miércoles, 3 de julio de 2013

DEL BLOG DE MÁXIMO



miércoles, 3 de julio de 2013

ESTABA CANTADO.


Estaba cantado, el Séptimo Tribunal Oral en lo Penal declaró culpable a Hans Niemeyer por hacer detonar una bomba la noche del 30 de noviembre de 2011, en la sucursal del Banco BCI, en Macul. Pero el tribunal consideró que el hecho no fue terrorismo. Eso ya lo sabíamos, en Chile no es terrorismo poner bombas. El no-terrorista solo fue acusado por daños e infracción a la ley de armas. Y aun falta que el caso llegue a la Corte Suprema, a la Interamericana de Derechas Humanos, a la de La Haya, y quien sabe a cuantas mas. Entremedio de toda esta maraña de cortes, de seguro se caerán las pruebas o alguien llegará a la conclusión de que todo esto fue un montaje organizado por la CNI y Niemeyer terminará millonario y con cuentas en las Islas Vírgenes Británicas.

También estaba cantado, las Fuerzas Armadas derrocaron al presidente egipcio, Mohamed Mursi, y pusieron en su lugar al presidente del Tribunal Constitucional Supremo, quien asumirá provisionalmente la Presidencia de Egipto. Como vemos, la famosa primavera árabe duró lo que dura la primavera. Unas cuentas flores, algunos días de sol, unos pajaritos cantando, y listo, se terminó la primavera. Ya lo he dicho varias veces, en el Medio Oriente no puede haber democracia porque allí no saben en que consiste ese invento occidental.

Libia está en un caos total; en Siria van mas de cien mil muertos; en Irán gobiernan puros locos; en Irak viven de bomba en bomba; en Afganistán hay puros fanáticos religiosos. En fin, así son las cosas por allá. Aquí en Chile somos más civilizados, el populacho bárbaro se conforma con quitarles plata a los ricos, vivir sin trabajar, y esperar sentados a la sombra mientras otro les construye en su nombre el paraíso terrenal.

Lo otro que estaba cantado, es la inacción de la nueva alcaldesa “ciudadana” de providencia. No conforme con cambiar el nombre de una calle, ahora considera que hay que respetar las tomas de los colegios porque son democráticas. Ya lo saben, en el casino de los colegios hay una sucursal del Servel, y  un encapuchado dirige la votación democrática.

Un grupo importante de padres le exigió a la alcaldesa ciudadana el retorno a las clases, pero no llevaban capucha, bombas molotov, botellas de pisco, ni preservativos, por lo tanto no son representativos de la civilidad ni tienen carácter democrático popular, por lo que las tomas democráticas siguen. Obvio, si estaba cantado. 


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