, en la agenda de los 13 puntos impulsada por los gobiernos de la Concertación, se incluía el tema marítimo en el punto sexto, pero jamás quedó en las actas que se tratase de una futura cesión de soberanía. Fuentes ligadas a las conversaciones dicen que fue un acercamiento de puntos de vista, sobre la base de la vigencia del Tratado de 1904, y que permitiese un trabajo bilateral autónomo; no se trabajó jamás sobre una fórmula de cesión territorial soberana.
No obstante, la creación de la Constitución de Bolivia en 2009 donde establece un plazo para lograr su reivindicación marítima, obligó a La Paz que no pudiese aceptar algo no soberano. Por ello, Bolivia generó documentos que planteaban su aspiración y se los hicieron llegar al entrante gobierno del Presidente Sebastián Piñera, quien, sin embargo, mantuvo la línea del diálogo, rechazando cualquier entrega de soberanía a Bolivia, como lo había sostenido cuando era candidato. Dicha postura se mantuvo, sin generar expectativas.

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