domingo, 23 de junio de 2013

DEL BLOG DE HERMÓGENES


DOMINGO, 23 DE JUNIO DE 2013

¿Cuándo se Fregó Chile?

Los gobiernos de la Concertación, incluido el V actual, por supuesto, están buscando a quién echarle la culpa del frenazo económico que ellos mismos han provocado. No faltan los que dicen que a Pinochet, por haber sido el autor del modelo, pero se olvidan de que Pinochet, después del terremoto de 1985 y la respectiva reconstrucción, hizo todo lo contrario que ellos, es decir, bajó el impuesto a las empresas a 10 por ciento, privatizó empresas y congeló el salario mínimo, consiguiendo así que el desempleo descendiera hasta poco más de 5 por ciento en enero de 1990, logrando tasas de crecimiento hasta de dos dígitos en un año, con gran aumento de la recaudación fiscal, todo en un contexto internacional mucho peor para Chile que el actual.

Piñera recibió el gobierno tras el terremoto de 2010, pero, en lugar de emplear las reservas que tenía el país para cubrir la reconstrucción, que era un gasto por una sola vez, subió los impuestos, que son para siempre. Y alzó, naturalmente, los que más les gustan a los comunistas, el royalty y el de las empresas (su indeleble sello DC se manifiesta así, además de hacer otra cosa que les gusta a los rojos, que es perseguir a uniformados (r), llevando las querellas en su contra de 300 a mil 300). En fin, después Piñera volvió a subir el impuesto a las empresas en tres puntos, con lo que, en medio de la gran bonanza mundial tras la recuperación de la crisis del 2009, nunca logró llegar al 6 por ciento de crecimiento y este año, con suerte, va a llegar al 4,5.

Es verdad que las cifras de empleo le resultaron buenas, y se ha apropiado de ellas como si las hubiera logrado él, pero lo fueron no sólo porque le tocó la fase de recuperación del ciclo, sino porque tuvo la suerte de que cambiara la manera de medir el empleo, pues antes de 2010 se consideraba ocupado al que trabajaba la mayor parte de la semana anterior a la encuesta y desde ese año se consideró empleado al que hubiera trabajado sólo una hora en esa semana.

En definitiva lo único que logró Piñera con sus políticas concertacionistas fue dejarle la vara tributaria más alta a la Bachelet, que de otra manera a lo mejor se habría conformado con subir el impuesto a las empresas de 17 a 22 por ciento, mientras que ahora tiene que llevarlo al 25, amenazando de paso al FUT, que junto a la reforma previsional son los dos grandes pivotes, legados por Pinochet, por supuesto, que han hecho posible el alto crecimiento chileno promedio de las últimas décadas.

Otra parte del problema que ha aportado Piñera pero va a tener que enfrentar Bachelet va a ser la falta de electricidad, porque el primero, siempre preocupado de su imagen, suprimió de un plumazo la central de Barrancones para no quedar mal con los vecinos de Punta de Choros. Y después ha sido incapaz de impulsar una verdadera agenda energética, en términos de que, como ha dicho el economista Eduardo Engel en la última revista "Cosas", "según el Servicio de Evaluación Ambiental, durante el actual gobierno se han aprobado sólo dos mil 500 megawatts de energía base, comparados con más de 10 mil megawatts durante el gobierno anterior". Es que sacar adelante HidroAysén podrá ser lo que necesita el país, pero no le gusta a la calle y a Piñera lo haría bajar aún más en las encuestas, que es lo único que le importa. (Los ha convencido a todos de que ha subido al 40%, pero cuando salga la próxima CEP se verá que no era verdad).

Los resultados de las empresas, con mayores impuestos y mayor gasto energético, entonces, han empeorado. Luego, cae la Bolsa. La Bachelet hace anuncios que sólo pueden hacerla caer más, y como China crece menos, también cae el cobre, lo cual hace subir el dólar. Luego, los extranjeros se asustan y han disminuído la Inversión Extranjera Directa en 3.713 millones de dólares y las participaciones en el capital de las empresas en 4.423 millones de dólares (cifras de abril).

Ahora la pugna entre Piñera y Bachelet consiste en que ambos se quieren echar mutuamente la culpa, pero ésta es de los dos. Y mientras tanto la calle, que es la que manda, opta por el peor de ambos mundos, exigiendo más y más socialismo.

En "Conversación en la Catedral" unos jóvenes peruanos se preguntaban "cuándo se jodió Perú". En el caso de Chile, la respuesta está clara: ahora.
Publicado por Hermógenes Pérez de Arce

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